Capitulo 27

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Joey y Rachel viajan rumbo a su luna de miel, su primera parada es Roma. Allí su primera visita es a la Fontana di Trevi, donde los dos lanzan una moneda a la fuente como manda la costumbre. De allí pasean por sus antiguas calles, y visitan el coliseo, terminan la velada cenando en un romántico restaurante de la ciudad romana, al día siguiente visitaran el coliseo, y de allí se irán de viaje a Venecia. Pero Rachel no se encuentra bien, y a la mañana nada más levantarse se va a vomitar al baño. Joey está algo preocupado.

- Rachel, cariño, - Dice a través de la puerta del baño. ¿Quieres que te traiga algo para asentar el estómago? Yo me quedaría más tranquilo si te ve un médico.

- ¡Tranquilo amor, creo que fue la cena, no me sentó muy bien! - Pero Rachel que conoce perfectamente su cuerpo sospecha que lo que le pasa no es una simple indigestión.

Cuando salen, y aprovechando que Joey se entretiene en la recepción del hotel, pide que le traigan una prueba de embarazo. Si sus sospechas son ciertas, posiblemente este embarazada.

Durante el viaje por Venecia, Rachel sigue con náuseas,  por suerte han cogido un crucero por todo el canal de la ciudad, y Rachel aprovecha eso como escusa para decirle a Joey que cada vez se preocupa más por el estado de salud de su esposa. La noche antes de viajar a Verona, el último viaje de la luna de miel, y mientras Joey duerme, Rachel se mete en el baño y se hace la prueba de embarazo. Sus sospechas son ciertas, está embarazada. Rachel está feliz, emocionada, aunque le hubiese gustado esperar por lo menos un año para quedarse embarazada, le hace muy feliz tener un hijo con el hombre al que ama. Rachel quiere darle la sorpresa a Joey de que van a ser padres, y espera al último día de la luna de miel para contárselo, ese día visitaran la casa de Julieta, como todos los que visitan la casa de Julieta Joey y Rachel se fotografían en el balcón de Julieta y con la estatua de Julieta, una de las últimas paradas es escribir el nombre de los enamorados en una de las paredes de la casa. Rachel está nerviosa, y aprovecha este momento para darle la feliz noticia a Joey, el coge uno de los papeles, y escribe sus nombres.

- Joey, déjame ponerlo a mi, me hace ilusión.

- De acuerdo, aquí tienes.

- Pero cierra los ojos, quiero que sea algo romántico.

Joey cierra los ojos, en ese instante Rachel saca de su bolso un chupete y lo pega al papel en la pared.

- Ya está, ya puedes abrirlos, mira.

Joey abre los ojos y mira el papel que Rachel le señala, a su lado pegado hay un chupete, Joey esboza una sonrisa.

- ¡En serio! ¿estás embarazada?

Rachel se lo confirma emocionada.

- Vamos a ser papás.

Joey abraza a Rachel y no puede evitar emocionarse, se arrodilla y se acerca a la barriga de Rachel.

- Hola pequeñín o pequeñina, soy papi, dentro de unos meses te tendré entre mis brazos, ¡y junto a tu mamá me haréis el hombre más feliz del mundo! - Joey ahora se incorpora y besa a Rachel.

Rachel y Joey han disfrutado de una romántica luna de miel, y ahora vuelven a Paris a punto de formar una nueva familia, nueve meses después, Rachel da a luz a su hijo, Nathan Tribbiani Green. Joey llega al hospital con la pequeña deseosa de poder ver a su hermano.

- Mami, ¿Podemos pasar? aquí hay una niña que está deseando ver a su hermanito.

- ¡Pasad! Emma mira, este es tu hermano Nathan. - Rachel sostiene al recién nacido mientras Joey sube a la pequeña para que pueda ver al bebé.

- ¿Que pequeño es? - Dice Emma, que ya habla más claro.

- Claro, es un bebé, y tenemos que cuidarlo. - Dice Joey.

La pequeña se acerca al bebé y lo besa tiernamente en la cabeza.

- ¡Oh, me temo que Emma está loquita por su hermano! - Dice Rachel feliz.

La felicidad por fin sonríe a Rachel y Joey, ella triunfa en su trabajo, al igual que el, se aman con locura y cada día siguen conservando el amor y la pasión del primer día. Además, han traído al mundo al pequeño Nathan, que es es símbolo de su amor.

Quizás os preguntaréis llegado este momento que ha sido de resto de los amigos. Veréis, Mónica y Chaendler siguen tan enamorados como el primer día, felices con los mellizos, Jack y Erika, y con la pequeña Samantha. Phoebe y Mike también disfrutan de su vida juntos, Mike está a punto de sacar un disco con sus mejores composiciones a piano, y Phoebe por fin puede disfrutar de su maternidad con el pequeño Samuel. Ross y Alice han regresado a México, a las excavaciones, siguen igual de enamorados que el primer día, pero en sus planes no está ni casarse ni tener hijos, su gran amor sigue siendo la paleontología.

Los años pasan para Rachel y Joey, pero su amor seguirá como el primer día, lo mejor de todo, es el legado que dejarán a sus hijos, el valor de la amistad. Años después en una cafetería de nueva York, se podrá ver reunidos frente a un café a Emma, Jack, Erika, Samantha, Samuel, y Nathan.

                              FIN.

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