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Intrigada por los mensajes que no dejaban de cesar, me senté en el borde de la cama y me coloqué las pantuflas con la intención de levantarme, pero inmediatamente me detuve al segundo que oí un sonido constante.
Rápidamente llevé la mirada hacia la puerta y ahí fue cuando vi como giraba la perilla una y otra vez sin parar como si alguien intentara forzarla para entrar.
Por un momento se me cruzó por la mente que seguramente era Hunter pero al instante descarté esa idea.
Hunter no entraría de esa manera a la habitación.
Temerosa, me tumbé de costado sobre la cama en dirección contraria a la puerta y me cubrí rápidamente con las sábanas haciéndome la dormida.
Con el ceño fruncido y con el corazón latiéndome a todo lo que da, me paralicé cuando escuché unos pasos pesados retumbar sobre el suelo.
Tragué saliva.
Definitivamente no era Hunter.
Procurando no hacer ruido, me giré de a poco para ver quién era. Pero lo único que pude llegar a ver fue la sombra de una persona antes de marcharse de la habitación.
La contextura de la persona, me resultó familiar pero no sabía de dónde.
Al principio tuve una leve sospecha sobre Dylan, el amigo de Hunter, pero también descarté esa posibilidad porque ambos se habían ido juntos.
Sin pensarlo me acerqué a la puerta pero cuando la quise abrir, me encontré con que estaba cerrada con llave.
Con el cuerpo estremecido, busqué mi teléfono para llamar a llamar a Hunter pero al instante que me acordé que se había olvidado su teléfono en la habitación, lo dejé nuevamente sobre la mesita de noche y fui hacia su escritorio que estaba todo revuelto.
Cuando corrí la silla hacia un costado y vi como los cajones estaban salidos de lugar, llevé la mano hacia mi frente.
Si sólo los dos teníamos las llaves de esta habitación, ¿quién diablos abrió la puerta?
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Al día siguiente me desperté con un terrible dolor de cabeza.
Cuando sentí como los rayos del sol impactaban sobre mi rostro, me giré hacia el otro lado y cerré nuevamente los ojos queriendo dormir unos minutos más pero inmediatamente los abrí cuando recordé lo que había pasado anoche. Por un momento me alarmé pero luego suspiré aliviada al noté a Hunter dormido al lado mio.
Al momento que acaricié su cabello y sus ojos se fueron abriendo poco a poco, toda señal de inseguridad se esfumó.
-Buenos días, preciosa.- dijo sonriendo acercándose aun mas hacia mi cuerpo.
-Vaya, que sonriente estas hoy por la mañana.- bromeé .
-Me gusta despertar cerca de ti.- dijo estirando todo su cuerpo.-¡Que sueño!-terminó de decir para luego bostezar.
-¿Volviste tarde?- pregunté queriendo saber si era él la persona de anoche. Aunque estaba segurísima que no pero quería creer que sí.
-Cerca de las dos de la mañana.- dijo cerrando los ojos.
-Um...
-¿Por qué preguntas?- levantó las cejas.
-Por nada.- forcé una sonrisa.
-Madison.- dijo serio levantando su cabeza de la almohada para apoyarla sobre uno de sus brazos.
-Pensé que habías regresado antes de las dos...
-¿Por qué? ¿Pasó algo?- lanzó bruscamente.
-En realidad si pero no pasó nada malo.
-Madison ¿qué pasó anoche cuando me fui?
-Al rato que te fuiste.- empecé diciendo jugueteando con mis manos.- alguien comenzó a girar la perilla sin parar para luego ingresar. Al principio pensé que habías regresado pero al final me di cuenta que no. Tampoco pude ver quien entró pero revisó los cajones de tu escritorio.- lo señalé y cuando él llevó la mirada hacia allí, hice lo mismo.
Segundos después, regresé la mirada hacia sus ojos y fue ahí cuando me di cuenta que se estaba controlando para no explotar de rabia.
Hola❤️
¿Quien piensan que abrió la puerta? 🤭 ¡comentenqueleotodo!
