OVERLORD La evangelista Neia.

EL VIAJÉ DE VUELTA

El camino estaba libre, no había nubes en el cielo azul así que el brillante sol del medio día cubría sus rostros durante su trayecto, la caravana por así decirlo estaba en una paz que el silencio entre los ocupantes de la carro tirado por pobres caballos no parecía molestar a nadie, era un momento que parecía haberse detenido en el tiempo.
Las personas abordo eran granjeros, campesinos que se vieron obligados a abandonar sus tierras y esto era en gran medida a las situación del reino de Re-estize una multitud había invadido los campos y tomado posesión de ellos, despojados de todo la mayoría aquí eran personas que no habían participado en el ataque al castillo y al igual que ellos habían otros que lograron salir antes de que les fuera arrebatado lo poco que tenían.

Todo el camino estaban nerviosos de ser alcanzados por las fuerzas de los partisanos y no querían que hubiese muertes entre los miembros de su familia, pero también estaban preocupados por las personas que dejaban atrás, así que en un acto de solidaridad apoyaron a aquellos que podían con su transporte, el lugar al que se dirigían no era otro que el reino hechicero, y así en el trayecto se toparon con dos personas.

Neia quien tenia un arco de gran poder y con un equipamiento por demás ostentoso llamo la atención de los granjeros, y fue invitada a acompañarlos, sin embargo esto era mas como un seguro de vida que como un acto de buena voluntad, pero la gran habilidad de Neia hizo cambiar de opinión a estas personas haciendo que todo lo que habían pensado sobre la manera en que la veían fuera una marca de vergüenza entre los que querían aprovechar la oportunidad de tener a un aventurero de gran calibre.

Estas personas desamparadas era lo que Neia había conocido en su tierra natal y no podía abandonarlos por lo que quiso ayudarlos y al enterarse de la dirección a la que iban ella no pudo contener su emoción aunque el viaje seria corto Neia aprovechó la oportunidad para hablarles de la bondad del Rey Hechicero y con la multitud a su Alrededor por fin pudo recobrar la confianza de que su propósito en la vida seria ser de ayuda para las personas, los desafortunados, los que sufren y no tienen a nadie en quien confiar, era una de las razones por las que le gustaban estas personas, por que podría darles esperanzas, fe en un ser que no los abandonarían y que cuidaría de ellos, un discurso que calmo el corazón roto del pueblo que sufría, que tenia a su cuidado, ahora ella podría deshacerse de la espina que se quedo clavada en su alma.

No había nadie que tuviera duda de que hacían lo correcto al acudir al rey benevolente que antes odiaban, solo por no conocer los detalles de que tuviesen que entrar en conflicto contra él.

“Neia estamos cerca”

“Si, sempai”

Una enorme figura podía verse a lo lejos y eso dejo asombrado a las personas que las acompañaban, al pasar la neblina pudieron ver como un gigantesco barco aparecía de entre la neblina en la dirección a la que iban y todos quedaron asombrados aun mas cuando se dieron cuenta que era un barco fantasma, pero no era todo lo que verían que los asombraría, Neia pensaba esto mientras indicaba al conductor que siguiera adelante ya que se había detenido por el asombro de ver a un barco volando por tierra firme.

Desde luego la sorpresa fue mayor al ver esas dos gigantescas estatuas postradas justo en donde estaba la entrada al reino, pero Neia una vez mas reunió a los campesinos para indicarles lo que pasaría a continuación.

Todo lo que podían hacer era permanecer con la boca abierta después de todo, muchos de ellos nunca habían visto a un ser como el que tenían enfrente suyo, aun cuando les advirtieron, la sorpresa pudo mas que su capacidad para mantener la calma, sin embargo mientras los adultos estaban aterrados, los niños mas inocentes estaban fascinados y acercándose cautelosamente hacia aquel ser le preguntaron:

“¿Tu que eres?”

“¡Wow, que cola tan grande!”

“¿Cómo te llamas?”

“~eren hombre???”

Los niños que rodearon al ser eran muy amigables con algo que era nuevo para ellos, pero no era porque fueran de esa manera sino porque Neia los había preparado mentalmente para que su curiosidad los hiciera actuar de este modo, de esta forma sus padres se tranquilizarían y tendrían mas oportunidad de que fueran aceptando a los demi humanos que aquí vivian.

Y de echo pudieron terminar con su seminario sin ningún problema, por lo que inmediatamente les permitieron el paso hacia la ciudad, el cambio era evidente, los caminos completamente pavimentados y las casas con el doble del tamaño del que Neia recordaba habían sido en el pasado cuando visito la cuidad por primera vez, era una gran muestra del progreso que el país tenia a comparación a lo que era.

“Neia por aquí”

La señal en el camino indicaba a los visitantes que llegaban del Reino de Re-estize a donde debían dirigirse, y como guardiana de los granjeros Neia decidió acompañarlos.

“…B… Bienvenidos”

“este es el reino Hechicero, por favor tomen las hojas aquí y escriban los nombres de sus familias, no dejen que sus nombres de sus familiares queden esparcidos entre las otras hojas de ser posible, coloquen a todos sus miembros dentro de la misma hoja, mas tarde serán separados de acuerdo a la cantidad de personas que llegaron”

Este pequeño discurso parecía que estaba demasiado ensallado pero de alguna forma la recepcionista parecía haberse equivocado en algunas partes, por lo que todos tomaron con mas confianza las hojas que eran repartidas por los Elder Lich que en un principio cuasaban miedo entre ellos.

“ah, no se preocupen ellos son funcionarios, así que por favor hagan lo que les pedí antes”

Era evidente que estaba nerviosa, y no tuvieron problemas con entregar las hojas que habían llenado casi por completo, después de todo su corto viaje los había convertido en parte de la misma familia y trataron de no despediciar hojas que les fueron entregadas, eso por supuesto, hizo muy feliz a su recepcionista.

“Gracias , eso hara mas fáciles los tramites siguientes…”

E inclinandoce para agradecer su atención les indico el camino que debían seguir.

No eran los únicos visitantes del reino, habían muchas otras personas eso era ovio para ellos, una vez que los Elder Lich colocaron las hojas con sus nombres sobre una serie de gigantescas montanas de papeles acomulados sobre sus escritorios y como empesaron a trabajar con las mismas una vez que tomaron asiento.

“Bueno señorita Baraja, muchas gracias por su ayuda, aquí es donde nos despedimos”

El grupo que los había acompañado estaba por separarse y todos agradecieron a Neia desde lo mas profundo de su corazón, por lo que Neia estaba avergonzada, y aun sin querer despedirse de ellos les agradeció el favor de traerla con ellos hasta el reino hechicero.

Ahora podía enfocarce en lo que en verdad era importante...

Su visita era porque había sido llamada aquí por la persona que mas respetaba...

Era momento de que Neia lo viera una vez mas y sus lagrimas comenzaron a salir de alegría, aunque los grangeros creían que era por su despedida, ellos no miraron atraz cuando partieron.