Parte sin título 21

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Increíblemente Hyoga había logrado pasar por la casa de escorpión... aunque pensándolo detenidamente era evidente que al igual que el resto de los valientes antos de bronce que estaban atravesando las 12 casas el ruso estaba rosando el séptimo sentido. 

La gran amistad entre Camus y Milo hacían innecesarias las palabras en muchas ocasiones y el paso del cisne por el templo de escorpio no fuè la excepción. Camus comprendia muy bien el acto de honor y respeto de Milo hacia su Alumno, tanto y las repentinas dudas sobre la verdadera identidad de Saori Kido, quien remotamente podría ser ni mas ni menos que la verdadera Diosa Athena. Pronto los caballeros de bronce se internaron por el templo del centaruro, los minutos corrian llenos de incertidumbre haciendo caminar en círculos nerviosamente al acuariano en el salón principal de su templo. De pronto la tierra se sintió estremiecer bajo sus doradas botas la batalla estaba muy cerca...

-Camus... Hyoga es el precioso legado que los dioses nos han concedido. Lo he visto a traces de los ojos de Quine realizar hazañas que ningún mortal ha logrado desde a era del mito, gracias a ti, a tus enseñanzas, a tu amor...

El francés guardò el mechon de cabellos plateados junto a la joya en forma de copo de nieve debajo del pectoral de su armadura cerca de su pecho y luego dio un profundo suspiro. De pronto un ultimo estruendo lo sacò de su ensoñación. Se trataba de una enorme estrella fugaz que se dirigía a gran velocidad hacia el firmamento, con ella el cosmos de Shura de Caprocorio  desaparecio convirtiéndose en polvo estelar.

Mientras admiraba como el dragon ascendia hacia el cielo junto al portador de la espada sagrada, el caballero de acuario se planto firme y amenazante frente a la entrada de su templo. Pudo notar a la distancia que tres de los caballeros de bronce se hallaban en las escalinatas rumbo a su templo.  Cuando los tres jóvenes se enconraban a pocos metros de la entrada de la casa de acuario, Hyoga tomo la delantera del grupo y les pidió a sus compañeros le dejanen en ese sitio para enfrentarse a su maestro.

-Camus- Hyoga, a estas alturas no voy a oponerme

-Hyoga- Maestro Camus ¡debo agradecerte todo lo que hiciste por mi!¡Todo lo que me enseñaste alla en Siberia oriental!¡sin embargo me siento incapaz de expresar mi agradecimiento con palabras!¡por eso en lugar de expresarlo con palabras lo demostrare con hechos!

El joven ruso fue ascendiendo decididamente por las escaleras, su paso era firme y en sus ojos brillaba la determinación y ausencia de dudas. Durante años Camus hizo de todo para lograr esa frialdad en su alumno. Ahora, de repente algo había cambiado en su pupilo.

-Hyoga- ¡Pienso derrotarte maestro Camus!¡Sirviéndome para ello de todas tus enseñanzas!

El francés sonrio de lado aceptando el reto de su joven discípulo.

-Camus- ¡Pues te devolverè los ataques con la misma intensidad y no escaparàs de una muerte segura!

Tan proto como los caballeros de Pegaso y de Andrómeda dejaron atrás a Camus y a su disccipulo el francés incitó a su pupilo de envalentonarse y de lanzar el primer ataque de la feroz batalla, siendo correspondido por su alumno quien ni tarde ni perozoso lanzo un potente chorro de aire frio en contra del caballero dorado.

-Hyoga-¡Polvo de Diamantes!

Desepecionado el santo de Acuario atrapó el ataque de su pupilo utilizando solamente su mano derecha, y con un tono bastante frio reprendió a su alumno por la falta de estrategia a la hora de enfrentarlo por segunda vez.

-Camus-¡Te lo dije en la casa de libra!¡¿Cómo pretendes atacarme con la técnica básica que te enseñè yo mismo?!

Tras deshacer el soplido helado del cisne, el santo de oro se dispuso a atacar a su oponente.

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⏰ Última actualización: Nov 07, 2018 ⏰

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