Lucas

64 8 0
                                    

- ¿Me puedes hacer un favor? - le preguntó Brandon, su capitán de equipo.

Era imposible resistirse a hacerle un favor a Brandon. No sólo era atractivo, sino que además eran tan agradable y carismático que todas las personas lo querían. Lucas pensó que fue una suerte que él le tocara como capitán.

- Claro - dijo Lucas.

- No se lo puedes decir a nadie - insistió Brandon.

- Por lo general, cuando un chico me empieza a decir eso, se viene una petición de índole sexual - repuso Lucas. - Así que acepto.

Brandon se rió. Estaba tan seguro de sí mismo que jamás tenía problemas en recibir halagos o insinuaciones sexuales de hombres o de mujeres.

- Quiero ir al bosque a estar a solas un momento - comentó Brandon, en susurros. - Ya sabes, necesito despejarme un poco de tanta presión laboral. No puedo ser simpático las 24 horas del día si no me tomo un momento para mí.

- Me estás diciendo que quieres ir a drogarte, ¿no? - preguntó Lucas, cruzándose de brazos.

Brandon le pidió que bajara la voz con las manos.

- Por favor, que si se enteran los padres de estas criaturas, pegarán el grito en el cielo - indicó Brandon.

- Ve tranquilo - le dijo Lucas. - Pero me debes una. Y yo sí manejo el lenguaje del sexo.

- De acuerdo, bro - dijo Brandon, sin dejar de sonreír.

Como si su vida fuera una comedia donde todo sucedía de una forma cronometrada, apenas desapareció Brandon de su vista, el otro B apareció a su lado. Una versión igual de musculosa, aunque menos atractiva y sin ningún tipo de carisma.

- Sé que te sorprende que te venga a hablar así... - dijo Bruno.

- No me sorprende - le dijo Lucas. - Hace veinte minutos que noto que me estás observando. Das un paso para acercarte, encuentras algo en el camino, te entretienes, vuelves a tomar impulso y repites el ritual. Lo has hecho cinco veces. Comencé a apostar en cuál te animarías.

- Si me viste haciendo todo eso, ¿por qué no te acercaste a hablarme?

- Oh, Bruno, ¿qué hubiera tenido de meritorio eso? - respondió Lucas, dedicándole una sonrisa. - ¿Qué necesitas?

- Es sobre un guía de otro equipo - explicó Bruno. - Creo que alguna clase de entidad lo está atacando. Se hace pasar por un niño del campamento, pero solamente él lo puede ver. No le dije que el niño no existía, porque pensé que lo iba a volver loco.

- Hiciste bien - decidió Lucas.

- Entonces, ¿crees que pueda pasar algo así? - preguntó Bruno.

- Es totalmente probable. Hay muchas entidades, como fantasmas, que se acercan hacia una persona en particular. Aunque no podríamos juzgar si es algo bueno o es algo malo.

- Lo golpeó.

- Es malo - decretó Lucas.

- ¿Qué podemos hacer?

- Tenemos que averiguar primero qué es lo que es. Para eso, tienes que conseguir más información. Lo que significará que te acerques más a este guía.

Bruno se puso pálido. Más pálido de lo que era usualmente.

- Ese es otro punto para debatir - murmuró.

- Oh, por Dios, ¿puedes llegar a algo con él? - Lucas puso los ojos en blanco.

- No digo que sea así...

- Bruno, a estas alturas del partido me conformo con que te animes a hacer algo con alguien - sentenció Lucas. - Con quien sea. Pero supera esa maldita barrera, por el amor de Dios.

- De acuerdo - dijo Bruno. - Me acercaré al guía. Pero si pasa algo, quiero que sepas que fue por tu decisión.

Lucas pensó en responderle, pero Bruno salióhuyendo antes de continuar la charla.     

El Amigo Invisible (Compendio #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora