Capitulo 8

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—¿Y qué opinas de este? —decía Mariana mientras señalaba un vestido color negro.

—Es lindo.

—Estas aburrida, ¿cierto?

Como respuesta solo le dedique una tímida sonrisa. La verdad es que si estaba aburrida. Nunca había venido de compras pero sin duda era lo más aburrido que había hecho. Cada que entraba a una tienda diferente me sentía entusiasmada porque quizá encontrara algo lindo para mí. Buscaba con la mirada pero nada lograba llamar mi atención así que rapidamente perdía ese entusiasmo. Mariana me decía que debía buscar entre la ropa y no solamente echar un vistazo pero la verdad es que no quería hacerlo. Era fastidiante estar horas y horas en una sola tienda. Lo unico que quería era irme de ahí.

—Esta bien —se rindió ella—. Tu expresión me lo dice todo. Vamos a otro lugar.

Habíamos recorrido variedad de tiendas para comprar ropa. Ella quería comprar algo ya que decía que casi no tenía nada para usar y en el transcurso del recorrido se le ocurrio que también podríamos comprar algo para mí para hacer un cambio en mi forma de vestir.

—¿Por qué siempre usas el color azul?

Ambas comíamos helado mientras descansabamos frente a una tienda de juguetes. Cuando estuve a punto de hablar y contarle la razón, alguien llego hasta nosotras. Era Dylan.

—Chicas, ¿qué hacen aquí?

Preguntó por detras de Mariana con la intención de sobresaltarla.

—De compras —contestó ella con simpleza luego de volver adoptar su postura de hace unos momentos—. ¿Tú que haces aquí?

—Vine con una amiga a ver una pélicula.

—¿Amiga? —dijo ella alzando una ceja.

—No estes celosa —bromeó.

Mi nueva amiga rodó los ojos. Sin duda la presencia de Dylan le molestaba. Eso era bastante notorio desde que los conocí.

—Ofelia. ¿Cómo has estado?

—Bien, gracias —respondí yo en tono amable.

—Oye Mariana, creo que te llaman por allá.

—No, no lo creo —contestó irritada cruzandose de brazos.

—De acuerdo —contesto él asintiendo. Bajó la mirada por unos segundos y luego volvió a mirarla—. Tú me obligas. Seré más directo. ¿Me dejarías a solas con Ofelia?

Mariana me miró y yo acentí tratando de decirle que estaba bien. Ella murmuró un: Ok.
Se puso de pie para luego dirigirle una mirada de odio a Dylan y entrar a la tienda de al lado.

—¿Qué has pensado sobre lo qué te dije?

—Dylan —comencé a decir—, eres muy lindo y agradable...

—Pero Mariana ya te advirtió que soy un mujeriego de lo peor, ¿no?

Sin contestar a su pregunta yo acentí y el sonrió negando con la cabeza.

—Debí suponer que lo haría.

Pasó un rato y estuvimos enfrascados en un silencio que parecía alargarse, pero finalmente él habló.

—Escucha, no voy a negarlo. Sí, he estado con muchas chicas. Pero la cosa es que, cuando te conocí te me hiciste muy linda. Daniel muchas veces hablo de tí y la verdad es que te me haces alguien muy interesante y si, me gustaría conocerte. Estaría encantado de salir contigo.

Parecía decir la verdad, pero yo no lo conocía. No sabría definir si esto era un intento de convencerme o realmente estaba diciendo la verdad. Lo miré a los ojos por unos segundos y él a mi. Traté de mantener la mirada tratando de inspeccionarlo pero, de un momento a otro, nuestra batalla de miradas fué interrumpida. Un líquido color rojo cayó sobre su camisa. Todo sucedió algo rápido. Escuché la risa de Mariana detrás del cristal de la tienda de ropa. Una chica delgada, alta y demasiado linda estaba parada frente a nosotros con la furia cargada en sus ojos. Miraba a Dylan con desprecio y él estaba algo desconcertado.

Ofelia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora