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Una vez que salimos de la habitación, nos dimos cuenta que cantidad de estudiantes abrumaba.
Todos iban hacia una misma dirección: el comedor. Y como era de esperarse, los ascensores estaban ocupados así que no nos quedó otra opción que ir por las escaleras.
Entre toda la multitud de estudiantes perdí de vista a Hunter.
No tenía idea que diablos ocurría.
Algunos chicos que se encontraban cerca mío murmuraban cosas que no podía comprender del todo bien y otros pasaban a gran velocidad por al lado mío.
De un momento a otro me topé con varios policías tomando nota en una pequeña libreta.
Con el ceño fruncido dejé de mirarlos y me giré para dirigirme hacia el comedor pero en el trayecto me encontré a lo lejos a dos policías agarrando del brazo a dos chicos. Uno de ellos lo conocía perfectamente.
Luke.
Como buena curiosa que era, me quise acercar para saber que estaba pasando y el por qué de tanto alboroto pero me detuve quedándome en el mismo lugar cuando vi a la directora del establecimiento dirigirse a toda prisa hacia los dos policías.
Me quedé allí unos cuantos minutos pero ellos aún seguían hablando.
En un intento de querer descifrar que estaban hablando, me encontré con la mirada de Luke. Me miró unos segundos y desvió su mirada.
¿En qué lío estaba metido?
Al momento que escuchamos por los alta voces a un profesor diciéndonos que por favor despejemos el pasillo, inmediatamente fuimos hacia el comedor.
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-Buenas noches.- me despedí de Amber. Por suerte me la había encontrado entre toda la multitud y pude cenar en la misma mesa que estaba ella. Nos habíamos quedado hablando tanto tiempo que cuando eché un vistazo al reloj, ya era demasiado tarde.
