Capítulo XIV

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—Está bien, está bien... mucho afecto frente a mí. Detesto eso— dijo arruinando el momento Suke con los brazos cruzados detrás de ellos.

Shu y _____ se separaron mientras se veían con una gran sonrisa.

[...]

Estuvieron un rato más mientras que los chicos estaban jugando al Beyblade y la muchacha los veía sentada bajo un árbol. Hacían apuestas y la mayoría las tenía que pagar Suke por perder una ronda. _____ reía de todo el ejercicio o ridiculeces que hacía su primo por perder.

Sorprendentemente, el de cabellos negros logró ganar una sola vez desde que habían comenzado, claramente el novio de la castaña se dejó perder. Festejaba como nunca antes y le puso de castigo al albino que lo veía con una sonrisa sarcástica, dar una vuelta completa al parque corriendo. Éste aceptó y salió corriendo para apurarse a tener otra batalla con su nuevo amigo.

—Oye, _____— la llamó su primo, sacándola de su trance de ver a Shu alejarse corriendo.

—Dime.

—¿Acaso perdiste a Samurai Pegasus o ya no juegas?

La pregunta de Suke la sorprendió, pero sabía que él no estaba enterado de su secreto.

—Por favor, no le digas a Shu que entreno Beyblade, es lo único que te pido...— dijo mientras sacaba de uno de sus bolsillos a su Bey y lo observaba con pesar.

—¿Sucedió algo interesante mientras no estaba?— preguntó a la vez en que se sentaba a un lado de ella y la veía con preocupación.

—Nada importante... simplemente miedo al rechazo social— dijo mientras apretaba a Pegasus entre una de sus manos, como para no perderlo.

—Sabes que la gente ignorante crítica estupideces. No hay nada de malo que una chica tan buena como tú, practique este juego increíble— intentó levantarle el ánimo, y lo logró al ver una sonrisa de parte de ella.

—Pero igual necesito que no se lo digas, ¿promesa de primos?— dijo mientras extendía uno de sus meñiques y era tomado por un meñique de parte de Suke.

—Promesa de primos...— dijo mientras sonreía y escuchaba pasos acercarse a ellos.

Se levantó y divisó como Shu llegaba y se apoyaba contra el árbol jadeando luego de correr sin calentar primero. _____ alzó la mirada a verlo con una sonrisa. Éste apenas podía mover una comisura de sus labios, por tratar de retomar el aire.

El más alto se cruzó de brazos mientras se reía del albino y comenzaba a burlarse diciendo que él no podía aguantar dar una corta vuelta por el parque. Shu rodó los ojos con diversión y se enderezó para tomar a su Bey que seguía en la arena. Y lo guardó en su cinturón, para luego ver a Suke.

—Fue un gusto enfrentarme contra ti, pero debo irme...— se despidió haciendo un asentamiento con la cabeza y volteó a ver a la castaña que se había parado para despedirlo —. Nos vemos mañana, linda...— susurró lo último mientras se acercaba a darle un beso en la punta de la nariz.

—Está bien— dijo risueña —. Nos vemos mañana, Shu— dijo y el albino comenzó a dirigirse a su casa.

Dejando a los primos solos.

—Yo también tengo que irme enana. Pero primero te acompaño a casa— dijo con una sonrisa a la vez en que se acercaba a ella, se daba vuelta y se agachaba para que _____ se subiera a su espalda.

Ella asintió y subió para que la llevase a su hogar. Suke era atento con lo del tobillo de la de ojos verdes, y no quería que lo forzara demás, aunque eso no le había importado en su carrera de ida contra Shu. Y mucho menos se preguntaba cómo había hecho para llegar hasta ese lugar. Es pocas palabras, era y no atento.

Mientras caminaban devuelta a la vivienda de la bailarina, Suke le hacía preguntas incómodas, exactamente para eso, incomodar a _____:

—¿Ya se han dado su primer beso?

—N-no...

—¿No te ha visto de forma extraña?

—C-claro que no... ¿Por qué lo haría?

—¿Ya lo han hecho?— dijo con gracia y picardía, ignorando la pregunta de _____.

—¡No! ¡Y si lo hiciéramos igual, no te contaría!— gritó totalmente sonrojada para luego darse cuenta de lo que dijo y miró para todos lados avergonzada, y no había nadie más que ellos, con suerte. Pero de igual manera se moría de la vergüenza.

Suke se disponía a reír mientras seguía caminado. La castaña ocultó su cara en la espalda de su primo a la vez en que intentaba olvidar lo pasado, pero era inútil.

Al llegar a la casa de la chica, Suke le indicó que tenía que partir de inmediato, y la bajó de su espalda. Se despidió de ella para luego irse riendo solo, parecía un loco.

_____ Hayashi rodó los ojos y se sentó enfrenté de la puerta mientras intentaba tranquilizarse y no seguir colorada por culpa del de cabellos negros. Y, a cada momento, aparecía la imagen de Shu, haciéndola sonrojar más.

Se asomó por la ventana y divisó que no había nadie en la sala y tampoco en la cocina. Tenía oportunidad de llegar al baño y mojarse la cara con agua helada.

Abrió la puerta a la vez en que corría en dirección a la parte de la casa que había pensado ir. Al entrar, abrió la canilla para lavarse la cara. Al enderezarse y cerrar el grifo, se vió en el espejo como le caían las gotas de agua, y sonrió tontamente al recordar que le había engañado a su primo de que no había dado su primer beso.

No había sido en esos tiempos, sino cuando era más pequeña.

MI ALBINO PREFERIDO |Shu Kurenai y tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora