El Amigo Invisible (Compendio #3)

Bruno

- ¡Gracias a Dios estás bien! - dijo Nathan, estrujándolo como si fuera una fruta. - ¡Tenía tanto miedo!

- Gracias por haber ido por ayuda - se limitó a responder Bruno, intentando respirar.

Ya era de noche cuando Bruno se decidió a buscarlo. Tenían que tener una conversación seria, de esas que nunca pensó que debía tener con un chico que estaba conociendo: "tienes un fantasma que intenta matarte".

Caminaban por el campamento, quien sumergido en la cena, se mostraba ajeno a las dos figuras que se envolvían en aquella conversación.

- Con respecto a Nolan... - comentó Bruno.

- Voy a hablar con Edgar sobre él - dijo Nathan. - Y si lo tienen que expulsar, que lo expulsen. He agotado mis recursos y hoy me di cuenta de lo peligroso que es. Podría haber sido yo el que casi se ahoga.

- Creo que Nolan quería que fueras tú - le dijo Bruno.

- ¿Qué? - preguntó. - Es un niño. Es complicado y desobediente, pero no creo que quiera matarme. Soy el único que intenta ayudarlo.

- Y ese es el problema - dijo Bruno. - Nolan no es real.

Nathan lo miró inexpresivo.

- ¿Disculpa?

- No es un niño real - comentó Bruno. - Solamente lo ves tú.

- ¿De qué estás hablando? - dijo Nathan. - Tú me viste hablando con él.

- No, yo no lo vi - respondió Bruno. - Pero no pienses que estás loco o que tienes un tumor. Creo que ese chico es un fantasma.

- Creo que prefiero el tumor - murmuró Nathan.

- En Bahía Ausente suceden cosas raras y Nolan es una de ellas - continuó explicando Bruno. - Por algún motivo, te ha elegido a ti. Creo que el objetivo de esta tarde era que tú caigas por la cascada.

- Pero... No puede ser...

Bruno era consciente de la información que estaba brindando y lo complicada que era de creer. Sabía que él mismo no lo creería jamás sino fuera porque lo vio por su propia cuenta. Pero estaba convencido de que tenía razón y, ante ese pensamiento, tenía argumentos para confirmarlo.

- Piensa un segundo, Nathan - insistió. - ¿Alguien más te ha hablado sobre él? ¿Alguien más que tú lo ha visto?

- Lo conocí cuando estaba llorando - dijo Nathan, rebuscando en su memoria. - Me dijo que los demás lo retaban y que no querían hacerse cargo de él. Yo asumí que era cierto y le dije que yo iba a ser su amigo, pero no hablé con mis compañeros sobre el tema. Todos los guías tenemos unos niños con los que tenemos más empatía y nos hacemos cargo de ellos, yo simplemente... Oh, Dios... ¿Es un fantasma?

- Y quiere matarte.

Volver a repetirlo, no ayudaba en nada.

- ¿Qué...? - Nathan había adquirido un color todavía más pálido. - ¿Qué se supone que debemos hacer? ¿Cómo lo detenemos?

- Podemos probar atraparlo dentro de un círculo de sal - informó Bruno. - Si conseguimos llevarlo al bosque, podemos encerrarlo dentro de un círculo.

- Sabes lo difícil que me resulta aceptar todoesto, ¿no? - preguntó Nathan. El miedo de sus ojos era inconfundible. - Pero ahoraque lo pienso, tienes razón. Nolan siempre me dijo que odiaba el campamento...Que quería verlo arder. Creo que su objetivo es quemarnos vivos a todos.