Capítulo 1

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Era un día caluroso, en el número 4 de Privet Drive vivía una familia, a la cual todos los conocían por lo odiosos que eran. Sólo había un chico que vivía con ellos al cual no conocían del todo bien, lo veían poco durante el verano, nunca estaba para navidad. El chico había dejado de aparecer cinco años atrás, cuando, según sus tíos, había sido enviado a un internado para chicos problemas. Su nombre era Harry Potter.

Harry estaba en su cuarto acostado en la cama cuando un ruido en la ventana lo exaltó, al voltear se dio cuenta que se trataba de Hedwig, su lechuza blanca. Se levantó rápidamente y la dejó entrar tomando las tres cartas que llevaba con ella. La primera era la lista de libros que necesitaría para su sexto año, sin embargo, la segunda era de Ron.

Hola, Harry

¿Qué tal las cosas por allá? Aquí todo está normal, ya sabes, mamá tuvo un arranque de histeria cuando Ginny hizo explotar el inodoro cuando abrió uno de los nuevos artículos de broma en los que Fred y George trabajan. Pero eso no es lo importante, compañero, ¿recuerdas a Fleur Delacour? ¡Está aquí en la madriguera! Bill la ha traído por el verano, lo cual es espectacular, ¿no crees? Claro que Ginny no la soporta porque, según ella es muy perfeccionista. A veces espero que jamás cumpla la mayoría de edad, sino sería desastroso si se molestara con ella.

Mamá me llama para cenar, y ya conoces como se pone cuando no bajamos rápido. Con lo de Ginny creo que su nivel de paciencia es muy bajo.

¿Cuándo volverás?

Ron.

Harry no pudo evitar sonreír al imaginar el gran desastre que Ginny, su novia, había creado. Tomó el tintero y una pluma antes de comenzar a escribir su respuesta:

Hey, Ron

Las cosas están como siempre, ellos hacen como que no existo, pero estoy genial. En cuanto a Fleur, debes mandarle mis saludos y espero que cuando llegue allá pueda verla. Por cierto, me voy el sábado.

Envía mis saludos a toda la familia, seguro que tu madre se calma un poco al saber que estoy bien y que va a tener que alimentarme un montón cuando llegue.

Harry.

Dobló la carta y la introdujo en el sobre más cercano mientras miraba a Hedwig picotear su comida dentro de la jaula. La tercera carta era de Hermione.

Querido Harry:

¿Qué tal estás? Espero que excelente.

Te tengo una muy buena noticia, llegaré a tu casa mañana por la mañana,

Harry abrió la boca y miró alrededor, su cuarto era un desastre, ¿cómo se suponía que iba a recibirla? Pero más importante: sus tíos iban a sacarlos a patadas.

no te preocupes y quita esa cara, entraré por la ventana, ellos ni siquiera sabrán que estaré allí, empacaré suficiente comida para sobrevivir a una tarde antes de irnos a la madriguera.

Llegaré alrededor de las diez de la mañana.

Atentamente, Hermione.

¿Por qué no era mayor de edad? Podría terminar con ese desastre con un movimiento de varita. Volvió a pasar la mirada por la habitación antes de decidirse a limpiar a fondo, o al menos intentarlo. La carta para Hermione fue corta y trató de no mostrarse nervioso ante la llegada tan repentina de su mejor amiga.

Ató ambas cartas a la pata de su lechuza y la acarició.

-Primero lleva la carta a Hermione, luego a Ron -indicó Harry antes de abrir la ventana y dejarla salir.

Harry Potter: El Misterio de los HerederosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora