Infiltrados

✪ Capítulo 4 ✪

Llegó el día en que los jóvenes policías debían comenzar con la infiltración.

Son las seis de la mañana y en la Montaña Paoz, específicamente en la casa de Son Gokú la alarma comenzaba a emitir su molesto ruido.
El pelinegro estiró su brazo hasta la mesita de noche y la apagó.

Miró a un lado y vio que Milk también estaba despertando. La observó mientras tallaba sus ojos con el dorso de sus manos, las sábanas le cubrían hasta un poco más arriba de sus pechos, sonrió cuando ella lo miró a los ojos con su bella sonrisa.

—Te extrañaré demasiado, Gokú— su esposa se aferró a él.

A ambos dándole una sensación de calidez al sentir sus cuerpos desnudos rozarse.

—Te amo, Milk— Goku tomó delicadamente la barbilla de su mujer y la besó con suavidad.

Gokú después de un momento a solas con su esposa se levantó para ir a ducharse.
Pasada una hora, ya habían desayuno y había llegado el momento de hablar con Gohan.

—Hola hijo— saludó Goku entrando a la habitación del pequeño, seguido por Milk.

—Gohan, debo decirte algo muy importante-

—¿Qué cosa papá?— Él niño mira con mucha atención.

Gokú toma una gran bocanada de aire y suspira.

—Bueno, papá trabaja como policía ¿Verdad?—

—Así es— afirmó el niño.

—Bueno, yo tengo una misión secreta donde estaré fuera por unos días...—

—Yo te acompaño papá— se ofreció Gohan inocentemente interrumpiendo a Gokú.

—No hijo, esto... Te daré una misión mientras no esté ¿Sí?—

—¡Sí! ¿Cuál es?— contestó emocionado.

—Vas a cuidar a tu madre, a tu abuela y al abuelito Gohan ¿De a cuerdo?—

—Sí claro, no te preocupes papá, pero ¿Cuándo volverás?-

—No lo sé, pero no te preocupes por eso, ya verás que pronto estaré de regreso— aseguró abrazándolo.

—Vuelve pronto— agregó Gohan corriendo hacia su cajón lleno de juguetes de donde sacó un pequeño osito de felpa del tamaño de la palma de la mano de Gokú.

—Papi, quiero que te lo lleves y no lo pierdas, será él que te acompañará por las noches ¿Bueno?— ambos miraron hacia Milk a la cual se le estaban escapando un par de lágrimas.

—Acompañemos a tu padre a despedirse de tus abuelos, Gohan—

—Sí— los tres salieron tomados de la mano hacia él jardín.

—Buenos días, mamá— saludó Goku a su guapa madre, Gine.

—Buenos días, cariño— saludó la mujer de cabello corto.