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Habia bebido para adormecerme el miedo de que no viviera más.
Se habían quedado en la habitación esperando con la mirada perdida y con la yema de sus dedos cosquillando en recuerdos de como se sentían sobre su piel. Y la tristeza de no sentirlo nunca más.

Entoces frente a él como un espejismo estaba la menuda figura de ella observando. Como un despertado grito de ayuda de lanzó a ella para esconderse entre sus brazos, con el cálido aliento bañado en alcohol y la petición de promesa que no le dejara nunca, nunca.

- Prometelo ______ juralo.- la tomo de las mejillas para que lo viera a los ojos, Jungkook estaba tan roto en ese momento, tan desesperado de esa calida piel y gemidos lentos.- Eres lo único que tengo.

- Lo juro.

Oh... cariño no deberías jurar en vano porque Dios lo ve todo y el deseo de sus cuerpos no se esconde bajo aquellas sábanas. Deberías saberlo.

- Te podré esto en los ojos.- se aseguró de no moverse. Mietras Jungkook aseguraba la tela cubriendo sus ojos. Estaba de rodillas en la cama mirando hacia la cabecera, desnuda sólo con sus características bragas de encaje, con moños o diminutas rosas. Y cuando levato la vista antes de ser privada de la visión vio un rosario colgado en la estructura de madera de su cama, una brisa le recorrió la espalda y sus pesones se endurecieran de manera dolorosa y placentera. Que raro había sido aquello.

Le beso el cuello, y le dio la vuelta, la recosto letamente sin lograr acoplarse a su cuerpo del todo, entre besos y roses no se percató que Jungkook astutamente había dejado sus manos sobre su cabeza para ágilmente atarle las muñecas.

Se sintió incómoda, y comenzó a aplicar fuerza contra las ataduras, mietras tenía las mejillas sorrojadas.

- Jungkook.- se había separado de ella para poder quitarse la camiseta junto a sus pantalones mirando el cuerpo que tanto lo había despertado, aun bajo el embriagado alcohol y la excitación.

Se subió a la cama nuevamente, y con los labios entre abiertos acarició su piel dejando su caliente aliento a alcohol, desde su ombligo asta la cara interior de sus piernas.

La vio con las mejillas rojas y boquendo por aire de manera discreta.

Tortuosamente se dedicó a delinear sus pliegues por ensima de la ropa con un tacto mínimo un único dedo.

Quería que alzará las caderas, que su cuerpo le demostrará que era lo que necesitaba.

Pero no decía nada, se mordia el labio, aceptando lo que él quisiera darle. Bajo su ropa asta los tobillo y se llevó los dedos a la boca para mojarlos con su saliva a la misma vez que se saboreava de pequeños rastros de excitación, soplo y ahora sus dedos no están cálidos, estaban fríos, y los deslizó desde su rosada entrada asta asta el monte se venus abriéndose camino entre sus húmedos pliegues.

- Ah...- se sintió avergonzada y se aferró más a las telas que le sostenían las manos.

Era nuevo, no veía, sentía y se sentía diferente, el hecho de la incertidumbre de no ver el próximo moviento lo hacía intenso.

Podía sentir su respiración y su fuerte cuerpo ensima del de ella pero no lo podía ver, de cierta manera también se sentía expuesta, no se podía aferrar a sus anchos hombros.

- Jungkook .- un hilo de voz que le costó trabajo modular. Pero no le contesto. No diría ni una palabra esa noche. Ese era un castigo, porque a las niñas descendientes se les castiga. Y con malicia le apretó sutilmente los pesones, arqueo la espalda dejando sus firmes pechos a la altura de la boca de Jungkook, que no perdió tiempo en lamer chupar, ahora no lo hacía todo con delicadeza ahora lo hacía con brutalidad, y se sintió tan avergonzada de que eso le estaba gustando.

Jungkook se bajo el elástico de su ropa interior y dejó salir su polla más que dura, asta le era doloroso, su pene caliente y marcado por las venas que le rodeaban.

Se escindió en su cuello y con la punta de su falo se dedicó a masajear su centro externamente sin profundizar las tortuosas estocadas, y para ello hacia un esfuerzo realmente enorme.

La vista era fabulosa para el y el sonido de sus tímidos gemidos de decían que de una vez la embistiera con todo. Pero a las niñas malas se les castiga.

Siguió de esa menera, el ritmo aumentaba y las sensaciones el los cuerpos de ambos estaban haciedo estragos, el cuerpo de ella estaba sufriendo espasmos. Se dio cuenta de eso y bajo la velocidad, y podría jurar que se había quejado de ello, cosa que le provocó una sonrisa torsida mietras la veía sostenerse con fuerza de la cama y con el ceño fruncido.

Lento muy lentos y luego nada.

Jungkook se deleitó de la piel que tanto amaban, sudada y brillante mietras se masturbaba tan cerca de su centro, mietras ella quería chichar ante la incomodidad en su interior, de un momento a otro había comenzado a sudar más y se respiración era irregular y sin darse cuenta lo que Jungkook esperaba. Que agitara sus caderas para encontrarse con él, pero se lo impidió.

Se siguió dando placer mietras que con la otra mano se ocupó de sostener su cuerpo y con su boca morder su cuello.

Y se liberó, su tibia esencia le bañaba los muslos, que escena tan obsea tan deliciosa.

- Jungkook y se nuevo no respondió.

Se subió la ropa interior y luego las braguitas de ella. La desató y se encontró con unos ojos llorosos de frustración.

Le beso los labios y luego la nariz.

- No hay orgasmos para las niñas malas.- le dio una brillante sonrisa de esas que sólo Jungkook sabe dar y se fue de la habitación.
Pero recordó algo y se dio la vuelta.

- Estas castigada _______.- se revivió el cabello y ahora se manera definitiva dejó la habitación en dirección a la suya.
Dejando a una chica semi desnuda con las mejillas rojas, labios hinchados y las piernas hechas un desastre.





Capítulos seguidos porque las amo ♡♡♡
Aquí dejó otro cap con mucho amorsh... Muchos cariños...

Pecados(Bts Hot) Jungkook- Yoongi- TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora