-Eh...eh... Eh.... EHHH... ¡EHHHHHHH!
-Tony amor tranquilizate, calma, calma, nada de ataques de ansiedad, respira, respira.
-¿¡COMO RAYOS QUIERES QUE ME CALME DUMBLEDORE!? ¡¿QUE ME HICISTE?!.
-Espera, yo estoy igual de sorprendido que tú, no tengo idea de como paso esto, te juro que no hice nada.
-Ahh... Por dios Strange ¿como vamos a hacer? No es uno son dos, oh por favor, esto no puede estar pasando ¡LOS HOMBRES NO NOS QUEDAMOS EMBARAZADOS!.
-Lo se, lo se, soy médico no te olvides de ello... Buscaré el modo de lidear con esta situación...
-¿¡POR DONDE VAN A SALIR?! ¡ME VOY A DESGARRAR!.
-Sin duda sería una cesárea.
-¡¿ACASO ME VAN A ABRIR COMO UN JAMON?!
-Tony cálmate.
-Voy a comer como un cerdo y voy a engordar como una vaca! ¡No PODRE PASAR NI POR LA PUERTA!.
-Tony, Tony, ya Tony.
-No podré dormir, no podré hacer mis cosas ¡VOY A ESTAR ABURRIDO SENTADO EN UN SILLÓN VIENDO TELEVISIÓN COMIENDO Y COMIENDO! ¡HASTA PARIR!
-¡ANTONIO! ¡TE ME CALMAS!
-¡NO ME DIGAS ASI! ¿POR QUE ME GRITAS? ¿POR QUE TODOS ME GRITAN? ¿POR QUE ESTOY TAN BIPOLAR? ¡NI YO ME SOPORTÓ!.
-Ya, ya, amor mírame.
Tony miro a Strange, este sonreía con cariño, la Doctora quería seguir mirando la cómica y tierna escena, pero decidió dejarlos solos, Stephen le había hecho señas disimuladamente de que saliera.
-Antes que nada... No te lo voy a negar esto me tomo por sorpresa... Y estoy demasiado contento.
-¿Estas feliz?... Pero no es algo normal...
-¿Acaso crees que vivímos en una realidad normal? Más yo que veo cada tipo de cosas todos los días... No puedo ocultarlo, te amo y esto me hace amarte cada vez más, pero si no te sientes seguro...
Tony miro a Strange, su expresión de felicidad cambio por una que reconoció y le dolió al recordar, por lo que le agarro abrazandolo.
-Si, estoy asustado ¿OK?, pero no me vuelvas a poner esa mirada de cachorro triste que me hace recordar cuando dijiste que te irías a tener una cita con Clea y me parte el alma.
-Estaba desesperado en esos momentos, ya no sabia que más hacer, si fue una medida desesperada, pero ya no sabia que hacer... Entonces...
Tony miro a Strange, este se notaba pálido y las manos le temblaban, le tocó la frente, como otras partes del cuerpo.
-¿Que sucede?...
-Estas hirviendo, tienes fiebre ¿que estuviste haciendo todo este tiempo Stephen?.
Stephen miro a Tony, sólo sonrió y se recostó a su lado apoyando la cabeza en el vientre de su pareja.
-Serán unos grandes y afortunados niños, ojala salgan con magia, así podremos agrandar el mundo de magos.
-No pienses que vas a tener ochenta hijos conmigo tratando de repoblar el mundo de hechiceros, ya bastante con dos...
-Felicidades mi playboy.
-También a ti hechicero de Disney.
-Bobo...
Strange cerró los ojos, Tony le acariciaba los cabellos, había momentos en que los cambios de humor lo hacían más tierno, pero también sabia que su pareja no se encontraba bien, le miro el rostro, estaba cada vez más delgado, al final ese maleficio parecía como un parásito que lo consumía cada vez más y más... Tenía ganas de encontrar a Mordo y matarle con sus propias manos después de que Strange se liberará de eso.

ESTÁS LEYENDO
A través del tiempo
AcakStephen Strange se había convertido en el hechicero supremo, ya que era el más capacitado para ese rol que conlleva una gran responsabilidad, pero aún le faltaba demasiado que aprender y afrontar, unos demonios internos que varias veces salen del pa...