Narra Fernanda..12

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Estuvimos una semana en new Yorke, al llegar a casa decidimos ir a dormir ya que llegamos tarde, escogimos como habitación principal donde Alonso dormía, la señora que nos atiende se puso feliz de por fin vernos llegar juntos y de la mano.

Estamos en la que ahora es nuestra habitación, siento unos besos que me despiertan, sonrió al ver el pelo revuelto de mi esposo y sus grandes ojos azules cielo observarme con adoración, me besa despacio tomándose el tiempo necesario para grabar mis labios hasta que siento como su lengua se abre paso en mi boca, el beso sube de tono.

Alonso no lleva nada encima solo un pantalón de pijama, no se como? ni en que momento me deje llevar de esta manera, solo se que me gusta la forma en la que me siento con el.

Estoy acostada en mi espalda y Alonso está encima de mi, piel con piel, el llena mi cuerpo con besos húmedos y uno que otro mordisco, yo hago lo mismo entre jadeos y pequeños pero aludibles gemidos por parte de ambos, el se posiciona en medio de mis piernas, estoy nerviosa, él lo nota y me besa en los labios suavemente, se separa.

- yo no tengo experiencia en esto?- me dice y se ve algo preocupado por el tema.

- me vas a decir que nunca has investigado sobre sexo?- le digo incrédula.

-no investigue, nunca ah sido algo que llame mucho mi atención, mejor preguntarme algo de actualizaciones o sobre como armar y desarmar un programa o hacer un software y de seguro nadie me gana- me dice con una pequeña sonrisa .

- bien señor, yo se como hacer un programa, vamos a tener que aprender a como hacerlo?- le digo y el asiente.

Después de una hora estamos riendo por lo que acabamos de hacer.

- eso fue......

- eso fue un desastre- dice él entre risas yo lo imitó.

- estoy de acuerdo- apoyo.

- hay que investigar el tema- dice divertido- pero ahora que te parece si descansamos- propone mientras se acerca

- de acuerdo- nos abrazamos para dormir, sin nada encima solo la sabana blanca que nos cubre de la cintura hacia abajo.

Me despierto con el mayor cuidado para no despertar a Alonso, se ve tan relajado, el cabello le cubre un poco los ojos y me hago una nota mental de comentarle que lo corte un poco, entro a la ducha salgo envuelta en una toalla y voy al armario como le pedí a Dinora mi ropa y cosas están aqui.

Me veo en el espejo un vestido blanco ajustado a mi cuerpo a medio muslo con una abertura en el lado izquierdo como de cinco dedos de altura, corte corazón, delegadas tiras que lo sostiene, unos tacones morados a juego con la chaqueta, el cabello suelto totalmente liso y un maquillaje simple, solo polvo, lápiz de ojo y delineador que resalta mis ojos chocolate.

Salgo del vestidor encontrando a un Alonso con tan solo una toalla al rededor de su cintura y otra en su cuello, su cuerpo se ve marcado por el ejercicio que el hace, muerdo mi labio inferior al ver las gotas de agua correr por su torso y perderse en el final de la toalla.

- te gusta lo que ves?- levanto mi rostro, me mira divertido y el rubor me invade pero soy valiente.

- me encanta, pero mas saber que es mío- digo y salgo lo mas rápido que puedo de la habitación, escuchó la carcajada de Alonso, sonrió por ello, bajó a la cocina donde esta Dinora preparando el desayuno.

- buenos días- saludo, ella se gira apenas me escucha.

- buenos días, van a desayunar aquí o en la terraza?- me pregunta.

- en la terraza- ella asiente, le ayudo a poner la mesa listo todo él unico que falta es Alonso pero en ese momento sale enfundado en un traje negro a la medida viene intentando acomodarse el cabello, sonríe en cuanto me ve le respondo igual viene a mi y me da un tierno beso.

Años De CasadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora