El Amigo Invisible (Compendio #3)

Bruno

- Vas salvándome la vida tantas veces que parezco una princesa en desgracia - le dijo, tomándolo por sorpresa.

Joshua estaba perdido en sus pensamientos cuando Bruno decidió romper el hielo con una frase, que si bien absurda, no dejaba de ser real.

- Se está convirtiendo en un deporte - contestó Joshua. - Creo que Edgar tiene que darme algún aumento.

- Buena suerte con eso - se burló Bruno.

El intercambio de chiste alivianó el ambiente.

Se sentó a su lado en la banqueta donde antes se había servido la cena. El campamento, como buena hora de dormir, estaba sumergiéndose en el silencio.

- No tienes por qué sentirte mal - dijo Joshua. - No había forma de descubrir que era un fantasma.

- Fue un fantasma muy inteligente, si tengo que serte sincero.

- ¿Ah, sí? - preguntó Joshua. - ¿Y eso por qué?

- Porque por más que haya querido matarme en dos oportunidades, me enseñó un par de cosas sobre la vida - analizó Bruno. - Y no porque hayan provenido de un fantasma, deberían perder valor.

- La paradoja del fantasma - se rió Joshua. - ¿Qué aprendiste?

- A soltarme un poco más para ir por lo que realmente quiero.

- ¿Y qué es lo que realmente quieres?

- A ti.

Se giró para mirarlo a la cara, encontrándose con un Joshua sumamente sorprendido por la revelación. El silencio no era bueno, así que tenía que proponer algo. Debía alguna clase de explicación.

- Sé que ya estás conociendo a otro chico - comentó Bruno. - Lo estoy haciendo tarde. Pero en ese momento, no pude. Quería pero no podía.

- ¿Ahora puedes? - preguntó Joshua. Seguía sorprendido por la declaración y comenzó a negar con la cabeza. - Claro que puedes, lo estás haciendo.

- Sí, ahora puedo - confesó Bruno.

Joshua se incorporó de la mesa sin decir palabra. Miraba hacia las cabañas, como si intentara descifrar algo.

- ¿Ángel está con Luna en este momento en tu habitación? - preguntó Joshua.

- Creo que están en la pileta - respondió Bruno.

- Entonces tenemos la habitación vacía - comentó. - ¿Quieres ir?

- Pero... - Bruno bloqueó su oración. - Sí, quiero ir.

Sonriendo, también se incorporó de su asiento ysiguió a Joshua.