XIII. Juicio 4: No moriré del todo

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Non omnis moriar: es una frase de Horacio, que se traduce del latín como "no moriré del todo". Se refiere a que Horacio creía que su esencia estaba plasmada en sus escritos, por lo tanto, mientras sus escritos existieran, él podría, en parte, evadir la muerte.

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I knew one day you'd fall for someone new

But if he breaks your heart like lovers do

Just know that I'll be waiting here for you

  —Ed Sheeran, Happier 

Sentir que el aire se abría paso libre y fresco por su garganta fue una sensación casi nueva para Noah, que había llegado a creer que no tendría el privilegio de volver a gozar de una respiración tranquila y en control. Tomó aire lentamente, tratando de abrir los pulmones y de calmar el pulso acelerado de su corazón. No intentó incorporarse bruscamente, pues aún sentía los estragos del calor calcinante bajo la piel y los huesos le dolían como si se le estuvieran reconstruyendo astilla por astilla.

Charlie salió de entre la manta arrugada, algo asustado, con una vacilante expresión interrogativa en el rostro.

  —¿Te has quedado aquí a mi lado todo este tiempo? —Preguntó Noah con la voz ronca sin esperar una respuesta, mientras le hacía una seña a su hurón para que se acercara. Charlie reaccionó de inmediato con total confianza y se acercó a Noah para que este le acariciara la cabeza.

El momento de tranquilidad fue tan efímero como un latido. Noah volvió a concentrarse en su piel plagada de hematomas, que si bien él sabía que se curarían rápidamente, le dolían calientes y tirantes. Pensó en el cese de su dolor y en sus recuerdos borrosos y confusos. Su frenesí había terminado de repente, lo que significaba que Iris y Nico se habían encargado de la muerte para la Manada. Al Noah darse cuenta de esto, la imponente ausencia de Logan y Margo comenzó a pesar.

  —Charlie, chico —Noah le llamó la atención al pequeño animal, que levantó la cabeza, expectante—. ¿Harías algo por mí? —el hurón se restregó en su cuello, lo que lamentablemente le hizo arder la piel— Ve a buscar a Logan, ¿Puedes? Anda, trae a mi hermano.

Charlie saltó de la cama y corrió hasta desaparecer de la vista de Noah. Mientras tanto, él se incorporó, sentándose y tratando de observar cuántas heridas tenía. No se atrevió a tocarse les heridas de mordida de serpiente, y agradeció encarecidamente que la ventana estuviera muy alta como para reflejar algo.

Su cabeza estaba creando oscuras imágenes sobre colmillos, agujas, sangre y vacunas para hacerlo sufrir cuando Logan entró cauto en la habitación, con Charlie en el hombro.

—Por todos los cielos, Noah —Logan se pasó la mano por el pelo, aliviado—, estás bien.

—¡Noah!

Margo quiso pasar y Logan no se lo impidió. La chica se lanzó directo a los brazos de Noah, y lo miró, tratando de encontrar la unión entre el verde y el chocolate en los iris de ambos.

Noah estaba aturdido. Charlie había vuelto, con las dos personas que más quería ver. La imagen de Margo frente a él, intentando hallar una reacción por su parte, le era casi irreal.

—Estás aquí —dijo Noah, tratando de creerse sus propias palabras—. Estás viva. Demonios, estás viva.

—Claro que estoy viva, inútil. Nunca me iría de tu lado.

LUPUS 2 | Las Bestias despiertanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora