• XI •

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El sol comenzaba a calentar el cuerpo de aquel joven, había estado mucho tiempo fuera del palacio y tenía frío, aún sentía su pierna escocer al igual que sus brazos y puño (debido a los cortes del espejo).

Su mirada estaba apagada y su rostro serio, sólo contemplaba el paisaje desde su ventana. No podía caminar ya que al ir corriendo se tropezó con una roca sufriendo un esguince, por eso, desde la noche anterior, su humor se vió afectado de sobre manera. Al no poder caminar se sentía débil, estaba dependiendo de TaeYong y JungKook más de lo necesario.

Por eso, desde que se sentó en aquella silla, sus dos servidores prefirieron no molestar a menos que fueran llamados. En el tiempo que habían estado allí ninguno de los dos había sentido miedo por la mirada de aquel atractivo chico, pero ahora era diferente. Una sola mirada te hacía querer salir corriendo de la habitación para no volver a poner un pie dentro de ella.

Para JungKook eso era distinto, sí, sentía miedo; pero no necesariamente por aquella fría y enfadada mirada, todo lo contrario.
Tenía miedo de no poder cumplir lo pedido por el chico y hacerlo enojar y llorar de nuevo.
Hace mucho tiempo que no sentía emociones así de fuertes, parece que estas salían a flote cuando se trataba de SeokJin.

Él y TaeYong intentaron de todo para alegrarle... llevaron dulces, pasteles y bebidas que alegraban a cualquiera en sus peores días. Pero no surgió efecto, TaeYong se ganó una mirada neutra, mientras que JungKook una melancólica y furiosa.

Se sentía sofocado en aquella habitación, así que salió sin despedirse, no se veía capaz de hacerlo. Se dirigió a su habitación dónde se encontraba aquel brillante y hermoso objeto, la tomó con delicadeza teniendo una gran sonrisa y salió de su habitación con rapidez, se dirigió a la de SeokJin.

Lo vío tumbado en la cama mirando el techo, él ignoró completamente su presencia; lo cual le dolió, pero mantuvo su sonrisa.

  — Príncipe SeokJin, le tengo un regalo.

  — ¿Qué cosa?

JungKook le tendió la corona. SeokJin la miró por un momento, pudo ver sus ojos brillando y una sonrisa contenida, se sintió mejor al ver esa reacción.

  — ¿La arreglaste?.

  — Sí.

  — ¿Por qué?.

JungKook hizo una mueca, ¿Qué respondía ahora?.

  — Lo veía triste y enojado.

  — Ajá.

  — Y decidí arreglarla para hacerlo sentir mejor.

  — Ya veo.

JungKook lo miró directamente, SeokJin apartó la vista y se centró en la corona. Al sentirla lejos de sus manos hizo una reverencia, pero antes de salir de la habitación se detuvo en seco.

  — Gracias.

JungKook sonrió, saliendo de la habitación. Suspiró aliviado, no estaba enojado con él, SeokJin debía tener sus razones. No podía presionarlo.

  •~•~•~•~•~•

  — Príncipe, un chico exige verlo.

  — ¿Qué necesita?.

  — No lo sabemos, no quiso hablar con nosotros.

  — Déjame adivinar, es NamJoon.

  — Sí.

SeokJin se levantó, ahora podía caminar mejor.
Siguió a su ministro con rostro cansado, sabía lo que quería ese chico, es muy molesto.

  — ¡Príncipe SeokJin!

  — Al grano NamJoon, ¿Qué quieres ahora?.

  — Sigue sin querer atender a mi madre.

  — Te diré lo mismo que en los últimos 3 meses, no tengo nada que ver. -Dijo para después suspirar cansado.l

  — Pe-pero...

  — Tú debés el dinero, no puedo hacer nada. Es uno de los mejores médicos en todo el pueblo, no lo despediré sólo porque tú y tu madre tengan la necesidad y no tengan el dinero suficiente, sería injusto para todos los demás.

  — Está bien... Entiendo.

  — Bien, ahora vete.

NamJoon hizo una reverencia mientras dos guardia se acercaron a él, al incorporarse golpeó a uno de los guardias tomando el cuchillo que este traía, lanzándolo SeokJin.

Él dió un paso atrás cerrando los ojos, sintió unos brazos rodeándolo y siendo empujado contra algo firme. Instantes después escuchó el ruido de algo golpeando contra el suelo, reconoció el ruido cómo el cuchillo.

Abrió los ojos despacio y respiró profundamente haciendo que un aroma reconocido inundará sus fosas nasales, se abrazó al cuerpo del chico mientras miraba como los guardias se llevaban a NamJoon quien gritaba desesperado.

Sonrió al ver cómo desaparecieron por un pasillo y los gritos cesaron, sintió su espalda ser acariciada y su sonrisa desapareció siendo remplazada por un sonrojo y una mueca, escondió su rostro entre sus manos y suspiró dejándose rodear por aquellos brazos por completo, sabía que aquello estaba siendo contradictorio a lo que dijo con anterioridad, pero era imposible seguir haciéndose el difícil, aquellos brazos lo hacían sentir seguro.

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Aclaración:

SeokJin es más bajo que JungKook en la historia, mientras que él mide 1,74. JungKook mide 1,79

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Servidor. / KookJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora