CAPÍTULO 25

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23 de mayo de 2014


—Repitémelo —digo, intentando comprender qué demonios sucede.

Hoy fui a merendar a la casa de Jayden, cuando iba de salida revisé mi celular, estuve apunto de dejarlo caer al suelo cuando vi la cantidad de llamadas y mensajes de texto. Justo en ese momento entró otra llamada de Nataly, todo fue rápido y confuso, lo único que logré captar a medias fue "Isabella secuestró a un niño". Inmediatamente me dirigí a casa de Martina y ¡oh sorpresa! Un niño desconocido de unos 8 años se encontraba durmiendo en el sofá apoyando su cabeza en las piernas de Georgina.

—¡¿Qué parte de secuestro no entiendes?! —si tuviera que describir ahora a Nataly, la llamaría histérica. Jamás la había visto tan alterada.

Martina rueda los ojos. Ella está sentada en el brazo del sillón con los brazos cruzados, como si no acabara de raptar a un niño de quién sabe dónde.

—No es secuestro. Secuestro es cuando se llevan a una persona en contra de su voluntad.

—¡¿En serio me estás diciendo que un niño quería que te lo llevaras?

—Baja el tono —la reprende Tina—, lo despertarás.

Todas miramos al pequeño que duerme tranquilamente.

—No sé cómo terminas metiéndome en estas situaciones —Gina suspira mientras acaricia la caballera del niño.

—Esto es exceder el límite —digo en voz baja, temo despertarlo—. Siempre has hecho locuras, pero esto... —Martina...

No es hasta que lo digo que me percato. La rubia me interrumpe, sospecho que lo hace por la mención de su nombre que por mis palabras:

—Iba a llevarlo a la estación de policía, lo juro —ella suspira, parece triste—. Él me pidió que no lo hiciera, me dijo que tenía sueño. No iba a dejarlo en la calle —me observa con fijeza, algo en su mirada en salvaje, retándome a que me oponga.

Creo que ella podría morder y desgarrar ahora como lo haría una mamá osa.

—Ela —Juls habla suave, intentando no alterarla—, por favor explícanos de nuevo cómo llegamos a esto.

La involucrada bufa, como si le estuviéramos pidiendo repetir la historia de cómo adquirió un centavo y no a un niño.

—No es difícil de entender: estaba en la casa de reposo, Mary tenía sed así que baje a la cocina para traerle algo de beber, entonces descubrí a un niño robando comida.

—¿Y tú sólo decidiste traerlo a tu casa como si nada?

Martina me da una de esas miradas de "púdrete" que sólo ella puede dar.

—¿Esperabas que lo dejara ahí robando comida? —me responde de forma hostil.

Mido muy bien mis palabras antes de hablar, es mejor ser meticulosa y precavida con lo que diga, Tina está muy sensible.

—No sabes nada de ese niño, Isabella. Puede que alguien lo esté buscando.

—Si fuera así no tendría que robar comida.

—Eso no lo sabes.

—Escucha, Rolling, yo estudio Asistencia social, ¿sí? Un niño con un buen tutor no confiaría tan fácilmente en cualquiera —mi amiga observa al niño con pesar—. Tuvo suerte de encontrarse conmigo y no con uno de los muchos putos locos que andan merodeando por ahí.

—Esto no está bien —habla Nat.

—Nataly, ya despierta, ¿quieres? Que tú vivas en un mundo de algodón de azúcar no significa que esa sea la realidad. Un niño solo no sobrevive en las calles.

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⏰ Última actualización: Aug 15, 2019 ⏰

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Más Allá de los Temores (PC #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora