• XIII •

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Después de aquello, me dí una ducha fría y me encargue de cepillar mi cabello mientras JungKook preparaba mi traje. A decir verdad, estaba emocionado y excitado, por fin me liberaría de NamJoon y aparte tendría una... ¿Cita?.

  — Una cita...

Susurré, de repente unos brazos me rodearon y un beso cayó en mi mejilla derecha.

  — Sí, una cita.

Reí feliz, dejando el cepillo sobre el mueble y me giré aún rodeado por sus brazos, quedando así cara a cara.

  — Se nos hará tarde, vamos.

  — Parece que incluso estás más emocionado de ver a NamJoon morir que de nuestra salida.

Lo miré sorprendido, negué con la cabeza y solté una carcajada, él me miraba con el entrecejo fruncido y una mueca, quería reírse.

  — Tu risa sigue siendo graciosa... Y linda. - Dijo lo último en voz baja.

La sinceridad en sus ojos me hizo apartar la mirada y sonrosarme, golpeé un poco su pecho mientras hacia un puchero.

  — No digas cosas tan... Vergonzosas.

Mi espalda fue acariciada mientras una risa se escuchó, la cual sólo me hizo agachar la mirada y recargar mi rostro en su pecho.

  — Hay que apurarnos, vamos.

Asentí despacio, me separé de él y comencé a caminar hacia la puerta con una sonrisa de oreja a oreja. En cuanto salí TaeYong hizo una reverencia.

  — Ya está todo listo.

  — Perfecto, gracias TaeYong.

Comencé a caminar, escuchando los pasos detrás mío, al girar en una esquina encontré a JiMin quién me miró sorprendido antes de hacer una reverencia y salir corriendo. Me giré para verlo irse, reí al ver cómo miraba a JungKook, quién me observó con diversión y malicia en su mirada.

Me giré y comencé a caminar con más rapidez, se estaba haciendo tarde y no podía esperar más.

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Me detuve en la puerta, observando como varias mujeres lanzaban maldiciones, enfadadas. Parece que había ocasionado mucho mal incluso fuera del palacio, suspiré y comencé a caminar hacia la guillotina, a un lado se encontraba NamJoon, mirando el suelo con una mueca.

  — Me las pagarás, SeokJin.

  — Tal vez en otra vida, pero hoy y mientras siga vivo, no lograrás hacer nada en contra de mi palacio y sucesores, NamJoon.

  — No estés tan seguro de eso, pero ya que piensas de esa forma encargate de defender tu palacio, porqué todo se acabará, SeokJin.

Reí ante eso, JungKook apareció a mi lado y colocó su mano sobre mi hombro, sonriéndome antes de mirar al frente decidido. Los guardias empujaron a NamJoon contra la guillotina.

  — A tu señal, SeokJin.

Dijo JungKook contra mi oído, asentí. Mire a NamJoon quién comenzó a gritar y a llorar.

Servidor. / KookJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora