• IX •

762 139 13
                                    

El regreso fue silencioso, él miraba por la ventana como si fuera lo mas interesante del mundo, yo en cambio sólo me dedicaba a mirarlo directamente con el entrecejo fruncido.

Sigo enojado, y ni siquiera sé una razón coherente, bueno... tal vez sí.
Estaba escondido con Yeri bajo el heno; abrazados, supongo.
También me hicieron correr a oscuras, y eso me hizo caer y lastimarme.
Y me besó Yuta, joder. Mi mejor amigo me besó, al menos esos dos fueron los únicos que lo vieron. Fue horrible, penoso y extraño.

Cuando por fin me digne a salir de mis pensamientos, me di cuenta que JungKook también me miraba fijamente, fruncí de nuevo el entrecejo e hice un puchero, él hizo una mueca.

—  Deja de mirarme así, JungKook.

—  Lo mismo, Príncipe SeokJin.

Suspiré enfadado, él solo se encogió de brazos y miró de nuevo por la ventana. Genial.

-_-_-_-_-_-_-_-_-_-

Bajé y caminé con pasos firmes escuchando los pasos de JungKook detrás mio. Algo andaba mal, lo sentía, mire de reojo hacia los arbustos.

Una flecha salió de este y me giré rápidamente dispuesto a esquivarla, pero unas manos se posaron en mi cintura,jalandome.

  —  ¿Qué mierd-

  —  Shh... Los guardias se están encargando de él, TaeYong está en la entrada subterránea, vaya.

Lo miré sintiendo la tensión entre ambos, unos segundos después él me regresó la mirada acompañada de una sonrisa.
Se fue acercando con lentitud y sorprendentemente no quise alejarme.

Me besó.

Sus labios son suaves y cálidos, se amoldan perfectamente con los míos. El beso comenzó suavemente y sus manos se posaron en mis mejillas con delicadeza, solté un suspiro haciendo que él sonriera y me tomará de la cintura acercándome a su cuerpo, comencé a corresponder el beso al instante que tomé su camiseta entre mis manos.

Alguien tosió y me separé de JungKook desesperado, pero al levantarme del suelo resbalé y caí de rodillas, chasqueé la lengua.

  —  Príncipe, ¿Se encuentra bien?.- Preguntó TaeYong.

Asentí, él me estiro su mano pero antes de tomarla JungKook lo empujó, terminé tomando la suya en vez de la de TaeYong. Suspiré.

  —  Vamos Príncipe. 

  -_-_-_-_-_-_-_-_-_- 

Después de aquello se encargaron del atacante. TaeYong me preparó una ducha cuando las cosas parecían más tranquilas, no había visto a JungKook después de entrar al palacio. En cierta parte, eso me tranquiliza.

  —  ¿Cómo pude seguirle el beso...?

  —  Porqué te gustó.

Mire hacía la puerta y ahí estaba él, con una sonrisa. Me gire y agarré un tapón de no sé que cosa, se lo lancé algo molesto aunque él lo esquivó con facilidad mientras comenzaba a acercarse, lo señalé con el dedo.

   —  No vuelvas a hacerlo, ¿de acuerdo?

   —  No prometo nada. 

Lo miré con el entrecejo fruncido.

   — Hablo en serio JungKook, por más que me cuides la vida y todas esas mierdas, fácilmente puedo manda-

Fui interrumpido por sus labios que se posaron sobre los míos con algo de timidez. Traté de alejarlo pero mis fuerzas se desvanecieron al sentir como uno de mis pezones fue pellizcando. Gemí.

  —Espera JungKook... deja de tocar ahí...-Dije posando mis manos en sus hombros.

  —Eres tan delicado.- Dijo con voz ronca, se acercó de nuevo a mi pero yo me aparte sin siquiera mirarlo. —  De acuerdo.

Pensé se iba a alejar, pero no lo hizo. En vez de eso comenzó a besar mi cuello, incluyendo algunas mordidas.
S

u mano comenzó a bajar acariciando mi cintura y muslos.

  — Tus muslos son tan suaves... - Dijo, apretando mi muslo izquierdo.

  — Joder JungKook... deja de hacer esto.- Dije mirándolo, suplicando. Me miró serio, pero después sonrío.

  — Tus mejillas están rojas, igual que tus orejas.- Dijo pellizcando mis mejillas. Fruncí el entrecejo haciendo un puchero, se acercó con rapidez y me beso, corto pero... — Tierno.

  — ¿Qué?.

  — Na-nada...

  — ¿Nada? Dijiste tierno. ¿Sabes?, Caerte al lago y estar con Yeri debajo del heno te debió afectar de más, ¿No?.


  — Mhm... No, fuiste tú.

  — ¿Yo?.

  — Tus besos.

Lo mire sorprendido, volvió a sonreír. Le golpeé el hombro cruzandome de brazos después, sabía y sentía mi rostro arder.

  — ¿Estás enojado?.

  — Quiero que venga TaeYong.

  — ¿Qué?.

  — Que venga TaeYong, infórmale.

  — Oh venga, no te enojes.

  — Di una orden, JungKook.

Rió y me beso la mejilla, para después simplemente salir de la habitación.


Ni siquiera espere a TaeYong y salí con rapidez del cuarto de baño, cuando llegué a mi cuarto ví mi pijama en la cama. Me vestí con rapidez y me acosté en la cama, tapandome hasta la nariz, mirando la puerta directamente.

Quién sabe, podía volver JungKook y llegar a violarme.

Servidor. / KookJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora