Capítulo 9

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– Hey Omar–era ya por la mañana estaba esperando a Fran en la puerta del instituto. Omar acaba de aparcar su moto en frente y se me ocurrió la tonta idea de hablarle, pero como chico malo que es, reluce su espíritu pasivo con toda persona del centro.

–Dina–grita Fran a lo lejos corriendo hacia mí.
–Hola cielo, ¿Qué tal anoche?
–Ligando ya tú sabes bb.
–Entonces, ¿Te lo has pasado bien eh?
– Sí, pero dejemos de hablar de mí, que hay de tí, ¿Le has hablado?
–Lo he intentado pero no me hace caso.
–Dejale será bipolar.
–Es igual, total es uno más.

~NARRA OMAR~
Acabo de bajar de la moto. Diviso a Dina, con una falda negra, una camiseta blanca y una force blancas, con el pelo ondulado y un aire muy fresco y natural en su cara. Es tan preciosa.
Aparto la mirada de ella y sigo mi camino sin hacer caso ni a las moscas. La reunión de dentro de unos días me tiene preocupado y absorto en ella todo el rato.
Es la hora del recreo. Saco mi móvil para revisar los mensajes. El patrón de la otra banda quiere que sea hoy y ahora. Respondo haciéndole saber que en cuestión de minutos estaré en su local. Me dispongo a salir fuera cuando una mano atrapa mi brazo.
– Oye, ¿Puedo hablar contigo?
– Dina.
– Esto sí, no quería molestar, lo... Lo siento–acaba con la cabeza gacha.
– No tranquila no molestas pero, ¿podría esperar eso que me tienes que decir para otro momento?
– Sí claro, sin problema.
– Adiós–salgo de ahí disparado hacia mi moto y por consecuente al local.


~NARRA DINA~
Nada más irse sentí un vacío en mí. ¿Acaso huye de mi? Decidí alejar todo pensamiento relacionado a él y seguir con el día, aunque me cueste un mundo.
– Hey Dina
– Noah
– ¿Estás bien?
– ¿Por qué no iba a estarlo?
– Se te ve decaída nena.
– No es nada.
– ¿Juegas?–me pregunta a la vez que coge un balón de baloncesto.
– Venga vale–le respondí con una sonrisa, y fuimos los dos a jugar.

~NARRA OMAR~
Llego al encuentro acompañado de Kevin. Es la primera vez que vengo a una reunión semejante sin armas, y me da muy mala espina.
Voy vestido con un traje color azul marino, camisa blanca y una corbata magenta. Ellos también iban con trajes pero todos de negro, al igual que Kevin.
– Omar, un placer conocerte.
– El placer es mío...
– El cóndor–asentí con burla.
– Vale condor– dije con énfasis– ¿Qué tal vas con el trato acordado?
– El acuerdo fue con Steven no contigo.
– Steven no está disponible en estos momentos.
– ¿Qué eres de telefónica?
– No puede asistir en este momento a ninguno de estos encuentros–al acabar mi frase todos sus hombres sacaron sus armas.

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Lo sé lo sé, es bastante corto el capítulo, pero en mi defensa diré que lo escribo con el móvil y no puedo calcular bien y me cuesta más escribir.
Igualmente espero que lo disfrutéis .

Tras el armaWhere stories live. Discover now