Capitulo I

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En una gran mansión en inazuma había un Doncel de cabellos verdes que escuchaba como su madre le gritaba a su padre decidiendo qué se iría, está en su mano portaba una pulsera de color plata ya que tanto las mujeres como Doncel tenían que usar una pulsera de oro, plata y bronce. Esto demuestra el nivel que representan tanto en tareas del hogar como lo bueno para poder concebir aún hijo.

??: no puedes irte así nada más Ayame que hay de mido el aún necesita a su madre - hablo un hombre de piel morena, ojos negros y cabellos negros el cual estaba colérico, el niño veía su padre gritarle a su madre, mientras esta empacaba sus cosas.

Ayame: entonces deja que venga  conmigo, yo soy su madre Orux - hablo una mujer de piel blanca, ojos verdes, cabellos verde que era lo único que su hijo tenía de ella - además crees que no se que tienes un hijo con sakura y que por ello te pierdes cada seis meses - hablo sería aquella mujer de cabellos verdes, la cual en su mano mostraba una bella pulsera de plata.

Orux: no dejaré que te lleves a mi hijo - hablo acercándose a ella molesto. - si sabías lo de sakura entonces porque te quedaste - pregunto aquel hombre soltando su brazo.

Ayame: porque mi hijo me necesitaba y ahora que estás con ella yo también puedo ser feliz Orux, sabes mejor que nadie que tu y yo no nos amamos y que sólo estábamos juntos por nuestros padres ahora ellos no están y podemos comenzar de nuevo - hablo ella tomando las manos del que era su esposo.

Midoricawa: MAMI..no puedo dormir - en ese momento la puerta se abrió mostrando aún Doncel de cinco años el cual vestía una pijama verde, su madre simplemente se acercó a él y le dio un beso en la frente. - ve a tu habitación cielo - el pequeño obedeció y fue hasta sus habitación en donde se acostó de nuevo en su cama. De tanto esperar el pequeño cerro sus ojos, pero pudo sentir unos cálidos labios en su frente.

Orux: todo estará bien mido te lo prometo - eso fue lo último que escucho, porque finalmente se quedó completamente dormido.

Los días pasaron y la madre de aquel pequeño Doncel se había ido sin mirar hacia atrás, su padre estaba preocupado el ya no comía, no reía no jugaba, simplemente el ya no era el. Una bella mujer entró ha la residencia y con ella estaba un pequeño mayor que el Doncel pero era idéntico a su padre sólo que su piel blanca predominaba en el.

Sakura: hola pequeño - hablo aquella mujer de cabellos rosados, ojos jade, piel blanca y hermosas curvas que en su brazo mostraba una bella pulcera de plata. - tu padre me ha contado mucho de ti - esa mujer intento acercarse y el pequeño simplemente se escondió detrás de su padre.

Orux: Osamu ven para que veas a tu hermano - aquel niño de cabellos negros se acercó a él y lo miro de forma evaluativa.

Osamu: es hermoso padre - hablo con una sonrisa - debo de cuidar de él verdad - pregunto aquel pequeño, mientras seguía mirándolo.

Orux: así el es un valioso tesoro - hablo aquel hombre desde aquel día las cosas cambiaron en la casa, para el pequeño ruuji midoricawa.

No muy lejos de esa residencia estaba la de los fubuki, ellos tenían dos hijos Donceles lo cuales emparejar y por ello siempre iban a las fiestas de juegos de las más grandes familias, y es porque desde siempre han buscado lo  mejor.

Sra fubuki: Shirou cielo debes de intentar hablar con las personas, mira a tu hermano el apenas es menor que tu y ya tiene una cita de juegos con uno de los herederos afuro - hablo con una sonrisa triste su madre, está en su mano portaba una pulsera de plata lo cual indicaba lo acta que estaba para su hogar.

Shirou: lo siento madre - hablo el pequeño a punto de llorar.

Sr fubuki: ya deja lo en paz no importa si mi Shirou no se casa yo lo cuidaré - hablo su padre que era su viva imagen con la diferencia de que el tenia los ojos naranjas de su hermano menor.

Sra fubuki: no lo consientas si el sigue así no tendrá nivel y ningún hombre o hermafrodita lo querrá - hablo una mujer idéntica a su hermano sólo que ella tenía sus ojos grises, los cuales lo veían con enojó.

Shirou: lo intentaré hacer mejor mamá - el pequeño sólo abrazo a su hermano el cual se había quedado dormido.

En el cementerio de inazuma estaban el pequeño sakuma, junto a su tio el cual lo apoyaba porque con apenas cinco años había perdido a sus padres en un incendio, el pequeño no dejaba de llorar por su madre.

James: mi pequeño pingüino todo estará bien tu tío está aquí y no dejaré que nada te pase - hablo aquel señor el cual era idéntico a su hermano, piel  morena, cabellos azules claro y sus ojos de color azul lo diferenciaban.

Sakuma: mi...mami...- dijo apretando a su tio, tanto fue su llanto que terminó dormido en los brazos de su tío.

De un estudio de danza salía una mujer de nivel bronce la cual arrastraba a un niño de cabellos azules, puesto que el había sido regañado por su maestra por cometer un error en un gran jete .

Madre: debes ser perfecto - hablo sería aquella mujer que tenía una pulsera de bronce, por lo que había escuchado de su padre el bronce era nivel más bajo que había.

Kazemaru: madre yo lo intenté - dijo llorando y es que aquella mujer era la madrastra de kazemaru, pues tras la muerte de su madre, su padre se había vuelto a casar.

Madre: no quiero que  tú padre te vea llorando, dirá que eres débil así que limpia tus lágrimas ahora - dijo aquella mujer soltando su mano para que el limpiará sus lágrimas.

Con el pasar del tiempo los Donceles eran llevados por sus padres a las reuniones sociales en donde los más grandes candidatos para prometidos, pero ellos no les prestaban atención y sólo se alejaban.

En lo más profundo de un jardín estaban escondiéndose unos Donceles pero ningúno de ellos se dio cuenta de la presencia del otro.

Midoricawa: ¿quienes son ustedes? - hablo un niño con una voz casi rota el cual jugaba con los rosales del jardín.

Sakuma: mi nombre nombre es sakuma...mi..tío me trajo a jugar - dijo aquel pequeño apretando la punta de su vestido con fuerza, pies desde la muerte de sus padres nunca había convivido con otros niños.

Kazemaru: mi madre me ordenó a jugar con los niños que daban miedo - pobre chico estaba llorando un chico de banda naranja le había quitado su muñeca.

Shirou: porque mejor no jugamos - dijo el pequeño de cabellos plateados con una dulce sonrisa, pero la verdad era que su hermano lo había dejado solo para ir hablar con el chico que parecía una niña.

Los padres de los niños con el tiempo decidieron no llevar más a sus hijos a esas reuniones, debido a que ellos siempre se alejaban del grupo y se iban a jugar.

Era demasiado grande el deseo de sus padres, el que sus hijos llegarán a tener el nivel de plata, puesto que el nivel de oro era muy difícil de conseguir.

Para poder conseguirlo se tiene que cumplir un gran requisito que ningún hombre Doncel y mujeres no poseen.

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Mi unico y Gran Amor (DONCEL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora