OVERLORD La evangelista Neia.

TRAICION Y REDENCIÓN

Parte 1

El carruaje otorgado por el rey hechicero era cómodo, Neia se había despedido de Shizu con lágrimas en los ojos, pero debía partir de inmediato.

La promulgación había sido rápida, tan rápida que solo tomo el instante en que el rey hechicero Ainz Ooal Gown le entregó un documento, en ese momento el rey hechicero había pedido que se quedase una noche en el palacio sin embargo la misión de Neia era clara y debía cumplirla lo antes posible.

Mientras viajaban preparaba las palabras que diría a su pueblo, desde luego seria gracias a los paladines que la escoltaban que ella podía centrarse completamente en este trabajo.

En ese momento a Neia se le ocurrió una terrible idea.

Recordando cuando habían tomado la ciudad de kalinzha, una de las preocupaciones mayores del rey hechicero era la aparición de seres demoniacos disfrazados como miembros importantes o bien como parte del ejército de liberación.

Por lo que estaba en guardia, a pesar de haber usado esa habilidad frente a la pequeña escolta que la acompañó al palacio del rey hechicero, ella sabía que no había forma de que hubieran infiltrados entre los paladines mas cercanos a ella.

Sin embargo tenia que tomar medidas apropiadas.

-"Moro..."

-"¡si Madam Baraja!"

Neia dudo un poco después de todo si ella desconfiara de sus guardias la moral del grupo descendería, así que se aseguró primero de consultarlo con el segundo al mando del grupo de ayuda que ella junto a Cz había formado.

-"¿Que piensas del hecho de que es posible que tengamos espías en nuestro grupo?"

Beldran llevo su mano a su barbilla y comentó:

-"es posible que el príncipe Caspond tenga a un pequeño grupo de individuos a su servicios dentro de..."

En ese momento Neia lo interrumpió y con una voz suave le recalcó.

-"...no hablaba de Caspond sama, es decir..."

No sabia como continuar después de todo aceptar ese hecho significaría que la persona que más admira no había podido eliminar a esa desagradable entidad que atacó al reino santo.

-"...pero no es posible ¿verdad?..."

Moron veía a Neia preocupado aún sin comprender exactamente lo que su señora trataba de decir.

-"¡Moron¡ ¡¿crees que tengamos espías de Jaldabaoth en nuestras filas?!"

La sorpresa lo sacudió en su sitio, solo imaginar que Jaldabaoth siguiera vivo era suficiente para entender las preocupaciones de Neia.

-"¡eso es imposible!, Madam el rey hechicero... "

-"si lo se, pero es posible que algunos de los seguidores de Jaldabaoth sigan con vida"

Neia trago saliva y Moron también la imitó.

La tensión en el aire era demasiado fuerte como para que ambos pudieran seguir hablando.

Y entonces Moron asintió.

-"Madam... ¿Podria usar su habilidad con los hombres fuera del carruaje?"

Ahora las cosas eran mejor para Neia, con el apoyo de Moron ella podría usar su habilidad para tratar de dar con impostores ocultos entre el grupo de ayuda, por lo que lo siguiente que hizo fue mirar a todos los paladines que la acompañaban.

Dejó salir un suspiro y sus hombros se relajaron a la vez que regresaba a su lugar.

-"por lo visto no hay problemas... Madam"