Tercera y última parte del one shot que empezó como Steve Rogers 1.5 disfruten.
Dos meses después
Había evitado lo más posible a esos dos hombres. Steve seguía pasando por los mismos pasillos y áreas que yo, mientras que Henry, bueno, él no entendía mi distanciamiento y me dolía tanto hacerlo.
Estaba en el laboratorio de papá, el se había ido a dormir hacia horas, pero yo, como todas las noches, no podía dormir. Tome las esferas regeneradoras y una tasa de café, me deje caer en la silla de cuero para pensar que hacer con esa chica de piel azul, la cual podía tomar la forma que quisiera. Pero ella no quería eso.
—¿Muy interesante el piso? — Me sobresalte al escuchar una voz tras de mi, tanto que derrame el café caliente en mi pantalón.
—¡Joder! — Medio grité para no despertar a toda la Torre. —Está caliente.
—¡Dios lo lamento!
—Shhh...
— ¡No, tu shh...!
No caí en cuenta de cuando quedamos tan cerca. Tan cerca que me olvide de la quemadura en mis piernas.
—¿Por que te fuiste? — Pregunto en un susurro.
—Hank yo...— No sabía que decir, no quería decirle lo de Steve.
—Se lo de el Capitán Rogers. — Me quedé paralizada.
—Hank... lo lamento, yo no...
— Tranquila — Tomó mi mentón y me hizo mirar sus hermosos ojos— Yo te quiero...
—Yo igual te quiero, Hank...— La distancia entre él y yo comenzó a ser más corta por cada segundo.
Hasta que la puerta del laboratorio se abrió.
—Doctora... — Ambos rodamos los ojos.
—Rogers...
—Fury te espera. — Y salió de ahí.
Ambos nos quedamos callados. ¿Cuando amaneció? ¿Que hora era?
— Lo lamento, Hank...
— Terminaremos esto después.— Beso mi frente por unos segundos y se fue al campo de entrenamiento para poder ver a los nuevos reclutas.
Salí del laboratorio y tomé el mismo pasillo que Steve Rogers, para mi sorpresa, él estaba ahí parado, recargado en la pared.
—¿De nuevo una trampa? —Pregunte cruzandome de brazos con molestia.
—No puedo olvidarte...
— Se que eres un experto en no olvidar— Su rostro se descompuso — Pero yo se hacerlo, deja hacer mi vida y tu has la tuya, Rogers.
— Lo lamento — Dijo cabizbajo
— No lo hagas. — Me sentía mal por él, pero no podía anteponer su felicidad a la mía. — Siempre serás mi amigo.
Besé su mejilla por un segundo, el cerro sus ojos, sabíamos que era la despedida para un nosotros.
Regrese al laboratorio, tomé las esferas para dejarle a papá las nuevas mejoras.
Me acerque a la mesa, para mi sorpresa, la muestra de sangre que tomé de Mystic ya no estaba.
—¿Friday? — Pregunte a la IA de papá.
—¿Si? Doctora Stark.
—¿Donde está la muestra de sangre que deje justo aquí? — Comencé a buscar en todos lados, lo único que encontré fue un cabello azul — Debe ser de Lilith...
—La muestra se la llevó el doctor Philip, Doctora Stark.
—¿Que?...
Escuche un gemido detrás de la cortina del laboratorio. Me quedé estática en mi lugar, ¿Que carajos acababa de ser eso?
—Friday, llama a Hank...
Me acerque lentamente a la cortina, más cabellos azules estaban esparcidos por el suelo. ¿Lilith estaba herida?
—El señor Hank esta en la habitación, con usted. — Abrí la cortina abruptamente, quedándome estática en mi lugar.
—¿Hank? — Precione el botón de pánico que siempre estaba bajo mi manga.
Antes de lo que podía procesar, Philip, o lo que ahora era mi Hank salto sobre mi y comenzó a gruñir.
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Salto sobre mi, mientras yo me cubría con mis brazos, pronto se quitó y salió corriendo del laboratorio.
Papá llegó segundos después, con su traje puesto y apuntando a todos lados.
Mis lágrimas caían sin parar, no quería perder a Hank, no ahora que estaba a nada de confesar mis sentimientos.
No quería que el se fuera. No así.
Papá se acercó a mi y me abrazo. Esperaba que todo pasará pronto.
Yo quería a Hank y sobre todo, sabía que él me quería.
