37.

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NARRA GEMMA:

La luz de la mañana atravesaba mis párpados, sabía que en ese momento estaba como en una nube, pero no sabía porqué.

Abrí los ojos lentamente y vi abrazada a Chandler, ni si quiera me acordaba que estaba acostado a mi lado.

Anoche iba tan mal y tenia tantos dolores que apenas podía recordar lo que pasó con claridad. Ni si quiera sabía lo que hacía.

Me comencé a preocupar por el simple hecho de que no me acordaba de nada y anoche no estaba en mis cabales. ¿Habré hecho algo que no debía? De repende sentí calor en todo mi cuerpo y me puse roja de la vergüenza, me senté rápido en la cama mirando hacia el frente; miré al Chandler y me puse más roja todavía. ¿Y si realmente llegamos a hacer algo?.

Chandler: ¿que te ocurre? -dice aún con los ojos cerrados-

Me asusté porque pensaba que estaba dormido y no supe que contestar. Me quedé en blanco.

Si me iba corriendo de ahí iba a ser muy cantoso, pero ganas no me faltaban.

Chandler se quedó sentado en la cama y se desperezó, se le veía tan normal que no parecía que pasado algo.

Chandler: -me mira- veo que la pastilla se sentó bien

Recuerdo esa escena, pero no me acuerdo el porqué, por la razón de que estaba medio dormida.

Gemma: ¿pastilla? -dudosa-

Chandler: si -obvia- vaya noche me diste con tus dolores de regla -suspira- casi me voy a la otra cama

¿Entonces por qué se quedó?
Entonces no ha sido una noche como la que yo he pensado, simplemente me estaba cuidando de mis dolores.

Chandler: ¿no te acuerdas de nada? -me mira serio-

No, iba tan fumada y estaba tan mal que apenas me acordaba de algo.

Gemma: -niego con la cabeza- ¿por qué te quedaste? -digo cabizbaja-

Chandler rió por lo bajo y se levantó de la cama.

Chandler: no me dejabas irme -dice mientras se dirige a la puerta y sale de la habitacion-

¿Cómo? ¿Tan sensible estaba lo abracé toda la noche?
Esta bien Gemma, no pasa nada, solo es la regla y sus síntomas que te va en estar así, no significa nada.

Salí de la habitación y me encontré a Ana por el pasillo

Ana: gema -extrañada- ¿donde has estado toda la noche?

Me limité a mirarla, estaba confundida, no sabía si estaba triste porque ya no estaba en sus brazos o solo por la puta regla. Tenía un gran nudo en la garganta por no saber la respuesta, me frustaba la pregunta.

Intenté calmarme y hablar normal, no queria que se notara mis gilipolleces, porque es lo que eran, no tenían ningún sentido.

Gemma: creo que, Chandler me dio una pastilla para los dolores de la regla -miro hacia otro lado- y me quedé dormida ahí dentro

Sabía que no le estaba diciendo todo, pero realmente era eso. Aunque mis pensamientos no se quedarán ahí, sabía que pasaba algo más, o solo pasaba en mi cabeza, solo intentaba quitar esos pensamientos de mi mente y normalizar la situación, que es lo que era, normal.

Ana: ¿en serio? -me abraza- pobrecita, sé como te pones con la regla

Y era verdad, tenía unos cambios de humos brutales, desde estar eufórica a ponerme a llorar sin ningún motivo, que era lo que me estaba pasando en este momento.

Iba a estallar en cualquier momento, pero no quería estallar ahí

Gemma: ¿nos podemos ir? -Le pregunto a Ana-

De repente apareció Carlos por la escaleras

Carlos: bueno, no tengáis prisa, daros una ducha si queréis -sonríe-

Ana: gracias, Carlos -sonríe- dúchate tu primero -me dice- seguro que ahora mismo la necesitas más que no -sonríe amablemente- si quieres yo te llevo la ropa

Gemma: gracias -sonrío forzadamente-

Me fui directa al baño y me quité la ropa, había pasado sin duda una mala noche, además tuve pesadillas, y se me venían algunas a la cabeza.

Me metí en la ducha y dejé caer el agua caliente por todo mi cuerpo, y ahí estallé. Me desahogué todo lo que pude y más, odiaba estos momentos, siempre me pasaba igual.

Ana: -llama a la puerta- soy yo Gema -entra- aquí tienes la ropa

Sania que estaba ahí pero apenas la escuché con el ruido del agua, apagué la ducha y salí de ella.

Ana me dio una toalla y lo primero que hice fue secarme la cara.

Ana: ¿has estado llorando? -pregunta preocupada-

Mi mayor droga eres tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora