Capítulo 5

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~Narra Omar~

Esa chica... Allah ﷲ , esa chica me esta volviendo loco. No se ni por qué la invite en el Mcdonald. Yo suelo ser muy grosero con todo el mundo. ¿Por qué quería que se sintiera bien? Y lo que más me perturba, ¿por qué no dejo de pensar en ella?

Esa cara inocente me tiene como... hechizado.

Hoy fui a entregar mi matrícula al instituto y ahí estaba ella. Era tan bonita. Y me alegro bastante tenerla en el mismo centro.

En aquel instante iba a hablar con ella, pero la secretaria se me adelantó y cuando le hubo entregado no sé qué cosa se fue corriendo.

Me hubiese quedado, pero tenía que ir a acabar mi entrega y mis hombres no son capaces de lidiar con esos hombres.

Me dedico a algo que realmente no me agrada. Algo que todo el mundo ve mal. No quiero hacerlo. pero no me queda otra. Llevo metido en ello desde los 14 años. Al principio solo tal como una forma de llenar mi tiempo y hacer algunos amigos, pero un día cambió todo.

Fue el día más desastroso de mi vida, en el que mi mundo se desmoronó al completo, el día que murió mi padre. Entonces todo se volvió más complicado.

Mi madre no encontraba trabajo, sufría de depresión y no teníamos el dinero suficiente para mantenernos. Estaba bajando mi rendimiento académico. Me pasaba noches en vela llorando y por la mañana salía con los amigos bebía, fumaba, a veces incluso me drogaba. Es verdad que estaba en la banda, pero no me integraba del todo. Era como si me quisieran para algo en especial mas no lo veía así. Aún era un niño y no sabía bien en lo que realmente me metía. No sabía bien lo que suponía estar en una banda.

Después de lo ocurrido empecé a ir más con ellos por simple, sentirme algo mejor y empezamos a formar una piña. Más tarde me presentaron al jefe de la banda el cual me ofreció dinero , uno que yo no tenía, y así poco a poco me fuí integrando. En principio no sabía que quería hacerme su "mensajero" portando mercancía de aquí y allá, pero cuando lo supe ya no podía salir, así que no me quedo otra mas que hacerlo lo mejor que podía y así destacar entre todos.

Todas mis acciones las realizaba con astucia, tanto que me volví el favorito del jefe con apenas 17 años.

Hace unos meses pillaron a mi jefe en plena negociación. Parece ser que le tendieron una trampa. Con los mejores abogados defendiéndole consiguió reducir la condena a 3 años. Pero eso no le frenará el negocio. Hasta su salida, me dejó a mí al mando. Al principio dudé, por mi menoría edad, pero teniendo en cuenta mi agilidad, astucia y contactos, cogí confianza y acepte.

No por ello deje mis estudios. Iba a dejarlos, pero le hice la promesa a mi padre de que acabaría la ESO e intentaría el bachillerato, y él, junto a mi madre, son las únicas personas que no podría defraudar.

Ahora no pienso en vengarle, pero se que lo haré. Mi padre era un buen hombre y la mayoría de sus casos eran beneficiosos para los críos adolescentes que pretendían salir de la calle pero que no alcanzaban a ello. Supongo que por eso le mataron, por hacer bien su trabajo y llegar más lejos de lo que aquella gente quiere.

Así ahora me dedico al narcotráfico, e intento llevar una vida estudiantil, además para que mi madre no sepa que trabajo en narcos, también cuido algunas tardes a críos millonarios. ¿Vulgar? Sí. Pero no puedo dejar que mi madre tenga una mala imagen de mí.

[...]

Iba de camino al lugar de encuentro. Cuando llegue estaba Kevin esperándome. Antes de entrar me informó que el otro día cuando acabé a Vanesa, Alex, el que limpia todo rastro de nosotros, lo detuvieron con el cadáver en las manos.

Tras el armaWhere stories live. Discover now