-Oh por dios, mirate, esto esta cada vez peor ¿pero que te mordió?.
-No se, pero también me beso, ahg esto arde demasiado.
Tony dejo de curarle el cuello a Strange, con los pasos que el doctor le daba, para levantarle el rostro y mirarlo fijamente.
-Esos labios son míos, nadie más tiene derecho en tenerlos ahora, solo yo, al igual que tú cuello o tú cuerpo.
Strange agarro la mano de Tony, comenzando a besar su palma, para luego jalarlo hacia él, haciendo que se sentará en sus piernas, abrazandole lentamente rodeando sus brazos por la cadera y apoyando su cabeza en el hombro del genio.
Tony sentía la respiración de su ahora pareja, el calor y el cosquilleo que le daba la sensación de estar así, semi-desnudos. Aunque también le calmaba su modo sutil y amable del hechicero, también le preocupaba esa marca, quien hubiese sido o lo que hubiera hecho, quería a Stephen, su ahora Stephen, que por fin se decidió y se dejó de mandarle a la friendzone, a la vez que se decide sucede esto, Peter lo hizo más joven, pensó que había perdido la memoria, y sinceramente se desesperó al sentir que el hechicero podría irse de su vida, que lo quería lejos, realmente le dolió esa jugada que Stephen había hecho, pero sabia que se merecía esa prueba que le había hecho, ya que también le hizo sufrir, este le había dicho que le amaba y no se lo había tomado enserio por el hecho de lo que Rogers le había dicho, lamentablemente había veces que se dejaba llevar por las palabras del capitán.
-Ya sabes mi respuesta Tony, aunque es tierno escucharte posesivo hacia mi persona, sinceramente me pone feliz que admitas que me tienes en cuenta.
-Como para no tener en cuenta a este hechicero supremo que ahora está joven, pero siempre galán, con esa voz grave seductora, inteligente, rebelde, aunque más responsable que cualquiera, me encanta que pienses en buscar una segunda manera sin que eso conlleve a matar... Eres tan amable hasta con quiénes no se lo merecen. Hay veces que pienso que no merezco todo ese amor de tú parte, que te mereces alguien mejor que yo. Por eso mismo... No me lo tome tu declaración seriamente al principio...perdón por éso.
Strange se quedó callado, Tony odiaba esos momentos en los que callaba y se hacía una pausa larga porque el hechicero parecía perdido en sus pensamientos. Corrió un poco la mirada, a lo que comprobó el sonrojo de Strange y este corrió la mirada, escondiendo su rostro en el pecho de Tony, pero no podía esconder lo acelerado que estaba su corazón al genio, por lo que aprovechó su oportunidad para seguir perturbando a el corazón enamorado del hechicero.
-¿que sucede mi amor? ¿Por que te escondes? ¿Ah cariño? Sabés tú me declaraste tú amor y no me escondí, pero no importa, te lo diré al oído como hiciste conmigo galán... Yo también te amo, se que soy terco pero no miento cuando se trata de estas cosas porque pocas veces las digo y me pongo así de posesivo, te amo, te amo, te amo, te a...
Los labios de Tony fueron callados por los labios del hechicero, que lo abrazaba con tanta fuerza pero sutileza atrayendolo a él.
-No te aproveches de mis hormonas que se encuentran fuera de control Stark.
Tony sonrió al mirar a Stephen, tenía la mirada pérdida en él, por lo que podía ver en sus ojos su propio reflejó.
-Entonces sigue mirándome así lo único que registrará tus ojos soy yo cariño. Y si, me aprovecharé de tus hormonas alteradas por un rato mas y por cierto.
El genio se acercó al otro lado del cuello del hechicero y le mordió, a lo que sintió como Stephen le clavó las uñas por el dolor que le produjo, para luego, taparle los ojos con sus manos y besarle.
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A través del tiempo
RandomStephen Strange se había convertido en el hechicero supremo, ya que era el más capacitado para ese rol que conlleva una gran responsabilidad, pero aún le faltaba demasiado que aprender y afrontar, unos demonios internos que varias veces salen del pa...