• XVII •

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Miraba el techo acostado. Aún seguía pensado en lo antes ocurrido, ¿Estuvo bien que lo echara? Ya era de mañana y había pasado poco desde aquello.

Suspiró recordando lo que su madre había dicho, y tenía razón. Tener un amigo o en este caso... ¿Una pareja? Lo hacía débil y vulnerable en varios aspectos.

No podía dejar de sentir la punzada en el pecho desde que escuchó a JungKook decir todas esas cosas sobre la chica mientras que hacía caso omiso a lo que le decía.

  — No. Es su culpa por decir todo aquello.

Dijo con un puchero.
Sabía que su actitud no era la mejor, antes era muy agresivo pero había tenido muchos cambios desde que JungKook llegó, intentaba no enfadarse de más o hacer algo fuera de lo normal.

Pero, ¿Qué podía hacer él si se le presentaban situaciones así? Dónde su vida y la de JungKook corrieran peligro. Tendría que ser muy cuidadoso para no llegar a extremos y aterrarlo.

  — Me estoy preocupando demasiado por él. No creo qué le afecte demasiado ver cómo asesinan a alguien, lo soportó con NamJoon.

Susurró aquello mientras miraba por la ventana, aunque instantes después algo llegó desde el exterior golpeandole la cara, esto lo hizo quejarse un poco. Hizo una mueca y miró la pequeña rama que había caído del árbol cercano, suspiró.

Se levantó de la cama y se dirigió a la foto familiar, miro el rostro de su madre. HyeMin era una mujer realmente hermosa, siempre se encargó de protegerlo, leía para él cuentos en las noches y le daba clases de pintura, se divertía siempre a su lado.

Por otro lado, su padre LeeHoo, un tanto más serio y casi no tuvo interacción con él, pero era buen padre. Cuando necesitaba hablar con alguien él siempre estaba para escucharlo, incluso él sabía de JungKook, pero claramente le advirtió que a su madre no le gustaría aquello.

Se miró a sí mismo, no había cambiado demasiado en aspecto aunque si en actitud, de pequeño era más serio y callado, el enojo no existía en él, mucho menos la tristeza. Su actitud comenzó a empeorar desde la ida de JungKook y la muerte de sus padres, era más agresivo y por las noches sólo se hacía bolita y lloraba en silencio.

Suspiró con una sonrisa, desde ese entonces comenzó a hacer frente a su situación. No consiguió más amigos ni se hizo cercano a nadie, era lo mejor para él.

Aún así, no dejaba de soñar que JungKook regresaba y continuaban con su amistad, no fue hasta que el dolor en su pecho se hacía presente cada que pensaba en él.

Algo en el cuadro llamó su atención, la pintura se encontraba separada del marco, el miedo creció en él al pensar que está podría estar rota.

  — Oh no, no.

Dijo, tomando el cuadro en manos, lo puso contra el suelo y observó aquella parte con detenimiento, tomó la pintura y comenzó a jalarla, el marco tronó.

  — ¿Qué es esto?.

Susurr, tomando aquel pedazo de papel, era una carta. La miró detenidamente, tenía la firma de su madre.

  "Hola, hijo.

Si estás leyendo esto es porqué yo y tu padre morimos.

Espero que estés bien.

Cómo bien sabes, no puedes pasar a ser Rey hasta que seas mayor de edad, pequeño.

En el caso de que estés leyendo esto después de tu mayoría de edad, necesito que sepas algo.

Antes de que nacieras nosotros fuimos los culpables del ataque al reino del Rey Junmyeon y la Reina JooHyun.

Servidor. / KookJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora