INTERMEDIO

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La Cicatriz y Abandono del Castillo.

Una feroz ventisca azotaba el campo de batalla, los enemigos eran no-muertos y al recibir la descarga gélida no resistían y caían al instante debido al daño recibido, no era causa de la naturaleza cruel que descargaba su ira hacia ellos, sino que era un rival al que jamás podrían derrotar, mientras los seres que odiaban a todo lo vivo seguían apareciendo eran reducidos al instante por el poder helado del Dragón conocido como “La Cicatriz”.

Este nombre le había sido dado recientemente cuando demostró su poder ante el Reino Draconico quienes estaban en problemas con unos invasores que, casualmente él había devorado por hambre y teniendo en cuenta el beneficio de la deuda que les había impuesto pidió como recompensa enfrentamientos con seres poderosos.

[…ha… Pero esto…]

Eliminar no-muertos era relativamente sencillo todo lo que tenía que hacer era dejar caer su enorme cuerpo sobre ellos y agitar su cola de un lado a otro limpiando así el campo de batalla, era seguro que no había nadie fuerte en esta zona y eso le causaba una decepción que hacía que la cicatriz en su rostro le doliera aun más que antes.

[…madre…]

Y entonces comenzó a recordar el pasado, un momento cuando era una cría, su poderoso padre lo había observado junto a sus hermanos al momento de nacer, pero fueron las palabras de su madre lo primero que llamo más su atención.

“… tu nombre será Arian… yo soy Kilystran (Denshushua)… tu madre”

Habiéndole ensenado las reglas que su padre Olasird’ark tenía para los residentes de su reino, Arian creció dando muestras de un desarrollo excepcional a diferencia de su hermano Hejinmal, y fue considerado uno de los favoritos de su padre sin embargo él que había crecido con  el ideal de la fuerza de Toranjelit, había tenido una pequeña platica con su hermano Hejinmal quien le cuestiono varios aspectos de su vida, haciendo que este reconsiderara varias cosas, por lo que inmediatamente causo la desaprobación de su padre.

Durante los días en que Hejinmal pasaba todo su tiempo encerrado en la librería, Arian debía llevar sus alimentos, al ser el ultimo de 4 hermanos esta era una carga que se le había impuesto como dictaban las leyes de su padre.

Pero un día curioso de lo que hacia dentro todo ese tiempo Arian entro a la biblioteca para conversar con su hermano, lo que llevo a una serie de preguntas que él no podía responder con su conocimiento limitado, ¿Qué es el poder? ¿De qué sirve la fuerza sin conocimiento? ¿La inteligencia es a su vez un arma?

Todas las preguntas que tenían respuesta pero que a su vez él era incapaz de responder lo hicieron darse cuenta de lo tonto que en verdad era, comprometido a igualar el poder de sus dos hermanos él siguió una senda distinta, en ocasiones desafiando a su padre y en otras tomando libros para su lectura estaba seguro que lograría encontrar un balance entre inteligencia y fuerza, pero, un día la llamada aterrorizante de su madre lo reunió junto a sus hermanos, la noticia de que su padre había muerto le estremeció, y lo siguiente lo horrorizó aun mas.

Debía jurar lealtad ante el asesino de su padre y actual dueño, un ser esquelético con ropajes del más alto valor, con una fuerza capaz de causar la muerte de los suyos solo con cerrar la mano que era solamente huesos, y con una confianza tal que incluso todos los Dragones reunidos no quisieron poner nuevamente a prueba su poder.

Desde luego hubo uno que se atrevió pero fue como si una brisa soplara a través de la habitación y como tal se esfumo en un instante, un nombre que no merecía ser mencionado ni ser recordado por la insensatez de su desplante.

Ya en el castillo del reino hechicero los dragones que eran utilizados como transporte para las especies inferiores, mostraban una actitud más dócil hacia estos sabiendo que jamás serian libres, pero un día uno de ellos pidió una audiencia con su majestad, algo que causo que se reunieran los 4 Dragones principales en la sala del trono junto a su Amo y señor.

OVERLORD La evangelista Neia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora