Palabras Prohibidas

Ahora.

- ¡Solo unos meses más!-chillé dándome fuerzas- ¡Solo unos más!

- Elena... recién abrimos el cuaderno para estudiar-dijo Diana.

Miré mi cuaderno, aún estaba cerrado frente a mí, mientras que el de Diana ya estaba abierto, ya tenía un lápiz en la mano y yo ni ganas de vivir tenía.

- ¿No podemos solo no estudiar este día?

- Niña en unos días tenemos exámen, si quieres terminar este año e ir a la universidad tienes que salir con buenas notas.

-... te odio...

No había visto a Sebastián desde el día en que le contamos de nuestra relación a nuestras madres, no había podido venir por mí en estos días por nuevos horarios de trabajo, nos limitamos a lo que eran los mensajes y las cortas llamadas telefónicas. Aunque eso me tenía un poco triste Diana tenía razón, tenía que salir con buenas notas de aquí para ir a alguna universidad. Cuando ya me puse seria y tomé mi cuaderno, nos dispusimos a organizar el estudio; comenzamos repasando clase a clase, comparar apuntes y a revisar alguna que otra grabación de alguna clase complicada o muy extensa o donde simplemente nos dormimos o no nos concentramos, las cosas como son. La biblioteca de la escuela ya estaba casi vacía y pronto tendríamos que irnos, no podíamos irnos aquí con el cielo ya pintado de negro. Mi celular comenzó a vibrar en mi bolsillo, sabía que era él, sexto sentido. Me levanté y aleje para atender a escondidas.

- ¿Hola?

- ¿Hablo con la chica más linda de este mundo?-dijo del otro lado con una voz profunda.

- Oh no lo sé ¿hablo yo con el chico más guapo del mundo?

- Pues claro que sí-escuché su risa al otro lado de la línea- ¿Tienes planes para hoy en la noche?

- Nada en especial, solo mi cama y yo por ahora.

- Dime, ¿quieres salir a cenar esta noche? Bueno, no sé si será una cena totalmente formal pero tú me entiendes...

Me quedé en silencio unos segundos hasta que unas nuevas palabras se clavaron en mi corazón.

- Quiero verte...

- ¿Debo vestirme de manera especial?-pregunté sonriendo- ¿O solo me arreglo un poco?

- Solo abrígate, no quiero que te vayas a resfriar por mi culpa...-hubo un silencio entre nosotros- ¿Qué dirás en tu casa para salir?

Entre nuestro entusiasmo por salir y vernos, había olvidado el detalle de que mi padre no sabe de nosotros, es decir, de nuestra relación formal. Planes:

1: Podía mentirle y decir que iría con Diana o Kevin a alguna fiesta.

2: Podía simplemente decirle que saldría con Sebastián y ya está.

3: Hacerme bolita esperando a que el no estuviera en casa o saliera de viaje pronto para poder vernos.

La que eligiera tenía algún riesgo por pequeño que se viera. Aunque el hecho de elegir la segunda me ayudaría a luego revelar nuestro estado amoroso a él y que no se lo llevara mal por ocultarselo tanto.

- Iré por ti en tal vez hora y media ¿sí? Cualquier cosa me avisas, no tomes riesgos.

Cortó sin esperar una respuesta de mi parte dejándome mirando la pantalla de mi celular con algo de asombro. Al sentarme nuevamente, Diana me lanzó la mirada de que quería saber. Odiaba quedarse con dudas, lo primero al verla días pasados fue como había sucedido con Sebastián el hecho de hacerlo oficial y las reacciones de todos, con lujo de detalle.