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NARRA GEMMA:

Nos sentamos en el sofá, la verdad es que verlo tan seco conmigo me producía tristeza.

Gemma: Chandler, ¿estás bien? -digo no muy segura de mis palabras-

Chandler: si -tajante-

Intenté darle un beso en los labios pero se apartó.

Gemma: estas molesto conmigo -cabizbaja-

Chandler: ¿que te ha dicho ese imbécil? -cabreado-

Gemma: ¿qué? -sorprendida- no me ha dicho nada -le miro-

Se levantó del sofá frustrado, realmente se le veía molesto.

Gemma: ¿por que te enfadas?

Chandler: porque no me fio de este tío -me mira a los ojos- se que aún te quiere y se podría aprovechar de tu estado

Gemma: no ha intentado nada -le explico-

Chandler suspiró y se volvió a sentar en el sofá para tranquilizarse.

Gemma: ¿te has puesto celoso? -busco su mirada-

Chandler: -suspira- prefiero no contestar -mira hacia un lado-

Aunque no me contestas yo sabía que si.

Me acerqué a él de forma cariñosa y me subí en sus piernas.

Gemma: sé que lo estás -le acaricio la mejilla-

Me pegué más a su cuerpo y me fui directa a sus labios.

Chandler: no puedo evitarlo -mira mis labios- pero soy un tonto por ponerme así contigo -me besa-

Gemma: sólo me gustas tú -me sonrojo-

Nos quedamos en el sofá besandonos en la misma postura, él sentado y yo encima suya. Pasado un buen rato comencé a sentir una erección debajo de su pantalón.

Chandler: Gemma... -interrumpe el beso- no creo que sea buena idea esto -me mira a los ojos- lo digo por tu estado

Gemma: quiero seguir -digo a milímetros de sus labios- ¿tu no?

Chandler: por supuesto que quiero -susurra en mis labios- solo quiero que estés bien

Me bajé de encima suya y lo agarré de la mano. Subimos a mi cuarto, nos acostamos en la cama y me coloqué encima suya.

Gemma: quiero que me lo hagas... -susurro-

Y sin darnos cuenta ya estábamos desnudos los dos bajo el edredón.

Él estaba encima de mi, veía como disfrutaba y como me hacia disfrutar a mi.

Mis gemidos solo provocaban en él más lujuria.

No se cuanto duramos, quizás una hora haciéndolo, hasta que los dos nos corrimos y caímos rendidos.

Chandler: joder... - suspira-

Gemma: tenía muchas ganas -me sonrojo-

Chandler: ah ¿si? -me acaricia la cara- cuando quieras solo tienes que decírmelo

Me quedé abrazada a él. Me abrazó y nos quedamos un rato en la cama los dos desnudos.

Mi mayor droga eres tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora