Capítulo 13

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~Narra omar~
Suena el despertador rompiendo mi sueño. Ya es por la mañana y dios al instituto tengo que ir y encima luego a entrenarla. Me levanto de mi cama para ir a ducharme "nada como una ducha fría para despejarme".
Salí del baño y me vestí, de mientras llego a mi me mente las palabras del jefe hacia Dina "mañana te quiero teñida de azul y vestida para la ocasión" no creo que tenga ropa como la que espera Steven.
Al acabar de vestirme voy al sótano para ver si encuentro algo ahí. Y bingo. Encontré una caja llena de ropa de mi hermana cuando tenía la edad de Dina, seguro que le va perfecta. Cojo un conjunto para hoy por si nos vemos con el jefe y otro para entrenar, los guardo en una bolsa en mi moto y vuelvo a subir.
— Hermanito ¿Qué hacías ahí abajo?
— Guardar unas cosas en la moto para que no se me olviden. ¿Qué tal?
— Bien pero mal—arqueo una ceja dándole a entender a la cabeza hueca de mi hermana que no sé que quiere decir con eso—aún no me ido y ya te echo de menos.
— ¿Te vas?
— En dos días—entonces me levanté a darla un abrazo pretendiendo que vea que tampoco quiero que se vaya—estaré bien.
— Lo se—contesté en medio de una sonrisa—eres la chica más fuerte que he conocido.
— ¿Hola? ¿Mi hermanito lanzandome piropos? A lo mejor me tengo que ir más—y ahí fue cuando estallamos a carcajadas.
— Vamos a desayunar.
— Sí vamos.

Acabamos de desayunar y yo ya me disponía ha salir.
— Omar espera un momento—me dijo mi hermana entre lágrimas.
— ¿Sí?
— En realidad me voy hoy—me acerque a limpiarle las lágrimas y darle un fuerte abrazo.
— Que te vaya bien.
— Lo mismo digo—me contesto esta vez esbozando una sonrisa.
— Hasta luego—dije devolviéndole la sonrisa.

Bajé rápidamente las escaleras. Hoy salía más pronto de casa que lo normal para dale la ropa a Dina. Arranqué la moto y aceleré hasta llegar al instituto.
Bajó de la moto y la veo ahí sentada con un vestido primaveral. ¿Enserio piensa ir así a lo que nos mande el jefe próximamente?
Abro el maletero y saco la bolsa con la ropa de cambio, menos mal que pensé en ello. Avancé hasta ella.

— ¿Qué coño te dijimos ayer?—le grite a lo cual supongo que se asustó ya que se quedó en silencio—por suerte te he traído ropa. Es de mi hermana cuando tenía tu edad, te irá bien.
— Pe... Pero ¿Por qué?
— A menos que quieras que te maten tu primer día princesa. Vístete. Ve a algún bar o algo y hazlo rápido.
— ¿Me acompañas?—al acabar la frase nuestras miradas conectaron. Nadie decía nada. Me sentía raro. El mundo desaparecía a nuestro alrededor. Parecía como si de nuestras miradas proviniese una electricidad atrayente, la cual a mí me asustaba y no lo pensé dos veces y rompí ese vínculo.
— De acuerdo.
— ¿Eh?
— Que sí que te acompaño, vamos.

Llegamos al bar, saludamos cordialmente al de la barra y nos dirigimos al baño.
— Va... ¿Vas a entra también?
— Solo para lavarme la cara, y contar cuánto tardas en cambiarte. Lo primero que he de enseñarte es a cambiarte con rapidez. Vistes un vestido así que tienes 2 minutos para vestirte, si pasas ese tiempo te saco de ahí y me da igual estés desnuda o vestida te sacaré como estés a la calle.

— De... De acuerdo.
— Y deja de tartamudear, me pones nervioso.
— Vale.
— Mmm minuto y medio. Me gusta—al salir de ahí me sorprendió bastante y mi dispuse a mirar lo que tardó antes de que mis impulsos me obligaran a desnudarla ahí mismo y follarmela en el instante—¿Te gusta lo que te he traído?—se miró al espejo.  Se veo increíble, le traje todo de negro, unos jeans apretados, una camiseta escotada hasta el ombligo y una cazadora de cuero—¿Y bien?
— Estoy preciosa.
— Eso mismo pensé yo cuando saliste de ahí. Vamos regresemos, que hay que aprobar. A y por cierto hoy no comes en casa, avisa a tus padres, si quieres claro—de ahí salimos hacia el instituto en el cual nos adentramos nada más llegar.

Llegó la hora del recreo y yo salí a dar una vuelta en la moto. Llegué hasta la fábrica. Cogí la ropa para esta tarde de Dina y lo metí en el gimnasio.

Tras el armaWhere stories live. Discover now