Capítulo XII

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—Y eso es lo que te quería contar.

Finalizó diciendo la castaña mientras veía la cara del albino que estaba mirando serio el suelo. Ya le había contado todo sobre el cambio que ella había hecho. Estaban en el primer receso, en la azotea al tiempo en que Shu Kurenai entrenaba Beyblade.

—Entonces... ¿tú quieres que conozca a tu primo?— preguntó para asegurar.

Ella asintió, para luego esperar una respuesta afirmativa de parte de su novio.

Shu alguna vez había conocido a Suke, ya que este vivía en otra parte de Japón y sólo iba de visita a casa de su prima muy pocas veces. Por eso, el albino sentía un poco de nervios ya que _____ hablaba de su primo como si fuese su hermano mayor. Mayor lo era e incluso llegaba a ser un poco celoso, le había contado la castaña. Si lo impresionaba, de seguro lograría una afirmativa de su parte.

Sonrió de costado mientras recogía a Spryzen del estadio. Luego la miró a ella y asintió. _____ sonrió de oreja a oreja mientras daba pequeños saltitos y se abalanzaba a abrazarlo.

—Eres el mejor Shu, te quiero...

—Yo te amo— dijo el albino a la vez en que apoyaba una de sus manos en la espalda de la chica para acercarla más a él.

—Yo igual...— sonrió tímidamente la de ojos verdes mientras sentía que su cara comenzaba a calentarse un poco.

Se separaron y la bailarina le dio un beso en la punta de su nariz para luego alejarse y dirigirse a las escaleras, ya que en cualquier momento iba a sonar el timbre y ella llegaría un poco tarde por lo de su tobillo. Shu vio como se alejaba de a poco mientras sonreía tiernamente. Y volvió su mirada a su Bey. En dentro de unos días empezaban los torneos de Beyblade, y él ya estaba inscripto.

Su sonrisa se borró al recordar que su mayor rival se encontraría allí. Quizás, lo más probable, es que se encuentren en la final. Y ya sabía cómo terminaría todo. Así que se puso a pensar en no contarle nada a _____, no quería que lo viera como un perdedor en las finales. Guardo a Spryzen en un bolsillo al escuchar que el timbre comenzaba a sonar. Y tomó rumbo a las escaleras, para luego, dirigirse a su salón.

[...]

_____ Hayashi se encontraba regresando a casa a paso apurado, pero con cautela de no reforzar tanto su tobillo, sino haría empeorar la situación. Estaba apurada ya que su madre la llamó avisando que Suke Hayashi ya había llegado, antes de tiempo. Ella lo esperaba, pero tampoco tan repentinamente.

Al llegar abrió la puerta, y divisó que en el sillón del living se encontraba sentado su primo con su cabellera negra y sus increíbles ojos verdes mirándola. Le dedicó una sonrisa mientras se paraba y la esperaba para un abrazo. Se acercó y entre ambos se abrazaron.

—Cuanto has crecido, enana— dijo gracioso mientras se separaba y me miraba de pies a cabeza.

—Cállate, grandulón— dijo a la vez en que rodaba los ojos con una sonrisa divertida.

Suke era un chico de la misma edad que _____, pero mayor por unos cuantos meses, cerca de un año. Era muy alto, incluso más que Shu Kurenai. Vestía con ropa de color bordo y con un cinturón de color blanco en el cual cargaba su lanzador y a su Bey: Drago Rush.

[...]

Luego de almorzar, ambos primos se dirigieron al living a platicar un poco. Más que nada, Suke, prefería hablar de Beyblade que de otra cosa. A _____ le gustaba ese tema pero en público hacia como si no supiese nada.

Aproximadamente una hora, llamaron a la puerta. La castaña se levantó para ir a recibir al invitado mientras que su primo se paraba y se quedaba viendo la puerta curioso desde su lugar.

Al abrir, la bailarina sonrió. Abrazó al albino a la vez que éste respondía el abrazo. Se separaron y lo dejó pasar. Al hacerlo, la sonrisa de Shu desapareció al ver al de cabellos negros parado en medio de la sala, con una expresión de pocos amigos.

—Shu, él es mi primo del que te hablaba: Suke Hayashi— le sonrió mientras lo veía preocupada por el cambio repentino de la expresión de su novio, y volvió a ver a su primo que le brindaba una pelea de miradas a Shu Kurenai.

Borró su sonrisa para tratar de verificar que era lo que sucedía, un poco preocupada.

[...]

Shu y Suke ya llevaban un largo rato mirándome de mala manera. Incluso después de haberse sentado. El ambiente para _____ era muy incómodo, no tenía ni la menor idea de que era lo que pasaba por sus cabezas. Mientras tenía su mentón apoyado en la palma de su mano, su codo reposaba sobre una de sus piernas.

—¿Acaso se gustan?— preguntó para hacerlos reír por lo menos y que el aire cambiese un poco.

Pero ambos chicos la miraron desconcertados provocando que ella sonreía inocentemente con los ojos cerrados. Rodaron los ojos y bajaron la mirada al suelo, mientras que se cruzaban de brazos.

—Pero en serio, ¿qué les sucede?— preguntó a la vez en que se paraba y los veía a ambos como una madre regañando a sus hijos.

—Es una larga historia— dijo serio el albino mientras tenía el ceño fruncido.

—¿Puedo saberla?

—Sinceramente no es tan larga la historia con éste "Supremo"— dijo haciendo comillas en esa palabra el más alto, haciéndole burla al otro muchacho. Éste, levantó la mirada muy enfadado, en cambio la chica levantó una ceja viendo a su primo.

—¿Igual puedo saber de qué se trata su "rivalidad"?— dijo esta vez ella, haciando comillas.

El albino suspiró.

MI ALBINO PREFERIDO |Shu Kurenai y tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora