Parte sin título 9

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Mientras caminaba por el nevado bosque de Siberia el Caballero dorado de acuario buscaba las palabras correctas para darle la noticia a la joven de ojos rojos que esperaba impacientemente en aquella humilde cabaña. Repasaba una y otra vez su pequeño discurso y consultaba en un pequeño manual de lenguaje de señas algunas palabras nuevas en su vocabulario y las practicaba durante el camino. Tras un hondo suspiro apretó la pequeña cajita de terciopelo rojo que traía en el bolsillo derecho del pantalón, y nuevamente inspeccionó su contenido como para asegurarse de que seguía ahí e intacto. Hasta que al fin llego a la morada en medio del bosque. Eran las 10 de la mañana, el sol brillaba los perros jugueteaban frente a la entrada, mientras Isaac y Hyoga median sus fuerzas haciendo chocar su aire congelado contra el del otro haciendo brillar partículas de hielo alrededor de ellos, resultante del choque de poderes.

el jovencito del cabello verde fue el primero en notar el regreso de su maestro y rápidamente le advirtió a su rubio compañero que su maestro estaba de regreso.

-Isaac- ¡maestro!

-Hyoga- ¡Maestro! Ha regresado muy pronto

-Isaac- maestro, ¿donde esta Nicolás?

-Camus- Tuvo que quedarse hospitalizado en Moscú... ¿Donde esta Misha?

-Isaac- esta adentro...

-Camus- sigan entrenando.

el caballero de acuario entro a la cabaña donde encontró a Misha sentada en la sala remendando un pantalón de su abuelo. El repentino cambio de iluminación por la entrada de luz a travez de la puerta principal advirtieron a la chica que alguien ingresaba a la vivienda, cuando levanto sus ojos carmesí su rostro se iluminó al encontrar a su apuesto francés, sin embargo su sonrisa se transformó en un gesto de preocupación al notar que no venia acompañado de su querido abuelo, por lo que salto de su asiento para encontrarse con el galo en busca de noticias del viejo cazador.

-Misha- Camus, ¿donde esta mi abuelo? ¿Le ha pasado algo malo?

-Camus- se ha quedado hospitalizado en Moscú

La chica llevo su mano derecha al rostro en un gesto de sorpresa y preocupación.

-Camus- Su pierna esta en muy mal estado, es por eso que deberá estar hospitalizado un tiempo, pero debes confiar, esta muy bien atendido...

Misha se sentó en uno de los sillones de la sala, su expresión era de dolor y devastación, nunca se había separado de su abuelo, y se sentía sumamente impotente ante la situación. El Santo dorado se arrodilló frente a ella y siguió hablándole con sus manos.

-Camus- debes ser fuerte Misha, ya veras que estará bien, Nicolás es muy fuerte, además el te ama y volverá a tu lado...

Nuevamente llevo la mano a su bolsillo tomo el objeto, y respiro hondo para proseguir:

-Camus- ahora que Nicolás no esta no debes preocuparte, pues me tienes a mi...Misha...yo

Ella lo miró entre lágrimas mientras apretaba el remendado pantalón entre sus manos.

-Camus- Ahora y siempre te cuidare como la joya más valiosa, si tu me aceptas viviré por siempre devoto a ti... Si tu me aceptas te amare hasta el fin de mis días... Ya no puedo ocultar lo que siento, te amo y no puedo esperar mas... Ya no.

Coloco sobre las rodillas se la muchacha la pequeña cajita que traía en el bolsillo, la abrió ante ella revelando un precioso dije en forma de copo de nieve cuajado de diamantes.

La luz de tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora