Capítulo XVII

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[...]

Valt y sus hermanos iban cada día a visitar a _____, mientras que ésta le enseñaba a mejorar sus lanzamientos y su lazo con su Bey. Lo hacía hacer varios entrenamientos, algunos eran parecidos a lo que la castaña hacia cuando se preparaba antes de bailar. Siempre iban al parque y, allí, practicaban el lanzamiento del de cabellera azul, que poco a poco iba mejorando. Hasta que sólo faltaba un día para el comienzo.

—¿Segura que no participarás?— volvió a hacerle esa pregunta el chico mientras la veía esperanzado así volvían a enfrentarse.

—Lo siento Valt... Lo haría, pero hay razones personales y mí tobillo. Un buen lanzamiento necesita la fuerza de todo el cuerpo— sonrió mientras despeinaba sus cabellos.

—Ah... Ya comprendo— asintió para luego voltearse a ver quién se les acercaba.

La sorpresa fue grande al encontrarse con Shu, no lo habían visto en días, y aparecía de la nada, en medio de su entrenamiento diario. Se detuvo a saludarlos para luego ir a donde la castaña y darle un beso en la mejilla, haciendo que sonriera.

—¿Dónde estabas?— preguntó _____ al tiempo en que lo veía.

—Estaba ocupado, por eso no vine a visitarte. Lo siento— se disculpó mientras la abrazaba por los hombros y quedaba lado a lado.

—¿Acaso entrenabas para el torneo de Beyblade? ¿Aún sigue en pie nuestra promesa de enfrentarnos en la final?— preguntaba el menor de altura con esperanza de que ambas respuestas fueran afirmativas.

Al principio llegó a dudarlo en responder a esas preguntas delante de la chica. La miró, y vio que ella también lo hacía. Observó hacia otro lado mientras negaba con la cabeza, haciendo que el otro blader, bajase la cabeza desilusionado.

El sonido de que llamaban por el celular a la muchacha, los interrumpió. Se alejó un poco y contestó. Luego de unos segundos, cortó y se acercó a ellos.

—Tengo que irme... ¡Nos vemos mañana!— dijo mientras abrazaba a Valt y luego le daba un beso en la mejilla a su novio.

Y tomó camino de vuelta a casa.

El albino vio como se alejaba y, cuando ya estaba lo suficientemente lejos, volteó a ver a su amigo un poco serio.

—¿Sucede algo, Shu?— preguntó el de cabellos azules parados.

—Necesito que le mintamos a _____ de que no participaré en el torneo. ¿Ella sabe algo de que nosotros iremos?— preguntó.

—Sí, pero si quieres le digo que ninguno participará y listo— dijo —. Pero, ¿por qué? Es tu novia y le encantaría ir a verte jugar...

—Lo sé pero... son motivos personales, ¿si?

—Sí.

—Gracias amigo— extendió su puño mientras que Valt lo chocaba con él.

—De nada compa.

[...]

—Así que... ¿ninguno participará?— preguntó la castaña mientras veía un poco extrañada a los bladers que conformaban el equipo Beigoma.

Y todos negaron a la misma vez. Ella sonrió forzadamente para luego bajar la mirada un poco decepcionada. A Shu no le gusta verla así; así que sonriendo un poco, pasó uno de sus brazos por los hombros de _____ mientras la atraía más a él, viéndola con la cabeza un poco agachada.

—Tranquila _____, ni que fuese el fin del mundo— dijo sonando divertido Daigo a la vez en que tenía sus manos, escondidas, en su bolsillos e inclinaba un poco su cabeza, con una sonrisa para animarla.

Elevó la mirada a verlo y le sonrió mientras asentía —La cosa era que quería verlos jugar en un torneo— dijo sonriendo un poco apenada para luego ver al albino que aún la seguía mirando.

—Ash... sólo lo dices porque Shu es tu novio, el resto no te interesa— dijo cruzado de brazos el rubio de cabello puntiagudo al tiempo en que desviaba su cabeza con orgullo hacia un lado, con los ojos cerrados.

Entre los novios rieron un poco para luego, _____, se alejara un poco del chico para ir a abrazar a Wakiya, haciendo sorprender un poco a éste.

—¡Suéltame!— reclamaba molesto haciendo que todos rieran, mientras que la risa de Shu no era muy escuchada, y ese motivo era un poco de celos.

—No. A ti te falta tener una novia. Así que, casanova, sal y busca a tu media naranja... o limón por tu actitud— dijo haciendo que todos rieran más, mientras que ella se separaba del rubio y lo empujaba un poco para que fuera a hacer lo que le había pedido.

Él se sonrojó y partió a dentro del edificio, solo. Daigo se despidió para ir a clases a paso calmado. Valt y Rantaro, comenzaron a irse sin darse cuenta que dejaban a Shu y a _____ a solas.

Entre ambos se miraron nuevamente, ella con una sonrisa, mientras que él, con el ceño un poco fruncido. La castaña rodó los ojos a la vez en que se acercaba a él a darle un beso en su mejilla, ocasionando que el albino arqueara una ceja.

—No seas celoso, Kurenai. Tú eres el único que tiene mi amor— le sonrió tiernamente a la vez que decía esas palabras, un pequeño sonrojo se pintaba en sus rostros.

Shu relajó el ceño para luego sonreír sonrojado y darle un beso en la nariz.

—¿Vamos?— preguntó caballeroso.

—Por supuesto...— se tomaron de las manos para comenzar a caminar, cada cual, a su salón.

Eso de mentirle, le hacía cargar una gran culpa en la conciencia. No soportaba eso el albino. No era lo que a él le gustaba. No era así. Pero no quería que la chica se burlara de él y lo dejara por ser el segundo mejor blader de todo Japón.

Cerró un poco sus ojos rojos para luego abrirlos con el ceño ligeramente serio.

MI ALBINO PREFERIDO |Shu Kurenai y tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora