OVERLORD La evangelista Neia.

EL ENCUENTRO

Ruta 2 parte 2

Renner estaba furiosa no era por perder el reino a manos de los campesinos, tampoco porque su amado Climb le fuera arrebatado sino porque en su camino debía esconderse de sus perseguidores.

Esta sería una dura trayectoria, un camino difícil, la cúspide de lo que alguna vez como princesa jamás pensó hacer, en todo el camino se encontró con dificultades, pero logro superarlas, si bien había pensado en tomar prestado algunos caballos para su escape, era seguro que de esa forma llamaría más la atención y decidió no hacerlo, en su lugar como una polizonte había pasado los puntos de control y ahora estaba fuera del territorio del reino de RE-Estize, pero dentro de sus planes no tenía contemplado la insistencia de los rebeldes.

Durante su viaje había sido descubierta y tuvo que escapar a pie  hacia el bosque, era difícil sus ropas eran rasgadas a la vez que tropezaba en su camino, pero de alguna forma los había perdido, lo más seguro era que regresarían con refuerzos y un equipo más adecuado, debido a que estos eran los territorios de la república Agrandn podían ir descuidadamente por ahí, pero a Renner eso no le importaba, ya que este era su objetivo principal.

La noche había llegado pero ella no había descansado y en agonía cayó al suelo, si bien podía descansar, la falta de alimentos seria pronto un problema y comiendo la última porción que había robado se refugió en la base de un árbol, sin más que hacer durmió tranquilamente esperando poder despertar por la mañana sin ser comida por algún animal salvaje durante la noche.

Ruta 1 parte 2

Neia estaba furiosa, no era porque la habían engañado o porque el reino estaba en una situación difícil por su culpa, esto era porque había estado trabajando demasiado tiempo en cuidar de su compañera.

Al salir del reino Neia y Shizu viajaron al territorio del reino hechicero mejor dicho a las colinas de Avelion y durante su trayecto Shizu había estado muy impaciente a lo que Neia se vio obligada a complacerle en ciertos caprichos.

Uno de ellos era cambiar su equipo por ropa común, si bien era ropa muy linda Neia sentía que esa ropa no iba con ella, pero lo que más le molestaba era que también debía cuidar de Shizu en relación a los alimentos que debía comer, en ocasiones Shizu pedía cosas que Neia no sabía que existieran y eso provocó que la sombría mirada de Shizu se clavara mas en ella.

“dijiste que te arias cargo”

“Quiero comer pronto”

“yo puedo hacerlos si quieres ayuda”

Estas eran las frases que Shizu le dirigía pero por la actitud que tenia eran obviamente reclamos, aun cuando su cara no expresaba sus deseos Neia podía saber cuando estaba enojada, decepcionada, frustrada, y el resto de emociones negativas que tendría una persona al ver a alguien incompetente tratando de lucir bien, de hecho ese era el caso, pero Neia no quería aceptarlo y se negó a recibir su ayuda.

Durante este tiempo había querido agradecerle por haberla sacado de aquella situación en el reino, por lo que se obligo a si misma a tragarse su enojo y converso una vez más con Shizu tratando de entender la razón de su viaje.

“Sempai… ¿no me dirás porque estamos aquí?”

“…mmm…”

La respuesta de Shizu era nuevamente un silencio, y aunque lucia como que su explicación había sido un éxito Shizu dirigió su mirada al estofado que Neia preparaba y reflexionando un poco mas se decidió:

“te diré si sabe muy rico”

Anteriormente Neia se había dado cuenta del nivel de los gustos de Shizu, de muy malo, malo, no está mal, pero nunca había logrado que dijera que algo estaba rico, por lo que ahora estaba pidiendo algo imposible para ella y probando nuevamente su platillo se dio cuenta que al menos esta vez diría que no estaba mal.