One Shot Marvel

DOCTOR STRANGE

Perder la movilidad en las piernas no era algo que se tomará muy bien.

Menos siendo corredora profesional.

Un día encontré un lugar, donde un hombre llamado Strange, el fue mi mentor hasta que pude volver a caminar, no volví a ser corredora, pero el simple hecho de caminar me hacía la mujer con más suerte del mundo.

Caminaba entre las curiosidades que había en el ''fuerte'' de nueva York, algunas cosas eran fascinantes y otras eran lo que yo llamaba ''nah''

—Jamás me dijiste como habías perdido el movimiento de tus piernas— su voz me hizo sobresaltar pero no quise mostrarlo

—Fue poco antes de que los encontrará, quizá sólo unos días — lo miré un segundo y sonreí para volver a las puntas de lanza que alguien había tirado — Comencé a creerme intocable, altamente inalcanzable, los dioses me dieron el merecido castigo por mis actos...

—No digas eso— Me interrumpió.

—El no decirlo no quiere decir que no lo piense— Terminé de acomodar las lanzas y seguí caminando — Día de fiesta, un viernes común sobre mi Cadillac. Me sentía hecha a manos de los mismos dioses, ningún auto podía pasar cerca de mi sin que yo pisará más a fondo. Una vuelta que no conté y caímos por el voladero.

—¿Ibas sola? — Sonreí tristemente mientras lo veía

—El haber perdido la movilidad de mis piernas no fue la peor parte —Sentí su suave mano sobre mi hombro, como diciendo que no era necesario que siguiera. — El auto cayó, quedé inconsciente por unos segundos, cuando desperté, no había ruido.

»La parte delantera del auto presionaba mis piernas con fuerza, sentía que me las apuntaría en cualquier momento, lo peor fue cuando giré a mi lado. Mi hermano, mi pobre hermano tenía la cabeza llena de sangre, un vidrio atravesaba su mejilla, sus piernas y uno de sus brazos estaban prisioneros del auto, pero a el no le dolía más, ya se había ido.
Los paramédicos llegaron pronto, lo sacaron a el primero y mientras me sacaban a mi, pude ver como lo metían en una bolsa negra, ya no había retorno para él.«

Un sollozo se me escapó, en cuanto esté salió, Strange me abrazó con fuerza, tapandome por completo con su capa, era uno de los momentos más felices y tristes de mi vida.

—No era necesario que me lo dijeras si no querías — Me separé de él y me limpié las lágrimas.

—Quería hacerlo, sacarlo de mi es...

No pude continuar, Strange me besaba con un anhelo increíble, como si lo hubiera deseado desde tiempo atrás, tomé las solapas de su traje y lo acerque más a mi cuando creía era imposible.

No quería terminar el beso, pero el aire me pedía regresar a mi.

—Yo...

—Nop. —Lo interrumpi— No vas a arruinarlo...

—Sólo quería decir que me moría por esto.

Sin más me volvió a llevar hacía el, su capa nos envolvía de forma adorable mientras yo me sentía que tocaba el cielo.

No podía haber nada mejor que eso.