55-Una Y Otra Vez

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-la vista es hermosa.

-es un buen lugar después de todo.

-si Stephen sabe elegir buenas vistas...

-Y pensar que ya llegó el día mi querido amigo, de verte vestido de blanco, junto al hombre que tanto amas.

-si, ¿quién lo diría?, yo casandome con el hechicero Supremo, formando una familia, una vida con él, quien lo diría, ni siquiera yo lo hubiera imaginado.

-Y tienes unos hermosos hijos.

-todo es tan lindo y bueno que me da miedo que se trate de un sueño.

-no te preocupes Tony todo es tan real como el amor que se tienen.

-si lo se, pero sabes como soy mi querida Pepper, no puedo evitar preocuparme, algo dentro de mi corazón dice que esto ya lo viví...

-Tony, es un hermoso dejavu en todo caso y sabes las personas están llegando, es hora, no hagamos esperar más al novio.

-sabes que me encanta ser el centro de atención y más siendo mi momento.

El genio se acomodo su corbata, miró a su compañera y gran amiga, quien sería que lo acompañe al altar. Habían pasado los meses tan rápidamente que ahora estaría a punto de terminar una etapa, para comenzar una nueva, como el esposo de Stephen Vincent Strange, miró por la ventana por última vez antes de salir dando pasos fuera de la habitación.

Por primera vez se sentía tan grande como pequeño, los nervios recorrían por su cuerpo, además las voces de las personas que tanto aprecia se escuchaban, los latidos de su corazón aceleraba a cada momento, haciendose cada vez más rápido, era el momento, su gran momento, el fotógrafo era nada más que el pequeño Peter, que ya de la emoción le salían lágrimas de los ojos, ¿y quién podría negarlo?, llorar de la alegría es lo mejor que hay.

El genio miro la puerta que se encontraba cerrada pero dentro de esa habitación su destino se encontraba llamándolo, respiro profundamente cerrando sus ojos, para después abrirlos y mirar con seguridad, dando pasos con firmeza abrió la puerta, para encontrarse con esos ojos que cada mañana lo miraban con tanto amor.

-bien Antonhy ya no hay marcha atrás.

Pero tampoco hacía falta, porqué su mirada junto a la del hechicero conectaron como aquella vez en la que se besaron y como la primera vez en la que se enamoraron.

Sus grandiosos ojos, eso pensaba Tony y su hermosa sonrisa eso pensaba Stephen, ahora el hechicero miraba a su futuro fin viniendo hacia él.

Ya que su fin era estar para siempre a su lado, al lado de ese genio, con alto sentido del humor sarcástico y su esencia egocéntrica, pero con la misma amabilidad que pocos lograban conseguir, si pocos llegaban al corazón del filantropo, después de todo, se había sentido sólo por un largo tiempo.

Pero ahora estaba feliz de estar junto a quien esta en las mismas alturas de comprensión y cuando frenó ante él poniendose a su lado, junto a su elegante traje blanco, haciendo resaltar su traje negro, la alegría de los dos hombres era ideal e inolvidable como intensa y formidable.

Toda las personas que se encontraban en la sala escuchaba en silencio las palabras del juez de ceremonias, a Stephen como Tony se habían quedado en una burbuja que solamente se encontraban ellos dos.

-muy bien, ahora los novios dirán sus votos personales.

-la cuestión sería ¿quién empezaría?

-Y el novio.

-pero papasito Strange no es el único con traje.

-pero es el que está de negro y Tony de blanco así que es de suponer que empezará él.

Los dos se miraron como entraban los pequeños con los anillos escuchando lo que decían los demás, mientras estaban tratando de tranquilizarce.

Stephen agarró la mano de Tony, suspiró y lo miro fijamente a los ojos.

-Anthony Edward Stark, genio, multimillonario, playboy, filantropo, en especial Iron Man, sólo ahora quiero que me mires a los ojos y que me digas que pase lo que pase, tú me elegirías como yo te elegiría a ti para toda la vida, porque me gustaría hacer este instante eterno ya que mi vida, no puedo mentirme , realmente deseo sentir tus abrazos, tus besos, tu cariño, mi amor, por ti, todo vale la pena...
Por ti cada segundo de mi vida, es un motivo que sin duda alguna me da la fuerza para luchar y encontrar el camino que si alguna vez llegara a perder, me llevaría hacia donde esta mi corazón que lo tendrás siempre tú, por lo tanto Anthony aceptas estar al lado del hechicero Supremo, pero en especial Stephen Vicent Strange.

-¿eso es una pregunta o es una afirmación?, sabes Stephen Vicent Strange, la verdad hoy es el día perfecto, estas radioso con ese traje y yo estoy genio, brillante, alucinante, como siempre. Sabes que estando tan cerca los dos, los dioses están celosos de nuestro amor, que es tan perfecto como real, además desde un principio a mi siempre me volvió loco tu forma de ser, tu elegancia al andar, lo bien que enfrentas a los demás, esas palabras que empleas al hablar, lo que sabes, tu simpatía y reaccionar, esa mirada que tiene tanta seguridad, tu peinado y tu físico son genial, lo interesante y agradable que sos, tu ropa y tu estilo tan seductor. Además se que vos me amas y sabes que yo te amo, mi amor por ti es único, así que no se si desde que te vi hiciste una brujería, pero no importa, eres todo a partir de ahora, así que, si hechicero, te amo tanto que dejo mi orgulloso narcisista bien enterrado por ti, pero solo contigo, se que me equivoco pero se que contigo nunca me he equivocado y contigo estaré por el resto de mi vida.

-¿entonces eso es un doble si?

-si Peter es un doble si, así que por favor no te lleves la atención de las personas que nosotros somos los principales.

En el salón se escucharon unas leves risillas, Tony por más que quisiera no podía evitar ese genio que tanto ama ser y que el hechicero tanto anhela, pero si, era el momento de los dos, cada uno tomó el anillo correspondiente, dos anillos oro, tallados a los costados, rubíes para Tony y para Stephen esmeraldas, pequeñas en los costados y al borde, con una enorme en el centro, si Tony no acapara en gastos cuando se quiere hacer lucir, pero había algo entre todo lo que tenía que no lo podría haber comprado con nada, sólo con ser él y el cariño que le demostró, haciéndolo sentir amado, era ya sin duda el amor del hechicero.

A través del tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora