–Haremos todo lo posible.
–Pero.
–Señor solo espere.
El hombre se encontraba recostado en una de esas sillas azules bañadas en un frío poco acogedor, estaba preocupado por la salud de su pequeña hija. Nunca pensó en decirle la verdad a está, su madre se fue y no regresaría pronto, estás fueron las causas para buscar a una mujer sustituta. No se imagino que los amenazantes de su esposa se confundirían de persona.
Cada minuto que pasa era como una hora demasiado larga para aquel hombre, el cual estaba en un estado más que preocupado. Caminaba una y otra vez en círculos esperando la voz de uno de esos médicos.
–Señor.
–¡Que tiene mi hija señorita! –habló esté añadiendo mucho miedo a su frase–. ¿Ella está bien? –esto último lo dijo mientras unas gotas transparentosas caían de sus ojo rasgados.
–Lamento decirle que su hija tiene muchas probabilidades de perder la memoria, lo que anteriormente le paso convino sus ideas haciendo que perdiera el conocimiento.
–¿Estará bien?
–Si señor, estará bien –aclaró la enfermera haciendo que el hombre se relajara un poco–. Solo perderá la memoria de todas sus acciones anteriores.
–Gracias –dice aquel hombre para después encoger su espalda y sentarse nuevamente en esas melancólicas sillas con sus manos posadas en su cabeza.
Han pasado más de cuatro horas desde que le informaron al hombre de su pequeña de tan solo 8 años. Su mente en todo este tiempo se ha encontrado en un estado mental del cual no puede salir tan fácilmente sin antes hablar con su querida esposa.
[...]
–Hola... –Habla él con un tono deprimido en aquel teléfono móvil.
–Oh Hola. ¿Qué pasa?
–Cariño... –está palabra provocó un gran vacío en el cuerpo del hombre, haciendo que brotaran nuevamente esas gotas de agua tibia.
–Amor, dime qué pasa, por favor.
–T-TN, es la pequeña.
–¿Qué pasa con ella?
–E-estoy en el hospital.
–¡Qué!
–Le dije la verdad... Cariño se desmayo.
–¿Por qué lo hiciste? aclaramos que lo esperaríamos.
–Mataron a María, ella se asustó, pensaba que era su verdadera mamá y luego le dije que no era su madre y se desmayo... –habló el hombre desahogándose con esas palabras que acababa de soltar de su boca.
–Tengo que ir hacia allá.
–Espera –calló y dejo que pasaran unos cuantos segundos para terminarle de hablar–. Ella perderá la consciencia deberás volver para siempre.
–¿Y si me encuentran?
–Mataron a María pensando que eras tú, deben estar felices. Cuando vuelvas buscaremos otra casa, nos mudaremos.
–De acuerdo, adiós.
–Adiós.
–Mañana me verás allá, escríbeme en mensajes el nombre del hospital, adiós –aquella mujer colgó la llamada y removió con sus manos ese llanto y parte del maquillaje que llevaba.
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Hello :) llegué con un nuevo capítulo
solo puedo decirles que se viene lo
bueno gente, adiós. 💕
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votos : próximo capítulo.
los amo mucho, cuídense.
s a r a n g h a e...
