<<2004>>
La cabeza de Lexa era un cacao mental, no era una buena oradora y posiblemente metiera la pata, pero tenía esa necesidad. Así que esperó apoyada en la pared del pasillo a que salieran los de la banda de su ensayo, había días que ensayaban en el campo de futbol, pero para no hacer overbooking con las animadoras y los entrenamientos del equipo de futbol, hicieron un horario, unas veces estaban los de la banda y otras las animadoras, Octavia tocaba el trombón y también era consciente de que habían ganado unos cuantos premios la banda del instituto, pero ¿A quién le importaba? Solo a los frikis. En cuanto empezaron a salir, Lexa comenzó a caminar de un lado para el otro mientras intentaba ordenar las palabras en su cabeza, algo que parecía imposible, era como si sufriera dislexia mental.
Octavia puso los ojos en blanco e interpuso el instrumento en el campo de visión de Lexa y tratar de ignorarla mientras caminaba hasta fuera del instituto. Era tarde y sus padres iban a recogerla:
— Octavia por favor escúchame
Dijo suplicante colocándose al otro lado para ver la cara de Octavia, pero nuevamente cambiaba el instrumento de brazo para impedir que entraran en contacto visual:
— No pienso hacer tal cosa, ni voy a hablar con Clarke intercediendo por ti
— Sé que fui una gilipollas con Clarke y tengo asumido que la perdí como amiga— se puso en medio y quitó el instrumento del medio para que la mirara— pero no culpes a gente inocente de mis errores, Lincoln...
La chica achicó los ojos desconfiada:
— ¿Te ha enviado Lincoln?
Lexa puso las manos enfrente y las comenzó a mover de un lado para el otro:
— No, no, no para nada, al contrario el me lo prohibió—juntó las manos en forma de súplica—Mira, no te pido que le perdones, solo que le des la oportunidad de explicarse, por casi deja el equipo y si descubre que vine a hablar contigo, posiblemente se vaya y perderemos porque él es uno de los mejores— puso carita de corderito inocente— Por favor, solo habla con él.
Octavia miró curiosa a la morena:
— ¿Solo quieres que hable con Lincoln?— La morena respondió asintiendo con la cabeza— ¿Qué hay de Clarke?
— La hice daño, tratar de arreglarlo solo asegurará que pase más noches llorando
Octavia ladeó la cabeza, completamente seria, cambió el instrumento al otro brazo, ya que el peso empezaba a cansarla:
— ¿quién dice que llora? — Octavia sabía que Lexa solía colarse al patio de Ontari para espiarla, también sabía que Clarke ya la pilló una vez mirando a su casa, así que sumó a + b— ¿Cómo sabes que llora todas las noches?
Lexa se puso tensa y comenzó a recular mientras intentaba desviar el tema:
— Ya te dije lo que tenía que decirte, en tu mano está darle una oportunidad a Lincoln.
Se dio media vuelta y se marchó dando grandes zancadas. Octavia torció el gesto ¿tan importante eran las apariencias? Se veía a la legua que entre Lexa y Clarke había algo, pero no querían verlo, eran demasiado cabezotas. Podría intentar intervenir pero ¿qué iba a decir? ¿Qué fuera Clarke la que se acercara a Lexa? Pues no, Clarke no se merecía como la estaban tratando últimamente para que luego fuese ella la que fuera detrás de la capitana del equipo.
Después de sopesarlo, consideró dar la oportunidad de mantener una charla con Lincoln. En primera hora coincidía con Clarke, le daba pena pedirle ese favor, ya que sería como pedir que se metiera en la boca del lobo solo para que la acompañara a hablar con Lincoln. Pueden decir, "son temas de niños" "Son cosas de críos" una cosa es hacer una trastada otra dañar a la gente de manera intencionada, luego descubrió que había dos clases de personas sin personalidad, las que seguía a las masas, solo por ser alguien más y luego estaba el otro grupo, los que eran conscientes que ese comportamiento inadecuado está carente de empatía, pero que aun así no hacen nada y se lavan las manos mirando a otro lado. Costia había conseguido su propósito, Clarke era la "gorda acosadora" la reacción de los compañeros es el de apartarse de ella como si fuera una apestosa:
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Diablesas disfrazadas de ángeles
FanficLexa Woods es una empresaria de éxito. Bueno, en realidad su manera de ganar dinero no es la más ética. Con un matrimonio frívolo con una mujer hermosa cuya finalidad en la vida es gastar dinero en gimnasios, spas y en lujos. No todo iba a ser cav...