✪ Capítulo 5 ✪

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Ya siendo las siete con cuarenta y cinco de la mañana. Dos autos estaban siendo estacionados fuera de la estación de policías.
De ambos carros bajaron los dos policías asignados para la infiltración. Solo etrecharon sus manos en forma de saludo e ingresaron hasta llegar a la Oficina del Jefe.
Que para sorpresa de ambos, estaba con un pequeño niño idéntico a él sentado en su regazo.

—Buenos días, muchachos—saludó Piccoro.

—Buenos días— respondieron ambos.

Él Jefe de estos pelinegros dejó al pequeño Dende, su hijo, en su asiento. Y él se posicionó delante de sus dos colegas.

—Bien muchachos ¿Están preparados?—

—Sí— afirmaron.

—Ahora los llevaré al lugar donde alojarán para que lo conozcan— dicho esto los tres adultos y él pequeño Dende bajaron al estacionamiento para ingresar al coche de Piccoro e ir a dicho recinto.

—¿Por qué Dende viene con nosotros?— preguntó curioso Goku revolviendo él cabello del pequeño niño.

—Porque no tengo con quien dejarlo y ya— sentenció Piccoro.

Así al cabo de cuarenta minutos llegaron a Villa Omotesando, donde hay una gran casa a las afueras de la ciudad, Piccoro los guió al living y cada uno llevó sus pertenencias a sus respectivas habitaciones. Mientras, su Jefe les daba las indicaciones mas detalladas de la misión.

—Aquí les tengo sus nuevas identidades. Goku tú serás; Kakarotto Yamamushi. Y Vegeta tú serás; Zarp Izuma— Piccoro les entregó unas cédulas de identidad falsas mientras les explicaba como irán a infiltrarse con aquellos tipos.

—Bueno colegas, vamos de vuelta a la estación. Tenemos un par de cosas más que hacer—


|Estación de policías
04:00pm|


Piccoro bajó hasta donde están las celdas. Seguido de él llegó Pai Ku Han, uno de los oficiales de policías.
Ambos se pusieron cerca de la celda donde estaban los dos "cabecillas" De dicha banda donde se infiltrarán, los oficiales, Son y Ouji.

—¿Arrestaron a los dos sujetos?— Preguntó Pai Ku Han siguiendo él plan de Piccoro.
Llamando la atención de los supiestos cabecillas del bando de mafiosos.

—No, la verdad solo a uno, el otro escapó, no alcanzamos a detenerlo.
Pero a ese que atrapamos ya pronto estar aquí tras las rejas. Eran unos fugitivos por lo que estuvimos investigando. Así que iremos en busca del otro— dijo Piccoro obteniendo la total atención de los "cabecillas".

—¡Entra ahí!— se oyó la voz del oficial Nail.

Todos los presentes miraron hacia donde provenía esa voz. A lo que vieron como el policía empujaba del brazo al supuesto arrestado, Vegeta.

Rápidamente abrieron la celda y lo ingresaron de un empujón junto a los dos hombres que miraban todo con total atención.

—¡Malditos!— gritó Vegeta golpeando las rejas.

Después de unos minutos de silencio, Piccoro se acercó a la rejas y miró seriamente a Vegeta, quien lo encaró de la misma forma.

—Estarás aquí un largo tiempo, sabandija, así que acostúmbrate— amenazó Piccoro encarandolo un par de segundos más. Vegeta solo le mantenía la mirada.

Piccoro dio media vuelta para atender a la llamada entrante que tenía.
Al estar tan cerca de la reja y supuestamente distraído, Vegeta sigilosamente sacó su brazo por entre medio de la reja. Llegó hasta el cinturón de su superior y con cautela tomó las llaves que abrían aquella celda.
Todo bajo las miradas atónitas de los "cabecillas".

Piccoro al terminar esa supuesta llamada se da media vuelta para encontrar a Vegeta de la misma posición, aún fulminandolo con la mirada.

—Bueno, me retiro, para que se vayan conociendo, ya que al parecer a todos aquí les espera un buen tiempo encerrados— fue lo último que dijo Piccoro y rio.

Todos se contuvieron en no responder.

Vegeta esperó a que Piccoro se fuera, ya que era el último policía que quedaba allí abajo.
Al ver que ya nadie estaba cerca y solo había silencio en aquella celda. El peli flama sacó las llaves y abrió lenta y silenciosamente la reja.

—¿Vienen?— preguntó el pelinegro a los compañeros de celda.
Ellos solo asintieron y siguieron al infiltrado mordiendo el primer señuelo.

—Conozco bien este lugar, dígamos que ya he estado aquí un par de veces— dijo Vegeta sonriendo de lado.

Hicieron lo posible por escabullirse y que nadie los vea. Como parte del plan, Vegeta los guió hasta meterse a los baños y por la ventana que está arriba salieron, hasta llegar al estacionamiento.

Vegeta vio el carro que Piccolo había conseguido para fingir la escapatoria. Se acercó y rompió los vidrios con su puño.

—Súbanse rápido, que ya no tardan en darse cuenta de que no estamos—

Los dos hombres de gran musculatura asienten y suben rápidamente.

Al poner en marcha él vehículo, suena una alarma y pese a eso comienza la "persecución policial".

A lo que Vegeta ríe y acelera a fondo.

—Vaya, se nota que ya has hecho esto ¿O me equívoco?— habló por fin uno de los sujetos.

—Un par de veces, sí—

El otro sujeto, el cual no había dicho nada en todo él camino, al ver bien al peli flama, le habló a su colega e hijo en él oído.

—¿No crees que este sujeto es idéntico a Veldok?— señaló disimuladamente a Vegeta.

—Mmm ahora que lo mencionas, es cierto, pero supongo que es pura coincidencia, igual tienen mucha diferencia— aseguró él hijo y colega de aquel hombre.

Alrededor de quince minutos después perdieron de vista a los policías y Vegeta se estacionó en un lugar lejano y solitario.

—¿Cuál es tu nombre?— preguntó uno de ellos.

—Zarp Izuma ¿Y ustedes?— preguntó Vegeta en tono serio.

—Él es mi padre, conocido como King Cold. Y mi nombre es, Freezer Cold— se presentó con una sonrisa ladina.


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InfiltradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora