OVERLORD La evangelista Neia.

LA ESCRITURA NEGRA

La mañana en que Neia despertó temprano, fue al río a tomar un baño, era porque apestaba y si bien ambas eran mujeres ella no quería darle una mala impresión a él sirviente del Rey Hechicero, había estado cuidando muy bien de su higiene desde que llegaron a este lugar sin embargo Shizu se comportaba extraño cuando tomaban baños juntas, dado que su cuerpo había comenzado a sufrir cambios debido a su crecimiento, Shizu no dejaba de molestarla con frases de “Narberal las tiene más grandes” y “La suerte le llega a pocos no llores Neia”, ella había empezado a tomar baños sola.

Pero un alboroto de las aves a lo lejos hizo que Neia terminara su baño rápido esta vez, se trataba de un Dragón por lo que se dirigió al campamento donde se encontraba Shizu y ambas se prepararon para una posible pelea.

Sin embargo antes de partir, una sombra llamo la atención de ambas, era un joven de aspecto elegante delgado de tez clara, rubio de cabello corto y con una extraña armadura de colores rojo y blanco de forma extraña como si fuera una capa y debajo una gabardina, ambas manos parecían tener anillos mágicos y esto le recordó a Neia a el Rey Hechicero.

La repentina aparición sorprendió a Neia pero parecía no ser así para Shizu quien ya estaba lista para el enfrentamiento, sin embargo el joven hablo.

“Lo siento… no quería interrumpir, mi nombre es Fran un gusto chicas”

Por supuesto era una mentira, después de todo que se encontrara aquí era algo extraño y Neia no dudo en seguir su juego.

“mucho gusto soy Lucy y ella es mi amiga Alma”

Pero la risa apática del joven dejo ver que tampoco creyó su mentira.

“Bueno, debería decir que fue una suerte que nos encontráramos, pero desafortunadamente mis órdenes eran pasar inadvertidamente por la zona, así que…”

La risa del joven se volvió malévola y con convicción en sus palabras declaro:

“tendré que matarlas”

A lo que unos círculos mágicos aparecieron frente a él, de alguna manera era capaz de convocar a dos seres a la vez, cuando Neia ya había estudiado que las personas normales solo podían hacerlo con una a la vez, esto provocó que Neia le pidiera a Shizu escapar al bosque a lo que Shizu acepto.

Eran basiliscos los seres que podían petrificar a cualquiera que los viera a los ojos y el peor enemigo de un guerrero, desafortunadamente para ellos ellas podían atacar a distancia y conocían muy bien este bosque, tenían la ventaja y como tal pudieron vencerlos en un esfuerzo conjunto.

El asombro era demasiado para él y sin más remedio decidió abandonar su misión, sus mejores cartas del triunfo eran ineficaces contra ellas y lo más probable era que fueran más fuertes de lo que parecen, debía priorizar la obtención de información de la zona y llevar el conocimiento de esto a sus gobernantes, en la Teocracia Slane.

Después de todo se había comprobado que el reino hechicero tenia guardias vigilando las montañas de Avalion que estaban cerca de la Teocracia y como tal debían tomar otra ruta si querían intervenir en la guerra por el reino de Re-estize, como plan para asegurar el apoyo del reino en caso de un enfrentamiento con el rey hechicero.

La repentina aparición de ese hombre dejó confundida a Neia quien podría decir que se trataba de un invocador y que tenia la capacidad de llamar a dos criaturas a la vez.

Esto no podía quedarse así Neia buscó una razón para ir tras el chico pero no podía abandonar está región sin una razón válida.

Mirando a Shizu quien seguía tranquila Neia exclamó:

"Shizu sempai volvamos, si nos quedamos aquí regresará con más personas y podría ser peligroso"

"Por su puesto, dejarme informar esto a De..., Yuri nee-san"

La sorpresa de Neia creció aun más, Shizu era capás de comunicarse con otras personas  con magia, esta era una habilidad que Neia desconocía que tenía, e insistentemente le pidió que se la enseñará.

Mientras tanto en el reino Hechicero, Albedo estaba emocionada esperaba con ansias el momento en que su señor le revelara los planes que había orquestado desde la partida de aquel Dragón.

“Albedo, ¿Qué sucede?”

La llamada que Ainz le dirigió causo en Albedo un estremecimiento tal que no pudo ocultar y con pena respondió.

“¡Ainz sama!, podría decirle a una ingenua como yo, ¿Cuál fue la razón por la que dejo libre a ese insolente Dragón?”

Aunque Ainz no tenía una razón, solo podía decir que era por los recursos que podía obtener de su cuerpo, pero eso era algo que no dejaría una buena impresión en Albedo que se distinguía por su intelecto, por lo que debía pensar en una forma de actuar como el ser superior que ella tenía en mente.

“¿Sabes que significa la palabra que grabe en su pecho?”

Y haciendo memoria Albedo recordó aquel momento.

“… ¿Hijo?… ¿Se refiere al hijo de Ainz sama?”

La sorpresa de Albedo asusto a Ainz.

“Te equivocas… no es eso…”

Ainz nerviosamente trato de corregir a Albedo pero ella ya había comenzado a fantasear sobre sus propios hijos con Ainz.

“Es entonces eso…”

La seriedad que de pronto mostró Albedo era por un tema que no podían discutir abiertamente en cualquier lugar.

Se trataba de la búsqueda de posibles jugadores, si alguien era capaz de leer el kanji en el pecho del Dragón, causaría que intentarían buscar a la persona que lo escribió, y entonces Ainz los cazaría para llevar a cabo sus experimentos de resurrección.

Aunque Albedo entendió que se trataba de la búsqueda de los Seres Supremos que posiblemente se encontrarían en el nuevo mundo no dijo más sobre el tema.

Pero Ainz quería dejar en claro lo grande que era su intelecto y confesó una vez más.

“Estimo que ese Dragón se dirigirá a la Teocracia Slane y si es asesinado por sus caballeros mi nación tendrá casus beli contra su gobierno, por otra parte dijo que quería enemigos fuertes, por lo que podría dirigirse a el Reino Draconico, solo por su nombre creerá que ahí hay Dragones más fuertes que su padre y buscara aliarse con ellos, aun si se dirigiera a otro lugar solo encontraría aliados a mi nación, pero sería interesante que pudiera llegar a los bosques de los Elfos Oscuros y crear una buena relación con ellos así nosotros…”

Era la primera vez que Albedo escuchaba los planes tan directamente de Ainz y agradeció profundamente que este momento tuviera lugar, ¿Cuánto de esto había planeado Ainz? Su corazón se llenaba de una sensación cálida al darse cuenta que incluso esto podía ser parte del plan del Supremo Gobernante Ainz Ooal Gown.

“cof… todo lo que quise decir era que sin importar lo que suceda ese Dragón nos dará beneficios aun si muere podremos invadir con la escusa de que era un emisario de nuestro reino”

Ese “Nuestro reino” se había quedado grabado en la mente de Albedo quien ya había aceptado que sería la reina indiscutible del reino hechicero y la Gran Tumba de Nazarik.

“Por cierto Albedo, llama a la señorita Baraja a una audiencia dentro de 15 días”

Obviamente el seño fruncido y la sombra que cubría su rostro era algo que no debía hacer, pero la solicitud de su amo hizo que Albedo le preguntara la razón para llamar a tan molesta chiquilla a la sala del trono.

“Quiero pedirle que se convierta en la nueva Reina Santa”