Servidor. / KookJin

• XIV •

Estábamos agotados después de aquello, respiraba agitadamente al igual que él, le sonreí con malicia.

  — ¿Otra ronda?

  — Por supuesto, espero tengas energías por qué daré todo de mí.

  — Ya lo veremos.

Ambos corrieron de nuevo hacía el agua, dónde comenzaron otra guerra de chapuzones, trucos en el agua y de más.

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Suspiré, no podía más, me deje caer en el suelo viendo el cielo llenó de puntitos blancos y sonreí ante esto, sintiendo algo sobre mi pecho desnudo.

  — Te puedes resfriar.

Me dijo mientras se colocaba su camisa y se sentaba a mi lado.

  — Fue divertido, aunque me golpeé el pie con una roca.

  — ¿En serio? Ya veo porqué te pusiste rojo.

Comenzó a reír, hice un puchero y con mi puño lo golpeé en el brazo sin demasiada fuerza.

  — Jamás había hecho algo tan divertido...

Susurré mirando atentamente el cielo. Escuché una exclamación la cual llamó mi atención, en cuanto me giré hacia JungKook lo ví sacando algo de su pantalón el cual estaba llenó de tierra.

Me entregó una pulsera y lo miré sorprendido, tomándola con cuidado. Brillaba bajo la luz de la luna, ante eso sonreí sintiendo mis mejillas arder, me senté correctamente y me acerqué a él, dejando un pequeño beso sobre su mejilla.

  — Pu-puedes... -comencé- ¿Puedes colocarmela?.

Sentí cómo la pulsera era retirada de mis manos, siendo la derecha tomada delicadamente por él, instantes después sentí el frío de la pulsera contra mi muñeca, sonreí con emoción.

  — Te queda bien...

Lo miré y él se fue acercando poco a poco. Estando ya lo suficientemente cerca de mi depositó un pequeño beso sobre mis labios, el cual se transformó en un beso lleno de sentimientos. Sentía mis ojos arder, tenía ganas de llorar.

Después de tantos años, sentía mi pecho caliente por una hermosa sensación.

Felicidad y amor.

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  — Bienvenido, Príncipe SeokJin. ¿Desea algo de cenar?

  — Sí, lo que sea está bien.

Escuché pequeños susurros, sabía de qué se trataban.

"Hace unos meses quería comida en específico."

"Les dije que era bueno, nunca es bueno juzgar así..."

"En su mirada se nota... Nuestro joven está enamorado."

Las miré de reojo con las mejillas rojas, no podría acostumbrarme a eso por ahora...