Rolling Stone no se enreda a la hora de describirse: sarcástica, realista, de mala suerte y descomplicada. Y fabulosa, por supuesto ella no deja pasar "fabulosa" o cualquiera de sus sinónimos a la hora de describirse.
De hecho, Lyn no se enreda co...
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Yo intentando justificar que no pude aguantarme ASJAJWWSADGH. Van tres capítulos en cuatro días, shame on mi fuerza de voluntad :')
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Nataly se ofreció a llevarme hasta mi casa y como tenía cero dinero para autobús, cero ánimos de caminar y muchísimas ganas de platicar con ella, acepté. En el camino me preguntó cómo es que había terminado durmiendo en el suelo; le conté todo sobre el castigo de Ferguson y le platique sobre algunas otras de las muchas barbaries perpetradas en mi contra por esa terrorista de la diversión. Nataly estaba incrédula, totalmente comprensible, mis historias con esa "mujer" son inverosímiles.
Cada viernes nos quedamos a dormir en la casa de alguna, ese día nos correspondía la casa West, tras largo rato pensándolo y decenas de razones para no invitarla, al final nada me detuvo, terminé incluyéndola a nuestra pijamada con la excusa de que mis amigas le corroboraran las historias.
Ella aceptó encantada. Llamó a su madre para pedir permiso, y aunque estaba reacia pues no me conocía, a la final, después de mucha insistencia y de prometerle que llamaría para avisar cómo estaba, aceptó dejarla ir.
Me resultó extrañamente sencillo decidirme a presentarles a mi linda rubia y a mi otro yo. Tengo poquísimos amigos; conocidos bastantes, pero me sobran dedos de las manos para contar a los amigos verdaderos e incondicionales, y los valoro y protejo tanto como los amo. Por eso me sorprendió encontrarme invitando a una extraña a que conociera a Juls y Tina, una loca corazonada mía no significa que Nataly fuera tan única ni que mis amigas se sintieran como yo respecto a Nat.
Al llegar a la casa de Martina, ella, Juls y Gina estaban impactadas de ver que iba acompañada. En la habitación de Tina les expliqué lo que pasó, todo ese rato Nat permaneció callada. Después de un montón de burlas sobre mi estupidez por dormirme en el suelo, Juls le obsequió una amplia sonrisa, la abrazó brevemente mientras le agradecía por ayudarme y le dio la bienvenida a nuestro grupo.
