Mi mayor droga eres tú.

97.

NARRA CHANDLER:

Estábamos tranquilos en la cama hasta que me di cuenta de que me tenía que ir.

Chandler: son las 12:30 -digo mientras acaricio su pelo-

Gemma: sé que te tienes que ir -me abraza más fuerte- pero no quiero -me mira a los ojos-

Chandler: yo tampoco me quiero ir -la beso en los labios-

Gemma: ¿vendrás aquí de vez en cuando por las tardes, antes de irnos?

Chandler: Claro que si -la agarro del mentón y la beso-

Me levanté de la cama y comencé a vestirme. No podía parar de mirar a Gemma, su cuerpo desnudo debajo de las sabanas hacia que me quedase embobado.

Terminé de vestirme y ni si quiera dejé que ella lo hiciese. La agarré de la cintura y la pegué a mi cuerpo sin parar de besarla.

Gemma: Chandler -murmura- noto un bulto en su pantalón -se muerde el labio inferior- lo hemos hecho hace media hora.

No se como lo hacía, pensaba que era imposible tener otra erección

Chandler: esto solo me ha pasado contigo -miro sus labios- vístete rápido antes de que te lo haga otra vez

La solté y comenzó a vestirse. Recogí mis cosas y me acompañó a la puerta.

Chandler: nos vemos esta tarde -la beso en los labios y la abrazo-

Se notaba que no quería que me fuese, me abrazaba con todas sus fuerzas.

Nos despedimos y me fui a casa.

Mensaje del grupo

Fer: está tarde nos vemos en los merenderos, no?

Carlos: Si

Ana: si queréis nos vemos a las 7 allí

Gemma: vale

Sergio: guay

Leído a las 13:06

Me metí en mi cuarto y solo quería que pasasen las horas para verla otra vez. No sabía que me pasaba, pero la deseaba en cada momento.

Mensaje de Gemma:

Gemma: Chandler...

Chandler: que pasa?

Gemma: no se que me pasa pero tengo ganas de hacerlo otra vez...

Chandler: dios Gemma, sabes que si me dices eso no dudaré en ir a por ti

Gemma: hemos quedado a las 7
Pasate por mi casa a las 6, así estamos solo un rato

Chandler: como quieras
yo lo estoy deseando

No sabia que coño nos pasaba, esto ya era puro vicio. Me di una ducha con agua fría para que se me pasase el calentón, tenía una erección que hasta me dolía solo de pensar en Gemma.

Chandler: Joder, Chandler -digo en voz baja- ¿cuándo vas a dejar de ser un cobarde y le vas a decir que la quieres?

El agua corría por todo mi cuerpo, solo podía imaginarmela a ella aquí conmigo.

Intenté despejarme un poco, comí y hasta las 6 quedaba, así que me eché una siesta hasta la hora.