• XXIV • (Maratón 3/4)

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  — ¡SeokJin!.— la voz de Yeri llenó la habitación junto la risa del nombrado, la chica de limpió la nariz debido a que esta había sido manchada de crema.— No juegues con la comida, ¡JungKook dile algo!.

  — SeokJin,  deja de jugar con la comida.— dijo JungKook metiéndose un pedazo del pastel, SeokJin lo miró con los ojos entrecerrados y una mueca, pero que enseguida paso a ser una sonrisa.

— Gracias por la ayuda, JungKook.— soltó Yeri, JungKook la miró y se dio cuenta, SeokJin ya había hecho de las suyas con el vestido de la chica, rió.— ¿Te da gracia?, pues entonces esto también te dará risa.

La chica tomó con su cuchara un pedazo de pastel y lo lanzó al rostro del mayor, quién solo pudo cerrar los ojos con fuerza, tomó la servilleta más cercana y se limpió, pero antes de terminar pudo ver como SeokJin la apuntaba con un dedo y enseguida su cara llena de crema batida.

  — ¡Yeri!.— chilló el chico, Yeri rió.

  —  Tu comenzaste.— soltó con burla, SeokJin negó con una mueca.— ¿Qué? No te enojes, eres igual a un ni-

SeokJin se levantó de su silla, le dirigió una mirada desafiante a Yeri, quién solo negó y, de igual forma, se puso de pie. JungKook los miró a ambos antes de cruzarse de brazos y hacer una mueca.

— No, no, no.— dijo el mayor.— Ni se les ocurra, menos a ti SeokJin, estás herido, ni lo pienses.—la autoridad se notaba en su voz, se levantó y miró fijamente al chico, quién de igual forma lo miraba, con un puchero.—Ese puchero no te ayudará.

  — ¡JungKook!.— chilló, pero aún así vio resistencia en el chico, suspiro con cansancio antes de mirar con ojos de lastima a Yeri, quién solo encogió los hombros antes de tomar asiento de nuevo, mordió su labio inferior.

No sería una sorpresa saber que SeokJin estaba muy  hiperactivo después de haber consumido tanta azúcar, JungKook se había preocupado al ver como el chico solo quería jugar con él o Yeri. Incluso después de que este le repitiera un ''Estoy bien, solo que estar ocupado casi todos los días me tenía aburrido.'.

Y es que era verdad, SeokJin había estado ocupado días anteriores investigando, sumando la pelea de ambos chicos y ahora el ataque. Con dieciocho años aún se pensaba en divertirse y tener una vida más tranquila, no con un chico sediento de venganza detrás tuyo.

  — SeokJin, ¿Tienes sueño?.— preguntó JungKook abrazando al chico, él cual solo asintió.— Vamos a la habitación, para que puedas dormir.

  — ¿Dormirás conmigo?.—preguntó el chico, el mayor asintió y le sonrió.— Entonces si, vamos.

JungKook observó cómo SeokJin iba a paso tranquilo por primera vez en el día, obviamente estaba cansado, el consumo exagerado de los dulces había ocasionado aquello, sumando que había tenido mucha energía gracias a estos también.

  —¿Qué te sucedió hoy?.—comenzo, adelanto su paso para llegar al lado de SeokJin.— Nunca te acabas todos los dulces, ni siquiera cuando estás nervioso, ¿Necesitas hablar de algo?.

SeokJin le regresó la mirada, suspiro y mordió su labio. Asintió levemente.

  — Yo... Tengo miedo.—susurró, jugaba con sus manos y la cabeza la mantenía agachada.— No quiero que les pase nada, Sehun comenzó a moverse y... Argh.—se revolvió el cabello, frustrado.— Tengo un mal presentimiento.

JungKook se mordió el labio inferior, una vez llegaron a la habitación SeokJin abrió y entró con JungKook detrás, quién cerró la puerta, SeokJin se quitó su camiseta, JungKook enseguida busco entre la ropa que Yeri le entrego para SeokJin y le tendió la pijama, SeokJin la tomó y comenzó a cambiarse mientras JungKook lo observaba.

Una vez término solo se acostó en la cama y se tapó con las cobijas hasta la nariz, mirando como JungKook ahora era el que se cambiaba, incluso después de que termino siguió observándolo fijamente.

JungKook solo le devolvió la mirada, en silencio se metió junto con él bajó las cobijas, enseguida siendo rodeado por los brazos del chico y una pierna alrededor de su cintura. La mano de JungKook se pasó por el cabello de SeokJin, acariciándolo, aquella era una de las veces en que sentía como SeokJin se refugiaba en sus brazos como un niño pequeño.

  — Todo pasará, ¿De acuerdo?.—susurró JungKook, tomando su mentón, haciendo que lo mirará.— No debes de tener bien, estoy aquí, junto a ti, entre los dos nos apoyaremos.

SeokJin lo miró fijamente antes de asentir, una linda sonrisa apareció en sus labios, los cuales unos instantes siguientes abarcaron los labios del contrario.

•~•~•~•~•~•

La mañana paso tranquila, ahora ambos chicos se sentían más tranquilos, y ni hablar de Yeri, la chica le había pedido alegre a ambos chicos que la acompañarán al mercado del pueblo, estaba muy emocionada por ir y ver cómo era la vida de sus queridos pueblerinos, los chicos aceptaron ir con ella.

A pesar de que SeokJin ya había hecho algo parecido por curiosidad, tenía ganas de ir. Pero incluso con esas ganas sintió que todo se le venía abajo al ver como Yuta bajaba del carruaje frente al reino. La mirada de JungKook sobre el lo hizo estremecer.

  — ¿Qué hace aquí?.—pregunto JungKook, tanto para Yeri como para SeokJin.

  — Vengo a visitar a mi amigo, chico.—respondió Yuta, pasando a su lado, colocándose frente a SeokJin antes de abrazarlo.— ¡SeokJin! Necesito hablar contigo.

JungKook los miro con una mueca, Yeri lo tomo del brazo y negó con la cabeza.

  — Déjalos, Yuta debe hablar con él urgentemente, se que no te parece pero...

  — Esta bien.—dijo, Yeri sonrió.— Pero si le hace algo...

  — Ya hablé con él sobre eso.—JungKook la miró con desconfianza, hasta que asintió.— Perfecto. En ese caso Yuta, habla con SeokJin mientras nosotros vamos al pueblo, avisaré a los guardias para que mantengan todo vigilado, ¿Vale?.

SeokJin miraba a JungKook, este solo asintió, SeokJin sonrió levemente, tanto él como Yuta despidieron a ambos, los cuales prometieron no tardar demasiado.

  — Bueno, como sabrás vine a hablar contigo.—seokjin lo miró y asintió.— Es sobre un tal Sehun.

  SeokJin se tensó enseguida, miro a Yuta con curiosidad y temor a la vez.

  — Entremos.—dijo SeokJin con voz temblorosa.

Servidor. / KookJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora