One Shot Marvel

DR. STRANGE

NOTA: CAPITULO CASI SIN NADA DE MAGIA :V 

  — ¡Hija!—  Alcance a escuchar el grito de mi madre, rodé los ojos.  —  ¡No me ignores! Volvió a gritar, me quite los audífonos e hice cara de querer escuchar lo que decía. 

  — ¿Que paso ahora? — Pregunte. 

— Me voy al trabajo, igual tu deberías conseguir uno, para cubrir los gastos de esta casa.—  Volví a rodar los ojos. 

— Tal vez si no hubieras dejado a papá....

— ¡Tu padre me dejo a mi!—  Grito mientras bajaba a las escaleras. 

Baje junto con ella y cuando abrió la puerta, giro para volverme a ver. 

— Quizá deba conseguirme un Sugar Daddy...

— Quizá deberías dejar de pensar en estupideces y comenzar a buscar trabajo.—  Me lanzo un periódico y cerro la puerta. 

— Yo igual te amo, mamá —  Suspire frustrada y abrí el periódico, creo que mi madre tenia razón. 

Tengo 25 años, estoy estudiando medicina la carrera medico cirujano y espero que cuando termine, gane buen dinero, por que lo único que encontré en el periódico eran trabajos de niñera y no me gustaba cuidar niños. 

A mis maestros les gustaba mi trabajo, mi pulso era excelente y podía hacer trabajos que muchos no y eso que aun estaba estudiando. 

Escuche la puerta abrirse y volver a cerrar, seguro mi madre había vuelto. 

  — ¿Jannie? — Escuche su voz. 

— ¡En la cocina!—  Mi madre entro y me dio un beso en la mejilla. — ¿Que haces? Huele delicioso. 

Le di una probada de la cuchara y ella asuntó, me paso los platos y serví la cena. 

Después de unos minutos en silencio, mi madre comenzó a hablar. 

— ¿Encontraste algo en el periódico? — Pregunto, yo negué con la cabeza.—  Quizá podrías encontrar algo en el hospital, una chica se fue hoy por que no toleró la sangre de una operación.

Solté una carcajada, mi madre es enfermera de uno de los hospitales mas reconocidos del país, donde el gran Stephen Strange trabaja.  

  — No creo que me acepten aun, necesito terminar la carrera, pero ya falta poco...

— ¿Sabes?—  Mire a mi madre mientras llevaba una cucharada mas hacia mi boca.—  Hoy hable con Strange, estuvimos hablando un largo rato, le pregunte que era un Sugar Daddy, el dijo que quería hablar contigo. 

La comida que estaba tratando de pasar se atoro en mi garganta, comencé a toser, intentando tomar un poco de aire. 

Una vez recuperada, pude hablar. 

— ¡¿Que?!

*

Iba en el carro de mi madre, Stephen Strange le pidió a mi madre que me permitiera hablar con el a solas en su departamento, mi madre, por alguna extraña razón, accedió.