La mente de Noah era un torbellino de confusión total. Su cerebro se cuestionaba cosas que una semana atrás no habría sido capaz de preguntarse.
Dedujo que Nico había intentado matar a Alexia. Era la única opción. ¿Por qué no estaba muerta? ¿Por qué Nico había fallado? Había varias posibilidades. ¿Qué sucedería a continuación?
-Noah -llamó Margo en voz baja. En ese momento, fue realmente impactante notar que la cercanía entre los dos había aumentado en pocos días lo que no había aumentado en años-. Hey, Noah, vamos.
Parecía que la chica le había estado diciendo algo que él no escuchó, de modo que solo asintió y la siguió, casi por inercia.
Lo condujo hacia la pequeña y prácticamente vacía habitación en la que habían pasado la noche, descansando simplemente, y le indicó que se sentara en la cama. Noah dudó, pero acabó por sentarse.
-Mírame -demandó ella-. Entiendo que te afecta ver a una amiga caminando perfectamente con un agujero en el abdomen, no es algo que se vea todos los días.
Noah no tenía ganas de recorrer el camino que aparentemente esa conversación iba a tomar. Margo notó sus pocas ganas de colaborar; su rostro transmitía el mensaje: <<¿Que no se ve todos los días? Pues no, al menos no en mi vecindario.>>
-En fin, recuerda que somos un equipo, ¿Vale? A partir de ahora lo somos literalmente. Tenemos que jugar el uno para el otro. Sé que no te gusta tener que recibir ayuda, pero si te veo a punto de desmoronarte no puedo solo ignorarlo.
Noah sabía que Margo estaba librando sus propias batallas. Sufría las muertes de muchas personas. Lidiaba con su desbordante odio hacia los Lobos, con la incertidumbre sobre el futuro y la confusión sobre el pasado. Cargaba con la muy reciente pérdida de su mejor amiga, y aun así estaba allí, para hacerle de pilar a él, para mantenerlo en alto.
Noah se obligó a tragarse su nerviosismo y sonrió como pudo.
-Parece que no son siempre los chicos los que consuelan a las chicas.
***
Alexia sentía la excitación correr por sus venas. Era una sensación extraña: el cielo todavía oscuro, muy temprano en la madrugada, y ella llena de energía y de algo que no podía ser descrito como buen humor. Tal vez ese algo podía llamarse afán. Afán porque las cosas se estaban encaminando hacia un final, de vida o de muerte, pero un final. Habían intentado matarla la Noche anterior, sin éxito, y allí estaba ella.
A pesar de los puntos que se había dado ella misma minutos atrás, se comportaba como si no estuviera herida. No le gustaba actuar como una inválida. No por ocultar sus problemas, no por negar ayuda temerariamente como Noah lo hacía. Eso le importaba un bledo, pero creía firmemente que la actitud era más de la mitad de la cura para muchos males. De modo que no se comportaría como una herida, a pesar de estarlo.
Subió la escalera sin mucho cuidado y se situó frente a la puerta de una habitación de buen tamaño. Era la misma en la que ella se había acostado a dormir y la misma de la que alguien la había sacado sigilosamente a rastras para asesinarla en secreto. Sonrió, victoriosa, y abrió la puerta.
Adentro descansaban solo Ethan, Nico y Logan -con Carlos Estuardo-, puesto que Katya estaba levantada, con su tía, y que Margo se había escabullido para pasar la noche con Noah. Alexia inhaló con fuerza: tal vez, y solo tal vez, entre aquellas personas se hallaba su fallido asesino.
-¡Arriba, dormilones! -gritó con entusiasmo. Charlie se revolvió de inmediato, y Nico comenzó a desperezarse junto con Ethan-. Vamos, ¡Despierta, marmota!-le gritó a Logan quien, como de costumbre, no había movido ni un pelo ante el primer llamado-. Aprecien el amanecer-dijo después en un tono ligeramente venenoso, recorriendo la sala con una sonrisa cínica-. Es el nacimiento de un gran día.
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LUPUS 2 | Las Bestias despiertan
FantasiaPuedes creer que estás jugando con las Bestias, pero ellas siempre te observan, siempre te vigilan. Si cruzas la puerta, ya no podrás volver. El corazón de las Bestias llevaba tiempo dormido, pero palpitando. Y ahora ha despertado, furioso y hambrie...