Capítulo 12

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Ya ha amanecido y aún no he dormido nada. Me levanto a rezar. Me miró en el espejo y me sorprendió mi aspecto. Llevo toda la noche deseando que hubiese sido todo un sueño pero no.
Rezé y le pedí a Dios que me perdonase por todo lo que voy a hacer de ahora en adelante ya que me huelo que nada bueno es. Me visto un vestido primaveral largo y decido plancharme el pelo. Aunque sé que hoy no me espera nada bueno he decidido tomármelo con calma y no desesperarme.

Desayuno y sigo mi rutina de siempre, excepto que hoy no espero a Fran para ir al instituto. Sé que a la que me vea empezará a preguntar de todo y yo no le pienso contar nada. Va a ser duro, es mi mejor amiga pero es lo mejor.

Llegue a la puerta del instituto. Aún no estaba abierta así que me senté a esperar ahí. Pocos segundos después una moto rugía y de ella bajó Omar. Aún con todo lo que está pasando, me parece el chico más increíble de la escuela. Baja de la moto, me mira y a continuación saca un bolsa del maletero. Anda a paso rápido dirigiéndose a mí.

— ¿Qué coño te dijimos ayer?me quedé en silencio. No sé a qué se refería—por suerte te he traído ropa. Es de mi hermana cuando tenía tu edad, te irá bien.
— Pe... Pero ¿Por qué?
— A menos que quieras que te maten tu primer día princesa. Vístete. Ve a algún bar o algo y hazlo rápido.
— ¿Me acompañas?—al acabar la frase nuestras miradas conectaron. Nadie decía nada. El mundo desapareció a mi alrededor. Parecía electricidad la que conectaba nuestras miradas. Pero solo unos segundos basto para que el rompiera la conexión.
— De acuerdo.
— ¿Eh?
— Que sí que te acompaño, vamos.

Llegamos al bar, saludamos cordialmente al de la barra y nos dirigimos al baño.
— Va... ¿Vas a entra también?
— Solo para lavarme la cara, y contar cuánto tardas en cambiarte. Lo primero que he de enseñarte es a cambiarte con rapidez. Vistes un vestido así que tienes 2 minutos para vestirte, si pasas ese tiempo te saco de ahí y me da igual estés desnuda o vestida te sacaré como estés a la calle.

— De... De acuerdo.
— Y deja de tartamudear, me pones nervioso.
— Vale—entre rápidamente, me quite el vestido, y sin si quiera mirar que me ponía me vestí a toda prisa y salí.
— Mmm minuto y medio. Me gusta—dijo mirando el reloj—¿Te gusta lo que te he traído?—me miró al espejo y sí, me veo increíble aunque extraña, voy todo de negro, unos jeans apretados a más no poder, una camiseta escotada hasta el ombligo y una cazadora de cuero, la cual me abrochó para que no se me vea mi piel morena—¿Y bien?
— Estoy preciosa.
— Eso mismo pensé yo cuando saliste de ahí. Vamos regresemos, que hay que aprobar. A y por cierto hoy no comes en casa, avisa a tus padres, si quieres claro—de ahí salimos hacia el instituto en el cual nos adentramos nada más llegar.

[...]

Llegó el recreo. Estaba en la fuente sentada esperando a Fran cómo de costumbre, pensando en cómo poder sonar convincente sobre todo.

— Woow, tú engendro¿Qué has hecho con mi mejor amiga y dónde la tienes escondida?
— Jajaja muy graciosa. ¿Te gusta?
— ¿Qué sí me gusta? Tía estás brutal.
— Gracias—le contesté con una cálida sonrisa.
— Y ¿Por qué azul?
— Y por qué no.
— Okey my Boss. Ya no seguiré insistiendo. ¿Qué tal tu día?
— Aún no ha acabado, queda mucho día por delante.
— ¿Desde cuándo respondes así?
— ¿Así cómo?
— Tan filosófica.
— Creo... Creo que vino con el pelo azul—y nada más acabar mi frase explotó en carcajadas. Me gusta verla así.

El resto del recreo conversamos sobre lo aburridas que son las materias y así hasta que sonó el timbre.

[...]

Acabaron las clases y procedía a ir a casa.

— Hey ¿No me esperas?—grita Fran detrás mía.
— No porque se viene conmigo—respondió Omar por mi sobresaltandome.
— Esto sí Fran hoy me voy con Omar.
— Vale—dijo Fran y casi juraría que confusa. Me dió dos besos y se fue con Noah. En cambio yo me subí a la moto con Omar.
— ¿Has montado alguna vez en moto?
— Que yo recuerde no.
— Hoy vas a aprender a conducirla—me dijo en una sonrisa pícara, una sonrisa que hizo de mis mejillas fuego, de mi corazón bomba y de mi estómago un revoltijo. ¿Cómo lo hace? ¿Cómo es capaz de hacerme sentir así sin si quiera pretenderlo?

Tras el armaWhere stories live. Discover now