Dormía plácidamente, sentía en brazo de Steve posicionado en mi cintura, el calor que me proporciona su cuerpo es realmente relajante, un calor que me transmitía a través de la polera de mi pijama.
Steve se empezó a remover incómodo, estaba por levantarme ha despertarlo, hasta que empezó a hablar.
-Peggy...-Seguía dormido, lo miré con tristeza -No...No...no te vayas...
Mi corazón latía con tristeza, el estaba recordando a Peggy Carter.
-Steve...- Lo moví un poco para que despertara, pero no funcionaba.
-¡No me dejes sólo! -Gritó una última vez y despertó de un salto.
Para este entonces, mis ojos ya estaban llenos de lágrimas.
-No la has olvidado- las lágrimas caían por mis mejillas.
-No, no, cariño...- Estaba sudado y en su cara aún estaba instalado el aturdimiento.
- Jamás la vas a olvidar, Steven Rogers. - Lloraba sin parar.
Me levante de la cama y salí de su habitación dando un portazo.
-Hija...- Mi padre, el señor Stark llegó a mi lado, viendo mis ojos llorosos. Me abrazó con fuerza sin necesidad de decir nada. - Recuerda que hoy iremos todos a la playa.
Asenti con la cabeza, sin ganas, pero lo haría por papá.
Me metí a mi habitación lista para cambiarme, no podía creer lo que había pasado. Pensé que Steve la había superado, pensé que el me amaba a mi ahora.
Me vestí de acuerdo a la ocacion ya que hacía algo de aire.
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Subí al avión privado de papá, me senté en mi debido lugar, con Steve Rogers frente a mi. Me miraba tristemente, pero no decía nada.
Si a él le dolía, no podía imaginar cuanto me dolía a mi.
**
Baje del avión y subí al auto de papá, unas camionetas ya estaban listas para llevar al resto de sus compañeros, listos todos para pasar un gran día en la playa.
Al menos la mayoría.
-¿Está todo bien, cielo? - Papá me miraba, dejando el mando a Friday.
-Papá, deberías ver al frente y manejar... como las personas normales- Ambos reinos, sabíamos que él no era de esas personas.
-Hija...
-Es por Steve, papi - Miré a mis manos, no sabía bien que decir.- Él...
-¿No la ha olvidado? - Lo miré con tristeza y a la vez asenti con lentitud. - Tranquila, Cielito lindo, verás que todo pasará.
Pero no era cierto.
Esto ya había pasado en veces anteriores, el soñaba con ella y yo no decía nada, pero ya no podía más.
Al llegar a la playa, papá y yo nos quitamos los zapatos y corrimos a la orilla del mar, para así meter los pies al agua.
Era de esas veces que nunca pasaban. Tony Stark tenía un pantaloncillo corto y corría junto a su hija por el mar, salpicando a los otros Vengadores con el agua.
Una vez anochecido, los Vengadores hicieron una fogata y se sentaron al rededor.
Me aleje un poco y camine por la orilla, permitiendo a mis pies mojarse un poco, al igual que mis mejillas.
Nuevamente lloraba, me sentía tan mal, todo este tiempo había dado todo de mi para que Steve la olvidará, para que comenzará a amarme a mi.
Pero no pude. Simplemente no pude.
Steven Grant Rogers seguía enamorado de Peggy Carter y nadie podía sacarlo de ese pasado.
Me quedé parada en un solo lugar, mirando las olas que se veían frente a mi, tan grandes, tan poderosas y llegaban a mi solo como un pequeño susurro que salpicaba mis pies, sólo un poco.
Unos brazos fuertes me rodearon de la cintura, no era necesario ser Wanda Maximoff para ver de quien se trataba.
Steve me abrazaba por la cintura mientras nuestros pies eran salpicados por un poco de agua salada, mi rostro era golpeado por la suave brisa y el pecho de Steve brindaba calor a mi espalda.
Estaba en el paraíso.
Pero este no me pertenecía.
-Lo lamento - Dijo después de largos minutos de silencio, sólo el partir de las olas se escuchaba y alguna que otra risa de los Vengadores.
-No lo hagas- Recogí un mechón de mi cabello y lo coloque detrás de mi oreja, con cierto nerviosismo. - Yo lo comprendo.
-No, no lo comprendes...
-¡Claro que lo hago! - Medio grité, me solté de su agarré y lo miré con lágrimas en los ojos- Lo comprendo por que mi prometido murió en Sokovia, Pietro murió ahí, en mis manos. ¡Pero lo supere! Después de dos años me digne a rehacer mi vida, junto a mi padre... ¡Y quedé malditamente enamorada de ti, Steven! Y tu no la puedes superar a ella...
Comencé a caminar, despacio, hacia donde mi padre se encontraba, pero su brazo me detuvo.
- Esto es diferente...
-¿En que?- Mis mejillas estaban empapadas y el rostro de él estaba rojo.
-Yo perdí todo...
-Yo también, Steve - Me seque con rabia los ojos- Perdí a Mamá, perdí a Sokovia, casi pierdo a mi padre con Thanos, perdí a mi prometido... y te estoy perdiendo a ti.
- Tu nunca me vas a perder...- Solté una risa irónica.
- No se pierde lo que no se tiene...- Me acerque a él y besé su mejilla por largos segundos. Él cerró sus ojos, presentía lo que venía - Cuando estés dispuesto a rehacer tu vida, cuando al fin la hayas olvidado... Llámame, quizá, sólo quizá, aún este interesada en ti.
Y me fui de ahí, estaba deshecha, deseaba que el me detuviera del brazo y me besara como siempre lo hacía, pero no.
Nada de eso ocurrió.
Me senté junto a mi padre y sonreí como si nada hubiera pasado, él llegó tiempo después, con el rostro rojo y los ojos hinchados, ambos queríamos del otro.
